9. Intruso

72 8 16
                                    

POV: Peter Rogers-Stark/Spider-Man

Desperté en algo suave, viendo hacia un techo blanco. No tenía idea de en dónde estaba, lo único que recordaba era ir por platos para la pizza que le compramos a _____ por su cumpleaños, y todo estaba en negro después de llegar a la cocina.

—Hola Peter —alguien me llamó, pero no podía moverme.

—¿Dios? —ahora sí me moví, intentando sentarme en la cama, pero sólo pude quedarme medio inclinado.

—No no no no, Peter, no te muevas tanto —respondió mientras se sentaba en un sillón al lado mío—. Soy papá, ¿si me recuerdas, cierto?

Esto no podía ser, no podía estar en la torre Avengers. Esto no estaba bien, para nada bien, ¿qué rayos hago aquí? Si yo escapé por...

—Mi... mi bebé —murmuré asustado—, ¿está bien?

—Pete, cálmate —se acercó a mí para darme un abrazo—. Estuviste al borde de la muerte, tranquilízate.

—¿Cómo que casi me muero? ¿Qué me pasó? —pregunté alterado y confundido, ya que no recordaba nada de eso—. Mi bebé...

—Calma, te explicaré el rato...

Sabía que había algo mal, porque de lo contrario ya me hubiera explicado lo que pasó. ¿Acaso mi hijo no sobrevivió? ¿Volví a mutar? ¿Tengo una enfermedad terminal? No podía soportar tantas preguntas sin tener una sola respuesta.

—¡No puedo conservar la calma! —confesé—. Tengo miedo papá, yo estoy...

—Lo sabemos —me interrumpió—. Y por eso te digo que te calmes, no te estas ayudando.

—¿O sea que está bien? —pregunté ilusionado.

Papá volteó para otro lado, intentando disimular algo de tristeza. Fue entonces que el pánico regresó, porque nada podía disimular que habían malas noticias después de ese gesto. Él intentaba demostrar que nada pasaba, pero hay cosas que no pueden ocultarse.

—Hijo...

—Sólo dime —supliqué con ojos llorosos, sabiendo que algo andaba mal, y era sobre mi bebé—. ¿Lo perdí? A mi pequeño, no me digas que lo...

—Lo siento tanto, Peter —confirmó, mirando hacia abajo nuevamente—. Tu embarazo fue... tubárico. Causó una ruptura y por eso estuviste al borde de la muerte...

Seguía explicando, pero yo no lo escuchaba. En lugar de eso, sentí un fuerte dolor, aunque no físico. Debí suponer que no contaría con tan buena suerte, especialmente si era un terreno desconocido. No debí hacerme ilusiones apenas supe que él o ella estaba ahí, ni prometer dar todo de mí para darle a mi bebé lo mejor. Parte de mí no creía que había muerto, mejor dicho, no quería creerlo, parte de mí se aferraba al embarazo. Eso me lastimaba más, había sido una hermosa casualidad, una a la que cuidaría a cualquier costo, y siento que fue mi culpa haberla perdido.

—¿Wade lo sabe? —pregunté con temor.

—Lo llamaron en SHIELD, no cruzamos palabras —respondió—. Pinche Fury, me pospone los putazos que le iba a dar al cabrón...

—Papá, no te atrevas —amenacé, porque me valía 3 mil hectáreas de verga mi condición—. Él no tiene la culpa de nada.

—¡¿De nada?! ¡Él te embarazó y ocultó de nosotros! —por primera vez en mucho tiempo, lo vi enfurecido. Me sentí tan vulnerable—. Nada más no lo mato porque...

—¡Papá, basta! —agradecí en esos momentos el haber aprendido a defenderme en todos los ámbitos posibles—. Fue mi culpa el haberlo hecho en primer lugar. Yo... tuve un desorden hormonal y...

Conociendo a mis héroes 2: Evolution ProjectWhere stories live. Discover now