5. Maldad en camino

144 47 134
                                    

Arabelle Rose White

Los meses pasaron y aún no recibía ninguna noticia, no podía salir del castillo, no sin vigilancia, no sabía quién había matado a mi padre aún, las visitas de Hunter se habían extendido y no podía negar que él me había ayudado mucho a continuar con mi vida, lo que comencé a sentir con el no lo había sentido antes, nana era mi única compañía al igual que el, mi familia se había roto al momento que mi padre había muerto, ya no desayunábamos juntas y por mas que necesitaba un poco de cariño de Natalie como Jesabelle la vida me hacía pensar que quizás a ella nunca les importe. El día de hoy tendríamos la visita de un hombre importante y tendría que prepararme para lucir bien.  Me retire a mi habitación donde mi nana estaba esperandome para vestirme, antes de que lo hiciera le pedí unas cosas.

-Se que pedirte esto podría ponerte en peligro y quisiera no hacerlo, pero necesito saber quién asesino a mi padre, debes de enviar a alguien de confianza a investigar y no le menciones nada a la reina, es la única que ganaría algo si mi padre moría. Ahora debo prepararme para recibir a la visita y necesito que me ayudes a vestirme, ten mucho cuidado y no menciones nada de esto, te quiero nana.

-Haré todo, no importa el peligro, descubriremos quien quería matar a tu padre y lo vengaremos.

-Gracias por todo nana.

-Ahora debemos de mantener la calma y continuar que eso es lo que se espera de ti, recuerda lo que decía tu padre, oculta tus sentimientos de tus enemigos y libéralos con quien de verdad se gane tu confianza, se fuerte mi niña, no te muestres débil nunca, demuéstrales a todos lo que eres capaz y que todos crean que no eres rival, para sorprenderlos.

-Gracias nana. -dije sonriendo.

Después de decirle eso me ayudo a vestirme, me hizo media cola dejando que mi cabello lacio sobre mi espalda, me puse un vestido amarillo, unos guantes del mismo color, al igual que los tacones.

Me vi frente a mi tocador y por mas que mi cara lucia triste, me tocaba aparentar felicidad, porque así era este juego de la realeza, tus sentimientos son solo para ti, a nadie le importa lo que sentimos o lo que queremos, solo lo que debemos hacer, tanto que en algún punto nos confundimos con que esto es lo verdadero que queremos, así de patético es nuestro destino, mostrarme frente a un hombre que de seguro sería el nuevo monarca a lado de Natalie, honestamente no quería tener que arreglarme, no con mi padre muerto hace meses, aún la pena me acompañaba y aunque aparentaba por momentos que estaba bien, no era asi, pero que podía hacer, tenía que continuar porque eso es lo que el queria, es lo que debo hacer por todos, soy el futuro de este reino y si yo no lucho por él nadie lo hará. Continúe tomando el collar que me dio Sereia y lo puse en mi cuello, era un recordatorio de lo perdido, solo me recordaba lo que nunca pudo ser, continue y me dirigí hacia mi puerta, justo cuando la vi apareció frente a mi Hunter, me sorprendió y cuando lo vi no pude dejar de sonreír, él lograba hacerme feliz siempre, aunque no sabía que era esto que sentía por él y que me aterraba me gustaba sentirme feliz, aunque también me daba un poco de miedo.

-Princesa, la reina me envió a llamarla, ya están todos listos para desayunar, han comenzado, no querían esperar tanto.

-No tienes porque tener tantos formalismos, ya después de haber salido tantas veces y de compartir tu tiempo conmigo soy Arabelle para ti.

-No entiendo como siempre tienes una sonrisa en tu rostro para todos, cuando no siempre las personas se lo merecen.

-Porque siempre hay que ser amable con todos, una buena monarca sabe ser amable con todos y sabe aplicar la ley cuando es necesario.-dije sonriendo.

Princesa maldita I ( Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora