11🌩

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Tailandia, Bangkok.

La primera noche después del concierto salimos a cenar al restaurant de mi madre, después de eso volví a la empresa. Ya habían pasado dos días desde el primer concierto, ahora estábamos por llegar a nuestro hotel en Bangkok, trasladadas en dos Van, me tocaba con las miembros menores.

—¡Muero de sueño! -se quejó Chaeyoung.

—¡Comida! ¡Necesito comida! -chilló Dahyun.

Tzuyu llevaba cara de horto, no soportaba los gritos de Chaeyoung y Dahyun, a mi sólo me daba gracia mirarlas a las tres.

—¿Recuerdas nuestros favores personales? -inquirió Tzuyu, asentí.

—Le diré a Jihyo -acusó Chaeng.

—Mátalas por fi -pidió anhelante Tzuyu.

—¡Oye! -se quejaron las restantes.

El conductor nos pidió que bajáramos de la Van, es mi primera vez estando en Tailandia, el lugar me parece grandioso, edificios grandes, gente por doquier, quería visitar cientos de lugares, supongo no podré hacerlo.

Entramos al hotel dónde nos hospedaríamos, Kwan junto a los managers de las chicas se encargaban de las habitaciones.

—MiChaeng junto a Jeongyeon, Momo, Sana y Jihyo en otra, las restantes en otra, Nayeon estará en la habitación que decida.

—¿Qué hay de Bae? -preguntó Nayeon.

Levante la mirada sin entender a lo qué se refería, obviamente yo iba en otra habitación sola. Kwan llegó a mí con una mala cara.

—La enfermera ha cancelado, tendré que dormir contigo -avisó mi manager.

—¡No! -dijeron al unísono Twice.

—Nayeon puede dormir con ella -habló su manager mujer.

¿Saben que la amo? dios, dormir con Nayeon sin la espantosa enfermera, pasaría sólo tres noches con ella y las aprovecharía al máximo.

Kwan al principio se negó, después no le quedó de otra que aceptarlo.

Nuestra habitación estaba en un piso diferente al de los demás, lo agradecíamos de nuevo. Nos adentramos y por supuesto sólo había una cama.

Nayeon se recostó sobre la cama, su pequeño cuerpo no abarcaba ni la mitad del colchón lo que me pareció adorable.

—Esto es muy grande, ¿y si no te encuentro mientras dormimos? -hizo un mohín muy tierno.

Camine hasta ella y me senté a su lado, tomé su mano dejando un beso en ella.

—Dormiremos abrazadas, ¿no?

Sus ojitos parecieron brillar, mi corazón golpeó fuerte contra mi pecho, me encanta verla con esa sonrisa de conejito y sus ojitos atentos en mi.

—No te soltare en toda la noche -habló recostándose en mí.

—No deberías soltarme jamás -dije.

La puerta se abrió siendo Sana junto a Momo quiénes entraban, cargaban nuestras maletas mirándose realmente graciosas.

—Servicio a la habitación, servicio, servicio -hablaba alto Sana dejando las maletas.

—Gracias chicas.

—Si necesitan condones o algo llámennos -dijo Momo.

—¿Para que querría condones? Idiota -respondió Nayeon haciéndonos reír.

The Tour » im nayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora