Capítulo XIX

75 22 51
                                    

Siete pares de ojos la miran sin parpadear. Maddy está sentada justo en el sillón de enfrente, tanto Zack junto con Daemon y conmigo nos colocamos en el sillón contrario al suyo, el resto se limitó a quedarse parados en distintas partes de la inmensa sala.

Todos esperan a que la adolescente hable pero solo mira sus pies mientras mantiene ambas manos en la cabeza.

—Antes de empezar tengo una duda, ¿cómo dieron conmigo?

—Ese tipo de allá mandó un mensaje diciendo que conocía tu paradero —el rubio, Johan, me señala con su dedo.

Hasta el momento no sabía sus nombres, por lo tanto, solo me les refería por el color de su cabello. Fue hasta hace unos minutos atrás que los escuché.

—¿Y vinieron solo por qué les dijo eso? ¿Qué tal si era una trampa para agarrarlos?

—Podemos defendernos, lo sabes bien.

—Como sea. William, ¿cómo sabías que yo estaba aquí? —sus hermosos ojos miran a mi dirección fijamente sin parpadear en lo más mínimo, analizándome por completo.

—La ASSM anda buscándolos, con ayuda de un vidente dimos con tu paradero y el del rubio.

—¿Cuál es su propósito? —tanto su cara como su tono de voz muestra total seriedad.

—No lo sé, lo siento.

Su mirada reposa en la mía, intenta buscar señas sobre si estoy mintiendo o no.

—¿La ASSM sabe que ellos están aquí?

—No, no reporté nada cuando llegaron. Tampoco he confirmado la existencia de su Capitán, ósea tú, a la Sede.

Su semblante se relaja un poco, parece muy aliviada al escuchar mis palabras.

—De acuerdo, con saber eso es suficiente por el momento. Entonces —gira la cabeza para ver a Ryan quien se haya parado cerca del marco de la puerta—, no sé por dónde empezar con ustedes.

—Primero dinos por qué desapareciste —pide el vampiro.

—Sí, sería mejor si empiezas por ahí —responde Johan.

Madeline suelta un largo suspiro y levanta la cabeza.

—Cuando terminó la Guerra Oscura...

—Pregunta —como si aún estuviéramos en clase, Zack levanta su mano para pedir la palabra y formular su interrogante—. ¿Cuál fue esa guerra? Nunca leí sobre ella en los libros ni la he escuchado en clase.

—Fue una guerra de hace como diez siglos atrás, se dio entre todas las clases de seres existentes en ese tiempo —explica de forma resumida Ryan.

—¿Diez siglos? —pregunta el chico en un susurro, gira con brusquedad la cabeza para volver a ver a la joven sentada enfrente—. ¡¿Tan vieja estás?!

—Zack, guarda silencio si no quieres que yo misma te drene la sangre —lo amenaza su amiga—. En fin, ustedes saben lo que pasó durante la batalla.

El salón entero se queda en silencio. Parece que los únicos quienes comprenden sus palabras son ellos, los tres sobre el sillón solo nos limitamos a esperar la explicación por parte de ella.

—Perdí la razón por completo, eso estaba demostrado, y si me quedaba a su lado no podía garantizar su seguridad. Yo misma me gané el apodo que me dieron, no lo podrán negar. Estuve durante varios años aprendiendo a controlarme, aunque seré honesta, fue inútil.

—¿A qué te refieres exactamente con perder la razón? —cuestiona Daemon.

—Durante la guerra perdí el control de mí, maté a cientos de miles, pero eso no me conformaba —Maddy cierra los ojos apretando los puños con fuerza antes de seguir hablando—. Terminé bebiendo la sangre de mis víctimas, y no es mentira cuando dicen que maté incluso a los de mi mismo equipo. No tenía control de mi cuerpo ni mente, sin embargo, no diré que esos instantes no los disfruté. Soy un monstruo, ¿no?

Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)Where stories live. Discover now