Capítulo XXIV

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—¿Unicornios?

—Casi extintos.

—¿Dragones?

—Extintos.

—Si pusieras ese interés en la escuela, tu madre no te castigaría a cada rato —expresa Maddy sin levantar la vista de su libro.

El viernes luego de clases los jóvenes y yo venimos a la mansión. Hoy concluía la semana de exámenes, y aprovechando esto la escuela brindó un periodo vacacional debido a que se harán mejoras en el viejo edificio.

Con respecto a la ASSM, le informé a Carter que al final nos equivocamos con Daemon y realmente no era quién creíamos. Además que estaba fastidiado de toda esta pérdida de tiempo y decidí tomarme un descanso para divertirme. No es la primera vez que tomo vacaciones del trabajo, él ya debería de estar acostumbrado a ello, pero intentó convencerme de volver a la Sede.

—¿De qué me servirán las ecuaciones y teoremas que nos enseñan en clase? ¡Vampiros, unicornios, magia! Eso sí me servirá en la vida real.

—Si alguien más te escuchara, diría que no existe mucha lógica en tu comentario —comenta Ryan.

Desde que llegamos él era el único en casa, los demás salieron a cazar aprovechando el cielo nublado, o bueno, casi nublado. La temporada de lluvias les favorece ya que pueden salir no solo durante la noche.

Por nuestra parte hemos mantenido una ligera conversación, o más bien Zack se la ha pasado realizando preguntas y yo soy quien le contesta en su mayoría.

Seguimos un rato más contestando las interrogantes del chico, no pasan ni cinco minutos cuando los otros vampiros entran por la puerta que da a la parte trasera de la casa.

—Volvieron antes —les digo.

—Los malditos del pronóstico dijeron que estaría nublado todo el día. El cielo comenzó a despejarse por la zona en dónde andábamos y mejor decidimos volver —explica Daemon a la vez que golpea mi pierna para bajarla del sillón y darle chance de sentarse.

Cada uno comienza a quejarse por no haber podido cazar nada mientras se disponían a colocarse en diferentes partes manchando el piso de lodo.

—¿Qué dices, chico? ¿Te ofreces como voluntario para ser nuestro alimento? —Kiliam muestra sus colmillos para sonreírle a Zack.

—Ni loco.

—¿No habías dicho que tienes un hechizo para el asunto del Sol? —pregunta Kayden acercándose a Maddy a paso veloz—. ¿No podrías hacerlo en nosotros?

—¿Me creerían si digo que justamente acabo de olvidar como se hacía? —responde con un ligero tono sarcástico.

Me río de la cara del castaño mientras intenta convencerla. El otro día conversé el tema con ella, y mencionó que por tratarse de ellos no tenía inconveniente en usar su magia si se lo llegaban a pedir.

—Tal vez el único en merecerlo sea Ryan. No me puedo ni imaginar qué clase de desastre harán ustedes cuatro durante el día.

Nuevamente comienzan molestarla diciendo que eso no es justo hasta que termina aceptando. Deja su libro en la mesa mientras le ordena a Kayden mantenerse quieto y en silencio. Se para frente a él y observo como empieza a mover sus labios como si estuviera murmurando algo, al mismo tiempo en que dibuja algunos símbolos en el aire con unos suaves movimientos de su mano.

Aquellos dibujos se van desvaneciendo uno a uno sin dejar rastro. Pasa cerca de un minuto cuando supongo terminó porque empuja a Kayden quitándolo del camino y realiza el mismo procedimiento con los demás.

Sangre Mágica (Guerreros Celestiales I)Where stories live. Discover now