Capítulo XVI

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El lugar se ha quedado en silencio luego de las palabras del vampiro quien sigue esperando respuesta de mi parte. Me cuesta creer que él esté realmente aquí, justo enfrente de mí.

—No diré nada hasta que me suelten.

—Este tipo se créeme muy valiente, ¿no crees, hermano?

—Yo digo que sería más rápido si lo torturamos.

Los otros dos que me sujetan se la pasan hablando entre ellos mismos, como si yo no estuviera justo en medio.

—Suéltenme de una vez, sino no les diré nada aun cuando me torturen todo lo que quieran.

—Salió bravo el niño —contesta el castaño y el otro se ríe.

—En realidad no me molestaría torturarte, pero eso solo nos haría perder tiempo. Suéltenlo —el rubio les ordena a los otros dos y lo obedecen—. No queremos causar problemas, solo dinos lo que sabes y te dejaremos vivir.

—No me convencen tus palabras.

—Solo habla y ya.

—Existe casi el 100% de posibilidad que él esté aquí —admito finalmente.

—¿Existe? ¿Ósea que no estás seguro? —el enojo es muy notorio en su tono de voz.

—¡Solo habla y ya! —exclama el pelirrojo.

—Vamos a otro lugar para conversar. Ahí les explicaré lo que quieran.

Los tres se miran como si estuvieran analizando la situación.

—Vamos, no tenemos nada que perder, al final podemos matarlo si no tenemos opción —dice finalmente el castaño.

Los llevo hasta mi residencia y decido que es mejor entrar por la puerta trasera que por la de enfrente, llamaría mucho la atención si los ven a ellos. Antes de ingresar me percato que la casa no se haya vacía como debería.

—Parece que él también vino —escucho a mi espalda.

Entramos y justo en la cocina se haya un vampiro.

—¡Ryan! ¡Mucho tiempo sin verte! —exclama el castaño antes de abrazar al otro tipo.

—Veo que llegaron antes que yo.

—Llegué para hablar con este sujeto pero luego llegaron a entrometerse estos idiotas —el rubio se acerca a él y se estrechan las manos para luego darse un abrazo de hombres.

—¿Consiguieron algo?

—Nada. Aún no habla del todo.

—Supuse que eso pasaría, mientras ustedes perdían el tiempo fui a recorrer la zona pero no hallé ningún rastro, es como si no estuviera aquí.

Ahora los cuatro vampiros desconocidos me miran fijamente. A mi mente vuelve la imagen del libro donde se muestran a aquellos hombres vestidos con armaduras. Realmente no se parecen en nada pero emiten un aura a su alrededor que me hace pensar en ellos.

—¿Quiénes son ustedes? —pregunto finalmente.

—Creo que ya te debes de imaginar, tus amiguitos me han estado siguiendo las últimas semanas —el rubio confirma mis sospechas.

—¿Qué hacen aquí?

—Supuse que ya lo habíamos explicado en el bosque. Venimos para saber la localización del Capitán. Más te vale hablar o nos encargaremos de ti de una vez, ninguno es fan de perder el tiempo.

—De acuerdo. No le veo motivo de fingir ni nada parecido, por tanto les diré lo que sé.

Si juego bien mis cartas ellos me serían de ayuda para confirmar si Daemon es o no es a quien buscamos, se supone que son los únicos que conocen su verdadero rostro. Sin embargo, cabe la posibilidad que luego de decirles todo me maten simplemente, pero debo arriesgarme.

Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)Where stories live. Discover now