Siempre

63 10 3
                                    

Ya no podía aguantarlo más. Necesitaba contártelo. Pero no sabía cómo. No sabía por dónde empezar. Con qué palabras decírtelo. Qué tono usar.

Pero no hizo falta que yo supiera, porque empezaste tú. Entraste en mi dormitorio para preguntarme algo sobre un trabajo y me encontraste sentada en el suelo, con la cabeza entre las rodillas. Y obviamente, eso significaba que me pasaba algo. Así que mi típico "todo está bien" no funcionó.

Te sentaste a mi lado y me abrazaste.

Y nos quedamos así un buen rato. No sé si tú no sabías qué decir, o estabas esperando a que yo dijera algo. O simplemente sentías que no decir nada era lo mejor.

Y la verdad es que no sé si eso fue un gesto bueno o malo.

Después de eso debiste de pensar que yo no iba a decir nada. Y si fue así, tenías razón.

—Te quiero y siempre lo haré —dijiste con simpleza.

Eso me dio las fuerzas suficientes para levantar la cabeza y contestar que yo a ti también. Pero que ahí "siempre" significaba dos meses más.

Pequeños fragmentos inconexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora