el juego

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Keana

- ¿Tienes tiempo por la tarde?- me preguntó Lauren esperándome a la salida de nuestra última clase.

- Pues...sí, supongo, Camila pospuso la práctica de hoy -respondí mirándola confundida.

- ¡Perfecto! ¿Tus padres estarán por la tarde?- inquirió caminando a mi lado. Íbamos hacia mi casillero.

Alcancé a dar dos pasos más antes de caer en cuenta de su pregunta.

- Ríndete, todavía no puedes tocarme- declaré acelerando.

- No seas tonta, es por otra cosa- replicó.

Me detuve y la fulminé con la mirada. ¿Me acababa de llamar tonta con el mismo tono que usa Camila?

-Lo...lo siento, no quise llamarte tonta- excusó de inmediato.

- No, no estarán- contesté siguiendo con nuestro camino.

- ¿Puedo pasar más tarde?- desde lo sucedido detrás de las graderías la semana pasada, Lauren se comportaba muy juiciosa conmigo.

Reconozco que extrañaba sus besos y sus abrazos pero iba a mantener mi palabra hasta que estuviera completamente segura de que no me comparaba con Camila. Estaba determinada a hacer de ella una mejor persona.

- Tú sabes que sí- abrí mi casillero y empecé a guardar los libros y a sacar los que necesitaría.

- Entonces a las 4 llego a tu casa- y se alejó corriendo.

El pasillo se quedó solo poco a poco y yo aproveché para recargarme contra el casillero. Todavía no estaba segura de que hubiera tomado la mejor decisión aceptando a Lauren como mi novia de nuevo.

La idea de que las cosas pudieran terminar mal y que ni siquiera quedáramos como amigas, me aterraba. Tampoco había podido hablar con Karla pues estaba de viaje en el extranjero con Michael y su familia y no tenía un número para localizarla.

Estaba muy confundida últimamente, a pesar de que hacía todo mi esfuerzo por evitar que Lauren lo notara. La quería, y la quería mucho pero, yo no había ganado nada. Lo que me atormentaba era que Camila y yo nos habíamos "declarado guerra" por mi novia y, al final, no gané. Camila se dio por vencida. La conocía, o por lo menos no me sorprendía por las cosas que ella hacía, y no se me haría en absoluto extraño que Lauren viendo a Camila con su padre fuera un accidente muy bien planeado.

Cerré el casillero, y estaba a punto de irme cuando un perfume de durazno me llegó a las fosas nasales.

- Hola- saludó Camila.

Acto reflejo, pegué mi espalda a los casilleros como si me fuera a atacar.

- Hola...- respondí más fuerte de lo normal. Si pensaba hacerme algo, al menos alguien sabría que estamos ahí.

- No te voy a hacer nada- aclaró. El tono dulce que usó un segundo antes desapareció.

- ¿Entonces? ¿Por qué apareces de la nada?- vale, no sólo estaba confundida últimamente, también algo paranoica. Camila tenía una forma especial de prestar atención a los detalles y para ella no pasó desapercibida la falta de contacto entre Lauren y yo.

- Quería preguntarte algo...- y de nuevo el tono dulce, ¿era la única que se asustaba con sus altibajos?

Por seguridad, me deslicé hacia un lado, sólo por si acaso debía salir corriendo.

friends with benefits / camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora