Princesa maldita I ( Terminada )

24.Rechazo

Arabelle Rose White

-Así que dices que lo besaste y el primero lo acepto y después se separó dejándote sola en la sala de entrenamiento.

-Si, ya te lo dije mil veces, quede como una estúpida, pense que él sentía lo mismo y mírame ahora no encuentro donde esconderme.

-No lo hagas, eres una princesa, tienes un gran ego, eres mi mejor amiga y vas a hacer como si no pasara nada.

-Quizás debería disculparme, vi señales donde no había, me confundí totalmente.

-Que rayos te sucede, donde quedo mi Arabelle, la chica la que se acuesta con los mejores hombres y no le importa nada, ahora resulta que este te importa, diablos no puedo negar que estas jodida, hace mucho que no te gustaba alguien así, pero dices que estaba enamorado de Narnia.

-Norvina.-dije riendo.- No intentes llamarla como la película que te encanta.

-Bueno un error, ya sabes que los nombres y yo no nos llevamos, pero déjame decirte que te entiendo, si yo fuera tú también me lo tiraría, sin arrepentimiento, es jodidamente caliente, no lo niegues, el hecho que te rechazara no quiere decir que no esté interesado.

-Eso quiere decir.-dije riendo.- Cuando te rechazan es porque no están interesados.

-El es un tipo con 300 años como mínimo, es igual de anticuado que tu.-dijo riendo.-Tiene sus demonios, se estaba abriendo a ti y tu lo besas, lo tomaste por sorpresa, eso tiene que ser, no veo otra manera para que rechazara a una princesa con 200 años, súper candente y hermosa.

-Gracias por los cumplidos, me hacen sentir mejor, tienes razón, aún así le pediré una disculpa y dejaré esto por la paz, si hace siglos que no me importa enamorarme, las cosas no empezarán a cambiar ahora.

-Si es lo que quieres, siempre te apoyare, pero dime que nos divertiremos con la jefa del clan de los vampiros de Boston, ya estoy harta de estar aquí y no tener diversión.

-Eso tenlo por seguro, necesito diversión después de este rechazo y tú necesitas hacer que ella esté de nuestro lado.

-Intentaré conquistarla, no es difícil que esa mujer se resista ante mi.-dijo segura.

-¿Es que acaso hoy tomaste un shot de seguridad?

-Me tome unos 20.-dijo riendo Grace.

-Eres una tonta.

-Lo soy, pero me adoras y lo sabes, por cierto muero por acabar estos viajes y podernos largar hasta tu hogar y matar a ese cabrón que tanto nos ha dañado.

-No eres la única que ansía matarlo, pero tienes que dejármelo a mi, te juro que cuando lo vea yo misma me encargare de él y lo disfrutaré.

-Se que si, se cuanto has esperado por eso.

-Vámonos tenemos que arreglar todo para la noche, el antro nos espera, Juliet quiere que nos reunamos ahí, no es idiota, sabe que vernos en un lugar público reduce el riesgo de que sea un ataque, no confía en mi a pesar que hace años trabajé para ella.

-Esa mujer no confía en nadie, pero cuando se trata de sexo nadie puede resistir y tu lo sabes.

-Claro que lo se, deja voy por la comida, la traeré aquí, podemos comer y después nos prepararemos para marcharnos cuanto antes.

Hice todo tal cual, me dirigí a la cocina, había varias mesas y cuando entraba una persona obtenía las miradas de todos, es por eso que odiaba ir, por qué la gente me vería, buscaría en mi una salvadora, pero no lo era, no era capaz ni de salvarme a mi misma, quien sabe si saldría con vida de eso, pero lo haría por mi libertad. Me dirigí a la fila, pero me dejaron pasar por respeto, como si no pudiera ser parte de la fila normal, como si tuviera privilegios, lo agradecí y llevé en la bandeja tres platos para Jack, Assha y para mi, el día de hoy nos habían hecho puré con espaguetti, no era la combinación mas increíble, pero la cocinera tenía un gran sazón. Al instante la gente volteó sus miradas a Alexander, era tan hermoso que entendía porque todos se perdían cuando él llegaba, lo peor es que se dirigía a mi, ya cuando me había dado cuenta estaba frente a mi.