CAPITULO 41

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La semana pasó con normalidad para Hugo y Samantha, ya que iban del instituto a casa y pasaban toda la tarde ahí, estudiando o haciendo deberes. Para sus amigos era mas o menos igual que para ellos, con la diferencia de que, cuando salían del instituto, iban a casa de Gerard para organizar todo para el viernes, que es cuando se celebraría el cumpleaños. Anaju llamó a Marta y a Marcos para invitarlos a la fiesta, a lo que ellos aceptaron rápidamente.

NARRA SAMANTHA:

Después de una larga semana, por fin ya era viernes. Cuando salimos del instituto, Anaju me dijo que esta noche íbamos a ir a casa de Gerard, así que quedamos a las nueve en su casa, para que su madre nos pudiese llevar. Mi hermano y yo llegamos a casa, y hasta que llegó la hora de irnos, estuvimos cada uno encerrado en su habitación. Yo me dediqué a escribir y a leer, mientras mi hermano escuchaba música a todo volumen, y lo sé, ya que se escuchaba desde mi cuarto.

A las nueve menos cuarto, Maialen llamó al timbre y bajamos para encontrárnosla con su brillante sonrisa. Estaba muy elegantemente vestida, como si fuese a una boda o a una fiesta muy importante.

Llegamos a casa de Anaju y Flavio y Maialen los llamó a voces para que bajaran y nos abrieran la puerta, ya que dijo que para que íbamos a entrar si a los dos segundos íbamos a salir.

A los pocos segundos nuestros amigos salieron de su casa y me quedé estupefacta. Anaju estaba preciosa, y Flavio iba vestido igual que en mi sueño, completamente de negro.

- ¿Por qué está todo el mundo vestido de forma tan arreglada? No entiendo nada- me preguntó mi hermano al oído cuando nuestros amigos comenzaron a caminar hacia el garaje.

-Yo tampoco entiendo nada, Hugo. Mira a estos tres y míranos a nosotros. Parece que ellos van a una boda y que nos acaban de encontrar a nosotros por la calle.

-Bueno, tampoco exageres, no estamos tan mal.

-No, pero tampoco estamos muy arreglados. Esto lo tenían que haber avisado antes.

Nos montamos en el coche de la madre de los mellizos y durante todo el trayecto no le quité los ojos de encima a ninguno de los tres. Al llegar a casa de Gerard y entrar por la puerta, subimos al ático y en un momento casi me caigo, ya que estaba todo a oscuras. Cuando terminamos de subir las escaleras y mis pies tocaron suelo firme, la luz del lugar se encendió, dejando ver globos, mesas con comida y unos enormes uno y ocho dorados al final de la habitación. A los dos segundos nuestros amigos salieron de detrás de algunas mesas gritando "FELICIDADES"

Mi hermano y yo nos miramos sorprendidos por un instante y volvimos a mirar en dirección a la gente, para que, al hacerlo, se me llenaran los ojos de lágrimas al ver a dos personas corriendo en mi dirección y unos brazos me agarraran por la cintura.

- ¿Qué hacéis aquí?

-Mira, si no nos quieres aquí, nos lo dices y nos vamos. Vamos Marcos. - dijo Marta, la persona de la que había recibido el abrazo, cogiendo a su hermano de los hombros y sonriendo.

-No seas tonta. Te quiero- le dije yo cogiéndola del brazo y haciendo que se girara para volver a abrazarla.

-La tonta eres tú. No llores- me dijo secándome las lágrimas con los pulgares y dándome seguidamente un beso en la mejilla.

Acto seguido, fue a darle dos besos a mi hermano, y a mi se me acercó el suyo.

-Bueno reina- dijo sacando una corona de papel de detrás de su espalda y colocándomela en la cabeza- Felicidades. -

-Gracias- le contesté yo haciendo un puchero y aguantándome las ganas de volver a llorar.

Poco a poco se fueron acercando a nosotros las demás personas que se encontraban en la sala, y traían en las manos bolsas y cajas que nos iban entregando.

- ¿Y esto?

-Vuestros regalos.

- ¿Nuestros qué? Nosotros no queremos regalos.

-Habla por ti hermanita.

Esas últimas palabras de Hugo hicieron estallar de la risa a todos los presentes.

-No te lo esperabas, ¿no? - me preguntó Eva cuando fue su turno de darme un beso y un abrazo.

-La verdad es que algo me olía, porque vi a estos tres muy bien vestidos, pero nunca me imaginé algo así. Os quiero mucho.

-Nosotros os queremos más. Vuestra llegada a Madrid nos hizo muy bien a todos.

Cuando Eva se alejó de mí, Anaju me separó de la multitud cogiéndome de un brazo y me llevó a una zona apartada de la habitación, me dio un vestido blanco como el de mi sueño, intercambió unas palabras con Gerard y me llevó a la habitación del chico. Supongo que le preguntaría si me podía vestir allí. Ella se quedó fuera de la habitación todo el tiempo, y cuando me vio salir, empezó a piropearme, y yo empecé a ponerme roja a la velocidad de la luz. Después se colocó detrás de mí, y dijo:

-Ahora quiero que te tranquilices y no te asustes.

- ¿Por qué? ¿Qué vas a hacer?

NARRA ANAJU

Días antes de que llegara el viernes y se celebrara el cumple de los mellizos, Maialen y Nia vinieron a mi casa como habíamos quedado para ir a la tienda de ropa mas exclusiva de Madrid en busca del regalo que le íbamos a hacer las tres a Samantha. Estuvimos andando un largo rato por las calles de nuestra ciudad hasta que nos encontramos con la tienda de frente. Entramos y nos dedicamos a buscar el vestido que vimos un sábado en el escaparate del local. Después de preguntarle a la dependienta y buscar por los pasillos, encontramos el precioso e inmaculado vestido blanco que le íbamos a comprar a la rubia, junto con una preciosa chaqueta de pelos, que por lo menos, parecía calentita. Después de pagar, nos dirigimos a la zapatería más cercana a buscar unos botines que pegaran con el conjunto, y gracias a dios, los encontramos más rápido de lo que pensábamos.

-Vale, ya tenemos el regalo. Ahora, ¿quién se lo lleva a su casa para guardarlo?

-Lo podemos llevar a lo de Gerard, ya que la fiesta se va a celebrar ahí...

A mis amigas les pareció bien la idea que tuve, y nos dirigimos de inmediato a casa del chico con gafas.

-Hola hola, ¿qué hacéis aquí?

-Hemos venido a preguntarte. ¿A ti te molestaría mucho guardar el regalo de Sam en tu casa? Es que es un vestido y nos da cosa cargar con él.

-Por mí está bien. Lo voy a guardar en la habitación que tengo arriba, en el ático.

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Holaaaaaa, ¿cómo estáis? Siento muchísimo haber tardado tanto en actualizar esto, lo que pasa es que la universidad me trae por la calle de la amargura con tantos trabajos y tantos exámenes, pero bueno, he vuelto.

Espero que os guste este capítulo, y de ser así, votad y comentad que tal os ha parecido, que siempre se agradece leer cosas bonitas.

Nos leemos en el siguiente capitulo, un besi ❤

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang