10. Desolación

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Llevaba encerrada desde lo que creía que habían sido tres días, sola, con los ratones a mi alrededor, con una sed intensa y él hambre que no me dejaba pensar, estaba recargada en la pared imaginando que es malo que he hecho para estar encerrada, pensé que había hecho la cosa menos egoísta en mi vida, ayudar a mi pueblo y se me castiga por eso, se me lastima por hacer algo bueno, no comprendía la maldad, hasta ahora, solo quería salir de aquí, ver el sol de nuevo, montar y sentir el aire moviendo mi cabello, desayunar en mi alcoba, hablar con mi nana, quería tanto, pero solo tenía esta soledad y esta hambre. Antes de pensar otra cosa alguien abrió la puerta, la luz me encandiló, pero pude notar que ahí frente a mi estaba Lorcan, rápidamente me abrazo, me dijo que todo estaría bien, me calmo, pero su frialdad no era suficiente para hacerme decir algo, no podía decir nada, tenía sed y no podía sentir nada, no pensaba, solo me desmayé en sus brazos y me perdí en una gran oscuridad.

Cuando desperté estaba en mi cama como si no hubiera pasado nada, pero pasó, había una carta en mis manos, de Hunter, no sabía si tendría el valor de abrirla, no me sentía con fuerza, frente a mi estaba Lorcan muy preocupado, como nunca, también un poco molesto.

-¿Que me pasó?, ¿Cómo es que he llegado aquí?.-dije muy dudosa.

-Te desmayaste, te juro que no tenía idea de que ellas te habían encerrado, no puedo creer que fueron capaces de hacerte eso, a ti, cuando eres la futura reina, no te mereces esto, eres buena persona, una de las pocas que quedan.

-Pues gracias por decirme eso, si tu crees que eso es difícil de creer yo estoy peor, nunca espere que me hicieran eso, son mi familia y me dieron la espalda cuando ni siquiera hice algo malo.

-Yo mismo me encargaré de que ellas paguen por lo que te hicieron, por ahora descansa, come y toma agua, deberían de agradecer porque estás viva, yo lo agradezco.

-Gracias Lorcan, por portarte como un buen padre para mi en estos días, nunca se me olvidará esto que estas haciendo por mi, te lo agradezco de verdad y una princesa sabe decirlo cuando es necesario.

-No tienes porque agradecerme, tú te mereces estar bien cuidada, te mereces ser feliz aquí conmigo, digo, con nosotros, con tu reino, ahora iré a hablar con Natalie, te mereces una disculpa de su parte.

-No es necesario una disculpa, para mi todo está perdonado, solo me gustaría que no lo vuelva a hacer, no quiero volver a estar encerrada nunca mas en mi vida, ya tengo bastante con la cárcel que es este castillo, como para acabar en una real, te pido que les digas esto.

-Lo haré, yo mismo me encargaré de que paguen si así lo deseas.

-Haz lo que tengas que hacer para que entiendan que no deben encerrar a alguien sin una razón aparente.-dije triste.

-Lo haré.-dijo sonriendo y saliendo de la habitación.

Una vez que se fue tomé agua y comí lo más rápido posible, lo hice como nunca y la comida sabía exquisita, extrañe el sabor, la sed se fue y decidí abrir la carta del mentiroso de Hunter.

Querida Arabelle:
He hecho esta carta porque no he podido ir a visitarte, no tengo cara para verte a los ojos, no hay algo que te pueda decir que pueda arreglar lo que te he hecho, no puedo negarme a lo que siento por ti, es tan grande que no cabe en mi pecho, pero aún así no es suficiente para luchar contra mi miedo interior, el hecho de ser asesinado por estar cerca de ti, todo empezó como un trabajo, ir a enamorarte, tratar de irte envolviendo en mis mentiras, yo estaba saliendo con tu hermana, la quería, pero luego se me presento el trabajo de enamorarte y no podía negarme, mi padre así me lo ordenó y una vez más no pude decir que no, lo hice y el que acabo loco por ti fui yo, eras diferente a lo que todo decían , eras más que una princesa llena de poder, con un gran corazón y deseos de tener un mundo mejor, yo soy el más cobarde por no decirte esto de frente, pero jugué contigo, no te amaba y cuando lo hice no vi otra manera más que abandonarte, por el bien de los dos, tienes que irte, el mal se acerca y todos caeremos, unos mas pronto que otros y espero estar lejos cuando eso ocurra, aunque creo que para cuando estés leyendo esto, yo estaré muerto o tu familia lo estará, el se quedará con todo menos con tu corazón, no dejes que mi padre Lorcan gane.

Me despido, mi amada Arabelle.
Te ama Hunter.

Cuando termine de leer la carta las lágrimas caían por mis mejillas, todo fue una gran mentira, cada una de sus palabras, él era un mentiroso de primera, me engañó, nunca me amo, si no jamás se habría prestado para esto, era más cobarde de todos. Avente la carta y le prendí fuego con mi poder, estaba harta de todos, de sus mentiras, de sus intrigas y de sus malos tratos, nadie más, ningún hombre me volvería a tratar así, era una promesa, no volvería a enamorarme jamás y no volvería a dejarme de nadie. De repente sin intentarlo todo el palacio estaba temblando, todo se movía de un lado a otro, el poder en mi interior estaba ganando, era difícil controlarlo, no podía detenerme, algo dentro de mi estaba moviendo la tierra a mi Merced, no paraba, llegaron a mi habitación, mi madrastra y mi hermanastra, también Lorcan las siguió y mi madrastra entró a mi cabeza de alguna manera utilizó sus poderes, sentí como si pequeños cuchillos me presionaran mi cabeza y mi mente, era raro y difícil de explicar, nunca había pasado por eso y sentí como un poder maligno me aventaba hacia la pared dejándome inconsciente pero sabía que nada bueno vendría de esto, algo en mi decía que viví engañada y por primera vez estaba abriendo los ojos, cuando estaba a punto de cerrar los ojos vi a Jesabelle convirtiendo sus brazos en armas letales y afiladas cuchillas para comenzar a luchar con Lorcan, el utilizaba su fuerza y la manera de transformarse para utilizar los mismos poderes en su contra, sabía que ganaría, el era más poderoso y un escalofrío se apoderó de mi espalda cuando mi madrastra se paro frente a mi y me sonrió y sabía algo malo vendría , porque esta lucha ya la tenia perdida y por primera vez sentí miedo de morir, después me perdí por completo en una absoluta oscuridad.

-No temas Arabelle, yo te controlaré y tu misma rogarás que te asesine, te convertirás en un monstruo y te odiarás por eso.-dijo Natalie riendo.

Princesa maldita I ( Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora