—¡Señorita Larsson, pase!—comento alegremente el profesor Dumbledore, no dije nada y entre sentandome enfrente de su escritorio.

—¿Hice algo malo, profesor Dumbledore?—pregunte confundida.

—No, no, nada de eso.—negó rápidamente.—Tenemos noticias que darte...—miró rápidamente al profesor Snape que se encontraba alado mío.—Sobre tú madre.

—¿Mi madre? ¿Qué le pasó? ¿Esta bien?—pregunte preocupada.

—Me acaban de informar que su madre... ha empeorado. Necesita ir a verla, no le dan mucho tiempo.—comentó el profesor Dumbledore haciendo que mi mundo se parara, sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, y mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal, mis ojos se cristalizaron.

—¿Pu-puedo ir por mis cosas?—pregunte levantándome torpemente.

—¡Claro! El Profesor Snape la acompañará a su clase para que recoja sus cosas, vaya por lo que necesite y vuelva acá.—informó el, asentí con la cabeza dándome vuelta.

El profesor Snape y yo íbamos de regreso al aula de la profesora McGonagall.

Abrió la puerta del aula sobresaltando a todos, yo mantenía mi mirada en el piso mientras mordía mi labio para no soltarme a llorar ahí.

—La señorita Larsson se retirará a causa de unos asuntos personales.—avisó el Profesor Snape, pero al parecer la profesora McGonagall ya estaba enterada ya que se sorprendió al principio pero después asintió, camine hacia mi lugar sin mirar a nadie me puse enfrente de mi pupitre cerrando los libros y cuadernos, mis manos temblaban mucho, levante mi mirada topándome con la de Draco que se encontraba aún más pálido de lo normal, él al verme se paró de su asiento.

—Profesora McGonagall si me permite me gustaría acompañar a Amélie.—comentó el impaciente.

—Lo siento Malfoy, solo han informado que la señorita Larsson tiene derecho a retirarse, vuelva a tomar asiento.

Metí mis cosas a las mochilas para después ponerla en mi hombro.

—Pero Profesora...

—Tome asiento de nuevo Malfoy, ¿no querrá que le quite puntos a su casa o sí?—Malfoy se dejó caer en su asiento de mala gana, yo avancé a la salida del aula junto el profesor Snape.

Entre a mi habitación para arreglar rápidamente la maleta pero me senté en la cama echándome a llorar, no estaba preparada para despedir a mi madre, y no lo iba a estar.

•••

Ron Weasley.

Habíamos regresado de ver a Sirius, íbamos rumbo a la torre Gryffindor cuando noté que iban saliendo de clase los de Slytherin.

—Espérense.–les dije a Harry y Hermione.—Van saliendo los de Slytherin, hay que esperar a Amélie.

—El amor, el amor.—canturreo Harry codeándome, me reí.

—Cállate, Harry.

—¿No te puedes esperar a verla después, Ron?—se burló sonriendo.

—No dire nada.—apreté mis labios ocultando una sonrisa reprimida viendo cómo los estudiantes iban saliendo del aula.

Pero a final no salió, fruncí el ceño y me acerqué al aula que se encontraba ya desierta, regresé con los demás.

—Parece que falto a clases.—comente.

—O tal vez ya había salido, Ronald.—dijo Hermione impaciente.—Luego la ves.

Hice una mueca y asentí mientras seguíamos avanzando ala torre Gryffindor.

—Solo que se me hace raro que no haya asustado a clases.—dije confundido,—ella no suele faltar.

—Posiblemente hay una explicación, Ron.—me animo Harry.

—O tal vez sólo salió antes de que nosotros llegáramos.—dijo Hermione, sonreí de lado.

Caminamos por el vestíbulo cuando vi a Malfoy hablando con Crabbe y Goyle.

—Malfoy.—lo llame acercándome a él, el me vio sin expresión alguna.—¿Has visto a Amélie?

—¿Dónde se supone que estabas, Weasley? Faltaste a clase.—comentó con desprecio.

—No me has contestado.

—Y tú a mi tampoco.–dijo fríamente.

—Estaba haciendo unas cosas que no son de tu incumbencia.

—Claro que no son de mi incumbencia.—miró a Crabbe y Goyle.— Si me permites tengo que irme.—dijo queriéndose ir.

—¿Y Amélie?

—No estoy de humor, Weasley.—dijo entre dientes dándome la espalda y alejándose con Crabbe y Goyle.

—Cada día está más insoportable.—dije llegando alado de Harry y Hermione.—¡No me quiso decir donde estaba Amelie!

—Capaz la ves ahorita en la comida, Ron.—dijo Harry palmeándome la espalda.

—Lo más seguro.—dije desanimado caminando.

—Sabes como es Malfoy, no se que te sorprende Ronald.—me dio una mirada Hermione,— era algo obvio que no te diría dónde está Amelie.

—Bueno, debería. Yo soy su novio.

—A Malfoy no le importa si eres su novio.

Apreté mi labio, algo no andaba bien. Pero me tocaba esperar hasta la hora de la comida para poder hablar con Amelie.

—¿Y qué creen que haya pasado?—pregunte llamando la atención de los dos.

—Ron, te estás haciendo ideas que no son. Deja de pensar en eso solo por que no la viste.—dijo Harry,—no pasó nada.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Where stories live. Discover now