Capítulo XXXI

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Casi media hora después llegamos a nuestro destino. El ruido de la música es bastante alto, afuera del local se encuentra mucha gente haciendo fila.

Kayden y yo fuimos arrastrados por Ryan, quien tuvo que aceptar a venir por culpa de Zack, influenciado por los otros tres vampiros. Realmente la cadena que se formó solamente para venir a un centro nocturno es algo tedioso.

Seguimos al rubio quien fue el principal responsable de la idea hasta la entrada, ignorando a todos aquellos que llevan más tiempo esperando su turno para ingresar. Él le enseña algo a uno de los guardias de seguridad, quien, al ver la tarjeta del joven, nos deja entrar sin dudar en lo más mínimo.

—No te alejes mucho de nosotros, niño. Aun cuando Kayden te haya prestado su ropa para disimular un poco tu olor, muchos se darán cuenta que eres humano.

Ryan le informa a Zack quien continúa mirando el lugar, afirmando que es su primera vez en un centro nocturno, y aún más en uno lleno de seres que no son humanos.

—Exageras, Ryan. Otros humanos vienen en ocasiones. Él estará bien, pareces su madre. Mejor beban lo que quieran, la casa invita.

Observo detenidamente alrededor, muchos se encuentran en la gran pista de baile, otros están divididos en las distintas mesas bebiendo, comiendo o realizando actos más propios de una habitación privada. El lugar es iluminado por las luces color neón; el humo, ya sea el de las máquinas distribuidas por el lugar o por los cigarros de los presentes, también crea un ligero toque en el ambiente. Diversas bailarinas exóticas se hayan dispersadas por algunas mesas danzando al ritmo de la música.

Elevo la cabeza hacia el segundo piso que parece ser un área exclusiva. Varios están recargados en el barandal observando hacia abajo, otros lo hacen desde sus asientos. Muchas parejas desaparecen subiendo las escaleras o por el elevador hacia las plantas más altas, lugar de las habitaciones privadas.

Por nuestra parte, nos sentamos en los taburetes cercanos a la barra. La música es un poco molesta. Mentiría si dijera que no suelo visitar esta clase de lugares, aunque actualmente no me apetece del todo.

—¿Casa?

—Sí, soy el dueño —me responde orgulloso Johan.

—Recuerdo haber escuchado a Maddy decir que tenías un bar de "mala muerte". Entonces a esto es refería.

El rubio empieza a replicar sobre que sus locales no deben de catalogarse de esa manera, sino como un "paraíso". Decido dejar de escucharlo tanto a él como a Kiliam y Daemon quienes comienzan a hablar sobre sus conquistas que esperan tener para esta noche, o como Daemon les dice, sus presas.

—Aun no entiendo a qué venimos nosotros —Kayden se queja desde mi lado.

—No podemos confiarnos mucho, nos andan buscando y necesitamos estar preparados para cualquier situación —le recuerda Ryan.

—No puedo creer que les temas a los soldaditos de la ASSM —Kiliam se sienta a su lado burlándose de él.

—Esos inútiles no me importan, sin ofender, William. Pero aún hay un grupo de magos desconocidos, quienes al parecer también andan detrás de nosotros, sin mencionar a esas criaturas junto a ellos.

Concuerdo con él, tampoco me pareció una buena idea el venir, aunque ya estamos aquí. Sólo espero no tardar mucho.

—No parecen de por aquí. ¿Vienen solos? —una voz con ligero tono extranjero nos hace voltear hacia atrás.

Los ojos rojos de las tres mujeres se quedan puestos en nosotros. El pelirrojo no pierde tiempo y se acerca hasta la chica de vestido azul, su gemelo rueda los ojos y gira su cuerpo hacia la barra para sacar su celular.

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⏰ Última actualización: Jan 15, 2021 ⏰

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Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora