CAPITULO 36

472 26 5
                                    

El sábado, ni Flavio, ni Anaju, ni Samantha, ni Hugo, salieron de sus casas. Samantha se dedicó todo el día a escribir en su libreta y por la noche se fue con su hermano al salón a ver una película que estaban emitiendo en Antena 3. Flavio se dedico a tocar el piano y su hermana se dedicó a tocar la guitarra y a ver una serie en su portátil.

NARRA SAMANTHA:

-Despiértate- escuché después de que un cojín me diera en la cara.

-Ay, bruto- abrí los ojos y me encontré a Hugo de pie junto a la cama.

-Que mamá ha hecho tortas de masa, como no te levantes, me las voy a comer yo.

-Voy, voy.

Me levanté de la cama y me recogí el pelo en una coleta alta mientras mi hermano bajaba las escaleras corriendo. Escuché un golpe y me asomé para mirar que había pasado, y me encontré a Hugo tirado en el suelo.

-Hugo, ¿estás bien?

-Si Sam, estoy bien. Me he resbalado solamente.

- ¿Te puedes poner de pie? - le pregunté mientras le daba las manos para que se levantara.

-Que sí, estoy bien. ¿Ves? - dijo dando un saltito.

-Si, veo. ¿Pero cómo te has caído?

-La emoción hermanita, la emoción.

- ¿Emoción por las tortas o por mañana?

- ¿Mañana? ¿Qué pasa mañana?

-Que empezamos en el insti nuevo.

-Ah, cierto. No me acordaba.

Nos dirigimos a la cocina y nos encontramos a mi madre con una taza de café en las manos.

-He escuchado un golpe. ¿Qué ha pasado?

-Aquí, tu hijo, se ha caído por las escaleras- dije riéndome.

-No te rías cabrona, me ha dolido.

-Pero es normal, si vas corriendo...

-Calla anda, y come.

Me dirigí a la nevera y saqué la leche, para después echarla en una taza y añadirle ColaCao.

- ¿Tenéis ganas de que llegue mañana? - nos preguntó mi madre cuando estábamos todos sentados en la mesa.

-Si- dijo mi hermano emocionado.

-No- dije yo en un leve susurro.

- ¿No? ¿Por qué?

-Estoy nerviosa mamá, solo eso.

-Además va a echar de menos a ciertas personas, ¿no? - dijo Hugo.

-Si, claro. Voy a echar de menos las charlas con Marta en los pasillos, la sonrisa de Marcos todos los días y los abrazos de Carlos.

-Es normal, pero se te irá pasando.

-No te creas, hace mucho que quiero verlos.

-Pero cielo, ¿qué te esperabas?

-No sé Hugo.

-Bueno, yo me voy a buscar una cosa. En unas horas estoy aquí- dijo mi madre levantándose y dirigiéndose a la puerta.

- ¿Crees que tendrá novio? - me preguntó mi hermano cuando la puerta de la entada se cerró.

-No creo.

-Bueno, yo me voy al salón. Vente cuando acabes si quieres.

- ¿Y qué vas a hacer?

NO CREO EN EL AMOR  [FLAMANTHA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat