Él Dęmønîō Dē Lâ Rādîô (Hazbin Hotel)-PAUSADA-

Frecuencia 33.0

Una sonrisa de oreja a oreja, los ojos le brillaban, sus manos temblaban, aun no podía creerlo su respiración era agitada y su corazón galopaba más rápido a cada segundo, frente a ella estaba el contrato de venta puesto sobre la mesa de madera oscuro, con movimientos torpes tomo el bolígrafo y firmo lentamente para que cada trazo fuera perfecto y el momento quedara inmortalizado en su mente, por fin después de una búsqueda de más de seis meses obtenía lo que anhelaba al fin una propiedad en la cual poder hacer su hotel soñado.

— Señorita Magne, gracias por su compra. —dando un apretón de manos y despidiéndose cortésmente, el agente de bienes raíces se marchó y dejo a una emocionada rubia en el café donde habían concluido al fin su contrato.

Charlie quería gritar, si era posible bailar ahí mismo, sin importar que tan estúpido fuera el baile al fin y al cabo seria con alegría, por fin tenía el espacio para realizar la construcción de su hotel, la ubicación no le era tan favorable pero al menos estaba cerca de la estación y una mini plaza, con eso era más que suficiente, el espacio no era tan grande como las otras propiedades antes vistas, sin embargo, contenía su propia belleza, al ser un edificio en proceso de demolición lo que realmente valía era el espacio aunque fuere algo limitado pero con unos ajustes perfectos todo lo que ella quería que hubiera para su hotel estaría, de ello no se preocupaba.

Ahora lo realmente importante era celebrar este gran logro que si bien era el primer paso para su proyecto de vida, sin duda alguna este era el comienzo perfecto lo demás podría verse después lo importante ahora era hacerle saber a Vaggie sobre esta gran noticia.

Tomando su celular marco apresuradamente a su amiga.

— ¿Qué tal te fue? — la peliblanca estaba con la calma pero al mismo tiempo un poco preocupada por lo que su amiga le diría.

— Lo logramos... — respondió la rubia al otro lado de la línea.

Eso dejo paralizada del gusto a la contraria, el saber que después de tantas búsquedas y decepciones Charlie había encontrado el lugar ideal.

— ¡Felicidades Charlie! — contesto

— Debemos celebrar Vaggie, trae a Cherry esta noche para celebrar y también para darle las gracias por esta oportunidad — su voz era cada vez más quebrada casi al borde de romper en llanto de la alegría.

— Hey... — musito suavemente — tranquila claro que la llevare, solo procura tener todo listo para cuando lleguemos.

Secando sus lágrimas y dando una leve risa — sí, estará todo listo para cuando lleguen.

Con ello terminaron la llamada y el día de la rubia aun no terminaba; haciendo las compras y llegando a su departamento se dispuso a tener todo listo para la noche; las luces fueron encendidas y el cielo oscureció, la comida estaba lista y ella estaba arreglada para la ocasión, el timbre se escuchó y con entusiasmo abrió la puerta, encontrando a sus amigas y a... ¿Angel?

— Tiempo sin verte primor, veo que no has cambiado nada sigues igual de rubia.

— Lo mismo digo, siento que casi no tuviéramos contacto, puesto que nunca te pedí tu numero — respondió la rubia con algo de culpa.

— Descuida nena, de todos modos no me gustaría tenerte entre un montón de contactos que solo hablan para penetrar mi culo, así que no hay problema.

Un silencio se produjo luego de las expresivas palabras de Angel Dust, de pronto se escuchó como un carraspeo de parte de la rubia llamo la atención de sus invitados al igual que rompió aquella atmosfera de incomodidad.

— Que descuidada, pasen... — abriendo completamente la puerta y yendo a un lado de la misma hizo pasar a sus invitados.

La comida, decoraciones e incluso un pastel, era lo que decoraba la sala-comedor, todos tomaron asiento y degustaron la comida preparada por la sonriente anfitriona de cabellera dorada —a pesar de que la misma no cocinaba tan bien— riendo y celebrando con un gran vino para acompañar la noche.