Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

153.

Draco Malfoy.

Una vez ya dentro de Hogwarts, me dirigí al baño a toda prisa, al llegar me acerqué al lavamanos mientras apoyas mis manos, e incline mi cabeza, me solté a llorar.

—Ya....ya...—escucha decir a Myrtle.—Ya...ya.. cuéntame...¿Qué te pasa?.... Quizás puedo ayudarte.

—Nadie puede ayudarme.—dije temblando mientras lloraba.—No puedo hacerlo.... no puedo... no sirvo para esto... y si no lo hago... dijo que la mataría.

—Todo estará bien...—dijo.—... no te atormentes... ¿Qué fue lo qué pasó?

—Sabían que ellos fallarían... lo sabían...—me solté a llorar.—... ahora tengo más trabajo que hacer... estoy.. estoy muy estresado... no quiero esto... es mucho para mi.

—Habla con ella... ella te escuchara.. lo ha hecho...

—No...—cerré mis ojos con fuerza.—... Tiene que ser hoy... tengo que hacerlo hoy.. no hay tiempo... tengo que... quiero que todo esto pare... Ya no quiero.

—Ella te puede ayudar.

—No quiero que ella se meta en esto, no quiero que tenga más pesadillas en la noche.—dije entre dientes llorando.— Solo yo puedo ayudarla... yo no puedo solo ser débil frente a ella... uno de los dos debe.. debe ser fuerte.

–....Estas roto, Draco.

No dije nada, apreté el lavamanos con fuerzas, y lloré, lloré fuertemente. Escuchar a mi madre suplicándome que salvara a Amélie, fue lo peor que pude haber escuchado.

Hoy tendría que quedar el armario, Hoy tenía que hacer todo.... y antes de que eso sucediera; solo quería llorar.

—Ya....ya...ya...—trataba de consolarme Myrtle.—... Verás que estarán bien.

—.... no se si pueda hacerlo... pero no puedo fallar... no puedo fallarle... la matará... matará a mi familia.—llore aún más.

Sentía mis piernas débiles, alce mi cabeza viéndome al espejo, estaba aún más delgado de lo que recordaba, y más pálido, tenía ojeras.

Me incline hacia el lava manos mientras abría la llave del agua, me moje la cara mientras trataba que mi respiración se calmara.

Uno de los debe ser fuerte, y ese seré yo.

Apreté mis labios, mis manos seguía temblando. Una vez que deje de llorar, me mire una vez más al espejo. Acomode mi cabello y mi uniforme.

Salí del baño a paso firme, con la mirada en alto ignorando a los estudiantes que se encontraban en los pasillos, fui directo a las mazmorras.

Al entrar, como era costumbre estaban sentados Nott, Zabini y Amélie en los sillones, Amélie se giró y al verme se levantó acercándose.

—Draco... ¿estás bien? Me había preocupado mucho por ti.—dijo examinándome, sonreí para calmarla.