Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)

Capítulo IX

Apago el televisor luego de terminar la película que estaba viendo y me dispongo a leer los documentos que me fueron entregados hace dos días atrás. Leo la información que se encuentra en ellos antes que mi mirada recaída sobre el libro desgastado que le robé a Carter sin que se percatara.

Dejo las hojas de un lado y tomo con cuidado para comenzar a pasar sus hojas mientras las leía. Me entretengo con la lectura toda la noche, es fácil para nosotros los vampiros leer con rapidez, pero el libro se haya en otro idioma que aun cuando lo domino tardo en entenderlo completamente.

En su contenido viene desde los antecedentes de la guerra hasta como ocurrió cada una de las batallas, al parecer el que escribió el libro estuvo presente y narraba todos los acontecimientos. La historia ya la conozco por lo que no me sorprende mucho lo que leo, lo único que considero interesante es la parte de los Guerreros Celestiales.

Poco después recuerdo el papel con un número telefónico escrito que me dio Carter. Busco el papel y en el mismo instante en que lo encuentro tomo mi celular para marcar el número telefónico, pero en seguida deja de timbrar diciendo que no se encuentra en servicio. Sigo mirando la pantalla del dispositivo cuando decido por mandar un mensaje, dudo mucho que lo vea o que aún tenga su teléfono, pero nada pierdo con intentarlo.

Sé dónde está su Capitán.

Tecleo las palabras y presiono el botón de enviar. Arrojo el celular al sillón de alado y continuo con mi lectura.

La luz del sol entra por la ventana indicándome que es hora de prepararme para ir a la escuela. Me doy una larga ducha, cuando estoy listo me meto al vehículo y conduzco hasta el edificio. Los minutos pasan en silencio, lamentablemente no apareció la persona que esperaba, solo llegó aquel grupo de chicas de siempre. Por su parte, Madeline llegó poco antes de que toque el timbre.

—Es raro verte llegar a esta hora —dice Zack cuando ella se sienta a su lado.

—Me quedé dormida, puede que estar mucho tiempo contigo me haya pegado tus malos hábitos.

Su compañero ríe y luego cambian de tema. Bueno, al fin y al cabo es humana, es normal que ellos se queden dormidos, me llegó a pasar muchas veces tiempo atrás. El timbre suena, señal que debo de iniciar con la clase. Es cuando caigo en cuenta que no preparé nada para el día de hoy.

—Jóvenes, tengo que terminar con unos trabajos que me encargaron, tienen la hora para hacer lo que quieran.

Para hacer más creíble lo que acabo de decir, saco mi computadora y le quito el volumen, abro uno de los juegos y me entretengo con él fingiendo que trabajo. Dudo mucho que alguien se dé cuenta de este detalle, todos se hayan platicando en su lugar, jugando en el celular o incluso durmiendo, la única que está estudiando es Alison.

Hago lo mismo con la siguiente clase, los estudiantes no se quejan de ello así que haré lo mismo el resto del día. Me paso un rato por la sala de profesores pero esta se encuentra casi vacía, me limito a platicar con uno de los presentes porque encuentro interesante el tema que estaba hablando con otro.

—¿Sigue mejor tu esposa? —le pregunta el entrenador al otro maestro.

—Sí, le darán de alta pronto.

—¿Le ocurrió algo? —pregunto con curiosidad.

—El viernes pasado fue atacada, no sabe quién fue, no recuerda nada de lo ocurrido, simplemente dijo que lo último que supo era que estaba camino a casa y luego despertó en el hospital. Los enfermeros dijeron que la encontraron justo enfrente, no había nadie con ella.

Por lo que entiendo se debe de tratar de la mujer del otro día. Lo más seguro sería que recordara lo que pasó, pero tal vez por el trauma olvidó todo. Lo que aun no entiendo es quien la llevó hasta el hospital, tampoco cómo es que sigue viva. El veneno del vampiro debió matarla, o en dado caso transformarla, pero si esto último fuera el caso ya se sabría.