CAPITULO 31

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NARRA SAMANTHA:

Cuando llegamos al bar de Don Manuel, ya estaba Maialen esperándonos, ya que al final, habíamos decidido llegar juntas a la tienda de tatuajes.

Por el camino, Anaju, nos contó el beso que había tenido con Hugo la mañana anterior y Mai y yo empezamos a gritar de la emoción mientras la morena casi se muere de vergüenza. Al llegar al local donde trabajaba Brian, me empezó a doler la barriga debido a los nervios.

Entramos por la puerta de cristal y detrás de un mostrador estaba Brian. Entramos detrás de él a una sala donde había una camilla y un montón de artilugios necesarios para los tatuajes. También había un tablón de corcho en la pared con los diseños de los tatuajes para que eligiéramos el que queríamos hacernos. También había agujas y pistolas para hacerse pendientes.

-Venga, ¿quién quiere ser la primera? - nos preguntó Brian.

Maialen, levantó la mano y se tumbó en la camilla. Primero, el chico le hizo un pendiente con la pistola en la oreja derecha, y después, le empezó a tatuar un pequeño corazón cerca de la muñeca. Mientras se lo hacía, Anaju y yo la mirábamos y nos dábamos cuenta de que no estaba sufriendo, o al menos, no lo parecía.

Cuando acabó, se animó Anaju. Ella se tatuó la puerta que llevaba a su huerto, porque dice que allí encuentra la calma. Mientras Brian se lo hacía, Maialen se acercó a mí por la espalda.

- ¿Qué tal? ¿Nerviosa?

-La verdad es que sí, bastante.

-Te tienes que intentar relajar, si estás tensa, te dolerá más.

Justo cuando dijo eso, Anaju se levantó de la camilla.

-Venga Sam, te toca. Si quieres nos ponemos a tu lado y te damos la mano.

Me subí en la camilla y me levanté la camiseta a la altura del ombligo. Brian me dijo que cerrara los ojos y me destensara, que no iba a ser tan duro, y así lo hice. Me desinfectó la zona y a los pocos segundos, ya tenía el piercing hecho.

-No ha sido tan duro, casi no lo he notado.

- ¿Ves? Ya te lo decía yo.

Me levanté y me dirigí a la pared en la que había un gran espejo, me miré el ombligo y sonreí para mis adentros.

-Venga, ahora dime que tatuaje te quieres hacer y donde.

Le enseñé la foto que la noche anterior le mostré a Flavio y le dije que me lo quería hacer en la espalda.

Me dijo que me tumbase boca abajo en la camilla y cuando sentí la aguja, cerré los ojos y apreté la mano de Anaju que tenía sujeta.

Los minutos que la tinta se inyectaba en mi piel, me parecieron horas, y cuando acabó, me relajé bastante.

Me levanté y me miré en el espejo como pude, Anaju me ayudó haciéndome una foto y enseñándomela. Salimos del recinto después de pagarle a Brian y darle las gracias.

Llevamos a Mai hasta su casa y Anaju y yo seguimos el camino hasta la casa de la morena donde nos esperaban Flavio y Hugo.

NARRA FLAVIO:

Cuando las chicas se fueron y Hugo y yo nos quedamos solos, le pregunté al rubio si había besado a mi hermana.

-Si, bueno, ahora no, pero anoche sí.

- ¿Anoche?

-Si, me desperté y por casualidades de la vida me la encontré.

-Pues me alegro por vosotros.

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Where stories live. Discover now