Capítulo VI

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Me siento como un acosador.

No encuentro otra palabra para describirlo.

Al final terminé eligiendo la misma película a la que entrarían aquellos chicos. Estuve a punto de elegir los asientos que estaba detrás pero sería mucho. Finalmente escogí dos de la última fila. De todas maneras no necesito estar cerca para escuchar su plática.

Durante la mayor parte del tiempo me la he pasado mirando en su dirección en vez de la pantalla. Han estado muy tranquilos, aunque bueno, al fin de cuentas es un cine. He visto que no ha probado bocado alguno desde que llegamos, al igual que yo, pero supongo que nuestra situación es diferente.

—¿Quieres la chaqueta? —le pregunta en un susurro Zack.

—Estoy bien —le contesta.

—Vamos, estás fría. Aunque bueno, siempre estás fría.

—Ja' Ja' Ja.

—No me quiero imaginar lo frío que tienes el corazón —dice él en forma de juego—. Ten, al menos póntela encima.

Zack se quita su chaqueta que traía puesta y se la coloca como si fuera una manta.

—Eres tú quien terminará teniendo frío.

—En todo caso haré esto —él se pega más al cuerpo de ella y se acomoda en su asiento para poder recostar su cabeza en su hombro mientras se tapa con la mitad de la chaqueta—. Listo, problema resuelto. Ahora déjame dormir que yo seré el que maneje.

—Eres un idiota, tú fuiste el que me obligó a venir.

Ignora su comentario y mantiene los ojos cerrados. No tarda mucho cuando oigo un ligero ronquido proveniente de él.

—¿Verdad que son muy lindos? Es lo bueno de la juventud —no contesto la pregunta y me limito a mirar la pantalla.

Pasa como una hora cuando termina la película. No presté mucha atención así que no entiendo del todo de lo que habla mi compañera. Salimos del cine y nos colocamos cerca de la orilla de la calle.

—¿Te apetece ir a cenar a mi casa? —ella rodea mi cuello con sus brazos mientras acercaba su cara a la mía.

—Quizá luego.

—¡Vamos por pizza! —el grito de uno del pequeño grupo de adolescentes se oye a metros de nosotros.

El resto de sus amigos parecen animarse por la idea, a excepción de una persona.

—Yo paso. Vayan ustedes, me iré a casa.

—No seas así, Maddy. Vamos —dice uno de ellos tomando su mano.

—En serio, iré la próxima. Estoy cansada por la escuela y el trabajo.

—Pero ya es muy tarde para que te vayas sola.

—No hay problema con ello. No se preocupen.

Podría ir en ese momento a ofrecerme llevarla a su casa, aunque no creo que sea muy apto de mi parte por ser su maestro. Además, primero tengo que deshacerme de la garrapata que tengo pegada. Eso podría ser fácil, podría decirle que surgió algo importante y hacer que se vaya ella sola a su casa. Luego cuando Maddy se aleje de sus amigos me acerco y como buen maestro le ofrezco llevarla a su casa, claro, por su seguridad.

Eres muy inteligente, William.

—¿Qué pasa? —Zack sale apenas del cine.

—Iremos a comer pizza, pero Maddy dice que no va porque está cansada —explica uno de ellos.

Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)Where stories live. Discover now