29. Sorpresa

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Arabelle Rose White

Él estaba gente a mi y pensaba que quizás esto era un sueño más, porque me parecía una bendición verlo, pero también me inundan la cabeza miles de pensamiento de porque ahora, tuvo años para aparecerse pero nunca me busco y ahora resulta que de la nada me encontró y vino con la princesa Ania que fue la que logro separarnos con las mejores artimañas, atrayendo a Lorcan a nosotros.

Tome valor, respire y le pregunté:

-¿Qué están haciendo aquí?

-¿Eso es lo que preguntas después de tanto tiempo?.-dijo Cassian.

-¿Qué quieres que te diga?.-dije natural.

-No lo se, pensé que te alegrarías por verme después de tanto.
-Lo hago, agradezco que estés vivo, pero eso no quiere decir que me alegre verte, pensé que estabas muerto, lo creí durante tanto, era mejor que pensar en que tu no habias querido venir conmigo.-dije llamando a Daniel.

-Lo entiendo.

-No lo creo, necesito hablar a solas contigo Cassian, hay unas cosas que quiero hablar contigo sin que este Ania presente.

-Debo quedarme es mi prometido y lo que quieras decirle a él puedes decírmelo.-dijo mostrándome su collar de rubí que le había dado que era más pequeño que el mío.

-No te incumbe.-dije molesta y directa.

-Cariño por favor déjanos hablar.

-Daniel, lleva a la señorita a la sala de invitados y por favor no le digas nada, no es de fiar.-dije segura.-No la dejes sola en ningún momento.

-Veo que aún no has superado ese incidente del pasado, Cassian ya lo hizo, no veo tu porque no.

-Pues será que ese incidente casi acaba con la vida de muchos, no te pusiste a pensar lo que podía pasar con su gente, con las personas que estaban ahí, solo te preocupaba tenerlo, pues ya lo tienes.-dije molesta.

-Así es, lo tengo, no lo abandoné a la primera, nunca lo dejé solo, es por eso que merezco ser su compañera y tu no.-dijo tirando las palabras al aire y saliendo del cuarto.

Ella hizo una cara de molestia pero la verdad no me importaba, solo podía pensar en lo enojada que estaba por esto, no porque estuviera con alguien mas, sino porque se atrevió a tener un detalle similar que el que me dio a mi y por las palabras de Ania que muy en el fondo  eran algo ciertas.

-Bueno, espero que ahora me digas que hacen aquí, porque estoy muy ocupada.

-Siento mucho que te hayas enterado de esto por ella, yo te lo iba a decir, lo juro y mas por las palabras de Ania, yo no te culpo, nunca me arrepentiré por haberte pedido que te marcharas, estas segura ahora y es todo lo que importa.

-No necesito que me expliques nada, acordamos ser libres, amar a alguien mas si es que no sobrevivíamos o no nos veíamos a ver, no te juzgo, nunca lo haría, supongo que ya no necesito esto.-dije arrancándome el collar del cuello y poniéndolo en la palma de su mano.

-Bueno, supongo que reaccionaste mejor de lo que esperaba.

-Esperabas que me comportara como un niña, que pataleara por tu amor, eso no pasara nunca, yo ya no soy así, ahora también estoy intentando algo con alguien mas, así que espero que seas feliz con ella.-dije de verdad.-Aunque me intriga que la hayas elegido a ella, se que te ha amado desde que somos niños, pero después de lo que hizo hubiera esperado que tú no te quedarás con ella, que encontrarás alguien buena que te mereciera de verdad.

-No la amo Arabelle, por eso vengo, tengo una deuda de honor con ella, le prometí que nos casaríamos si me proporcionaba a sus hombres para esta guerra que se avecina, lo hago por ti, porque quiero que nos unamos para vencer a Lorcan, lo hago porque te sigo amando como él mismo idiota y no importa que haya pasado tiempo, no me importa vender mi vida para arreglar esto, lo que te debo a ti, por no haberte elegido antes, por no haber luchado por ti como debía.

Princesa maldita I ( Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora