Capitulo veintidós.

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Jayden.

Mi cara esta tocando la húmeda tierra y una roca me pincha el brazo, respiro profundo mientras trato de incorporarme hasta que mi mente la recuerda; Rudy.

Dejo de lado mi cansancio y todos mis pensamientos positivos y veo en lugar donde ella estaba, ese sucio jaguar, ¿Ese era su intento de escape?¿Fallo? miro hacia la contraria dirección y veo a mi hermano en la misma posición dormido como yo hace unos momentos, casi saltando voy y lo sacudo tratando de buscar respuestas.

—¡Despierta Aiden!—. Lo zarandeo hacia delante y atrás mientras que el empieza a abrir sus ojos.

—Ya déjame, ¿Que ocurre contigo?—. Responde de mal humor.

—Rudt, ella estaba aquí.

—¿Que? donde esta?.

—Pues aquí en este sitio ¿No lo recuerdas?

—Creo que el sol te ha hecho muy mal a la cabeza, ¡Toda la maldita noche hemos dormido—. Levanta sus brazos exagerando y se incorpora seguido de mi.

—Tu estas mal, yo lo recuerdo, ¿Que diablos paso aquí?—. Levanto y  bajo mis hombros dando una vuelta en medio del bosque mixto.

—Hey, creo que debes descansar un poco, estas... raro—. Me esta convenciendo de que yo estoy mal.

—Juro que no lo imagine, ella me nombró y todo, tu la viste, el... oh, ya veo que paso—. Suspiro frustrado, Aiden no me creerá una sola palabra.

—Y que esperas para decírmelo.

—Fue Joaquin, el también estuvo en este lugar, sabes, a ti no te paso ninguna vez pero a mi si, nos han dormido, la primera vez tampoco recordé nada, creo que me estoy volviendo inmune, me duele mucho cabeza—. Confieso y el se acerca a mi y me abraza por los hombros ligeramente.

—¿ Y si desayunamos algo?—, Me ofrece—un te, algo liviano, no estas comiendo bien y mucho menos durmiendo, te vas a enfermar de ese modo, quédate tranquilo, todo estará bien—. Me aconseja.

—Tal vez tengas razón, pero luego continuamos con la casa, recuerda que tenemos que escondernos de cada criatura, y Yoaquin junto con Rudt me confirma que si tienen algo que ver, probablemente no mostrara ni su cola luego de esto—. Sonrío, se que fue mala idea decirle ya que el lo buscara hasta el fin del mundo para exigirles explicaciones.

El no dice nada mas, solo me da una media sonrisa y nos encaminamos hacia la cueva, hace añares no vamos a ese lugar gris lleno de recuerdos. Pero de este sitio jamás imaginé la frialdad que presenta al momento en el que accedemos atraves de su puerta.

Olía muy mal, la comida de aquí, sé estaba pudriendo dejando un dolor nauseabundo, me tuve que tapar la nariz y ir a la alacena para retirar la putrefacción. Luego de esto voy a la cocina y caliento el agua, es temprano aún, hace frío y hace unos días el invierno llegó, pero por cuestiones de cambio de clima la nieve aún no ha llegado.

La pava hierve y Aiden preparó las tazas blancas con rojas un una hierba que se supone que es te, yo serví el agua y el al rato cola las hierbas para no comer palos ni hojas, y en instantes ya está, solo falta la...

—Jay, pásame la azúcar—. Me pide y se la acerco, es relajante y tibio, hasta me puede llegar a acostar otra vez, pero no, no, las preocupaciones son primero.

El resto de el desayuno transcurre en silencio.

Rudt.

Me siento horrible, se que dije que amaba a Jayden pero que se supone que se hace para olvidar, primero de todo, saben, a veces me pongo a pensar, tal vez jamás ame a Joaquín, solo quería sentirme querida y ahora mira las consecuencias, estoy embarazada y no puedo evitar verme en el reflejo del agua sucia del piso y ver solo basura. Cierro mis ojos frustrada pensado en que lo odio tanto pero no puedo evitar que mis hormonas se alteren al mismo tiempo, ¡Ay lo odio!

Cuento los días de los cuales al mismo tiempo resto para el nacimiento de mis bebés o bebas, o ambos, no lo sé yo estoy muy enamorada de mis hijos y orgullosa al mismo tiempo, ambos son tan fuertes, tan soportado frío, calor, dolores, y ya en más de una ocasión pudieron haber muerto, ellos son mi vida.

Saben ya está todo planeado, cada vez que la miro a Madison le hago una señal, a duras penas he podido comunicarme, temo que sospechen de mis habilidades, solo se que Joaquín lo sabría, pero el no quiere herirme... ¿Verdad?

Respiro profundo esperando el bendito día, pero no ví que mis planes sean frustrados de esta manera.

—Buenos días queridos prisioneros—. Entra mi ex novio a la celda hecha mierda con una sonrisa maliciosa, se ve muy diferente... Su cabello antes corto y hacia un lado, está desarreglado, largo, y sus ojos iguales a los míos se veían tan fríos, se que puede ser un cambio de look pero yo no veía como el mismo Joaquín—yo siendo sincero me he cansado de  verlos en la misma posición, quiero... Cambiarlos, si... A ver vamos a ver qué tal.

El de un solo movimiento hace que ya no me encuentre en la esquina derecha, estaba en el lugar de Felix, éste estaba en el lado de Madison y ella en mi anterior lugar, pero la bebé la tenía Felix. Ambos quedaron boquiabiertos pero a mí no me sorprende, se de lo que es capaz.

—Como veran, habrán nuevos planes, nuestra jefecita ha decidido unirseles, ¿Que dices querida Margot?—. El mira en dirección hacia la puerta llena de arrumbre y de allí entra la mencionada Margot, debo admitir que hasta me exita verla amarrada e indefensa.

—Genial Joaquín liberarnos—. Espeto, estoy casi segura que nos soltará y nos dejara ir.

—Creo que no estás entendiendo las cosas querida princesa, esto ya no es un secuestro por amor, están encerrados por puro placer, pero creo, que el mayor premio eres tú, si no eres mía por las buenas lo serás por las malas, además no estarás sola, tienes a tus fieles amiguitos, es más pronto vendrá toda la parecería—. Se acerca a mi de manera veloz y de forma humana. El no lo hace por el lado del bien, no está en nuestro bando.

—Joaquín—. Digo con miedo, creo que el verdadero mounstro siempre estuvo más cerca de lo que pensaba.

—Yo ya no soy Joaquín, sabes bien como es mi nombre, dilo—. Dice con voz gruesa, no veo esa simpatía o a ese chico enamorado de siempre— ¡Dilo!—. Me grita al no responder.

—Yoaquin—. Tiemblo.

—Exacto, Joaquín ha muerto junto a todos al rededor, estoy harto de mentir, es mucho más  divertido jugar a el gato y al ratón siendo el gato.

—¿Por qué haces esto?¿Que te hemos hecho?—. Digo casi con lágrimas ¿No podemos vivir en paz?

—¿Realmente tu no entiendes nada princesa?, Lo hago porque es tan placentero tener el poder de acabar con quién se me cruce en el camino, este es mi verdadero yo, lo confesaré, tuve que tener un pequeño empujoncito para pisar la realidad, no es nada personal, pero tú estás involucrada. Tu y el resto de tu asquerosa raza, eres una simple humana, y me tienes tan loco, tanto Rudt. ¿Quieres saber que más puedo hacer? ¿De que soy capaz?

—No—. Contesto.

—Mal por ti, no está en tu criterio. No te tengo miedo Rudy, yo te di los poderes, se muy bien su límite, así que diles adiós, es mejor prevenir que lamentar.

El pone una mano en mi pecho tocando uno de mis senos asquerosamente mientras siento que me extrae cada gota de mi poder, oh no...

—Listo querida, ¿Otra prueba más?—. Pregunta en general. El en su mano tiene una bola de poder color celeste, así se veía siempre mi aura.

—Otra más—. Dice un chico vestido de negro con un piercing en el labio al fondo de un pasillo, no lo había visto antes.

—Gracias Adrián, lleva a la castaña en la esquina, justo enfrente de Madison—. Da una media sonrisa, tengo miedo de lo que el pueda llegar a hacer.

Una vez que ella está atada en ese lugar el me mira de reojo y de un chasquido Margot se convierte en una estatua de piedra.

—No puede ser—. Espeta Madison dolida.

—Aqui está la responsable de todo este caos ¡Que la disfruten!—. Dice el jaguar y el se retira por la puerta de hierro acompañado de el chico de negro mientras ríe de forma malvada.

El nuevo Joaquín no me gusta, y ahora sin poderes ¿Que se supone que haré?

Mi vida a tu lado #2 [TERMINADA✓]Where stories live. Discover now