Capitulo treinta y uno.

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Narra Rudt.

Perturbada me despierto y miro a los lados tratando de entender lo que sucedía, mi pijama sin escote impedía mi vista hacia mi pecho y de un solo tirón, lo rasgo fuertemente, esa marca esta allí. ¡Maldita sea!

—¡Maldito infeliz no puedes dejarme en paz una sola vez tu vida! —me quejaba, me matara de estrés.

—¿Quieres gritar más despacio? Es de madrugada —se queja Aiden.

Sin entender a la situación me saco las sábanas de encima y decido salir a la superficie, casi corriendo me tropiezo un par de veces y subo las escaleras, el cielo estaba iluminado y la luz blanca era hermosa, Joaquín tenía razón hace mucho no veía la luz natural.

Me recuerda a cuando fui secuestra por segunda vez, por un antojo que tengo ahora, suena a locura, pero la laguna no estaba lejos, así que voy corriendo tras esas frutas.

Me sentía un animal hambriento y en poco tiempo llegue, ya estaba acá y ese árbol, ese tentador árbol me daba la bienvenida, voy a arrancar sus frutos con desesperación y lo muerdo tan fuerte, que cuando me despego, leves rastros de sangre se presentan.

Sentía mis cinco sentidos alerta y volteo nerviosa.

No había nada.

Solo podía ver la traslucida agua moverse lentamente, estaba tibia como siempre y quería bañarme allí.

—¿Puedo? —sabia que era el hogar de Emily.

Unas gotas físicamente imposibles me salpicaron y lo tome como un sí, me

lado.

—¿Puedo acompañarte? —Jayden sale entre las sombras algo tímido y sonreí de figura, yo volteo de lado algo avergonzada— no hay cada aquí que no puedas ver, soy tuyo.

—Claro —respondo y el comienza a quitarse su playera mostrándome su saco por los hombros mi pijama y entro al agua, no me hundía y era relajante.

Escuchar esas palabras me daban escalofríos, me pasaban cosas con él y eran innegables.

—Lo sé, es que aun así me siento nerviosa.

—¿Te pongo nerviosa? —dice entrando en el agua acercándose lentamente, estaba casi desnudo.

—Mira —en lugar de responder le enseño mi palma y esta vibraba levemente, no fingía.

El con sus ojos grises mira cada parte de mi y finaliza en mi mano, la toma y entrecruza nuestros dedos para luego besarme suavemente lo deseaba tanto tanto pero por mi condición no se podía, aun así sus manos me acariciaban tal y como la ultima vez, con descaro y sin miedo, oh Jayden eres tu en todos los sentidos y me encantas.

Suspira en mis labios y acaricia mi larga cabellera roja que ya no tenia forma debido a la humedad.

Pero secamente se despega de mi dejándome anonadaba y luego entendí por qué.

—¿Qué es eso? —la cruz en mi clavícula brillaba mucho.

—Aléjate de aquí —hablo mirando hacia los lados, pero más y más radiaba esta marca —si no te vas, nunca en la vida te personare —hablo apenas y entrecortada me hace tanto mal.

Cuando comienza a disminuir me lanzo en los brazos de esta persona tan especial para mí y rompo en llanto, él era mi refugio, mi salida, mi salvavidas, sin él, juro que ya estaría muerta.

—¿Era el cierto? —acaricia mi espalda desnuda.

—Si.

El no me hablo por un rato y solo me consoló con caricias.

Mi vida a tu lado #2 [TERMINADA✓]Where stories live. Discover now