cría cuervos...

1K 97 69
                                    

Camila

Lauren era muy ilusa si creía que las cosas se iban a quedar así como así. Yo nunca iba a ser la segunda de nadie, y mucho menos cuando la "primera" era la falsa de Keana. Maldita perra hipócrita...

Durante el resto de la fiesta no pude evitar estar llena de ira. Ya recordaba quien era la castaña. ¿Quién más sino mi cómplice del asesinato de Karla? Karla...el viejo amor de Lauren. Definitivamente, la vida daba muchas vueltas. Claro que todavía me causaba curiosidad su cabello. La recordaba perfectamente como una rubia natural pero, ahora, su cabello era castaño natural. No tenía ni una sola raíz, en ninguna de las dos ocasiones. ¿Sería posible que tuviera una gemela? No, lo dudaba, ¿igual en todo menos en el cabello? Eso, hasta donde yo sabía, no era posible. A menos que fueran mellizas pero, entonces, ¿Por qué tan parecidas? Los mellizos no son idénticos...

La fiesta acabó, por fin.

Austin, como siempre, me llevó hasta mi casa. Insinuó sus intenciones de quedarse a "dormir" pero me hice la digna y me despedí.

Milagrosamente, cuando llegué a la habitación, mi disfraz seguía prácticamente intacto. Salvo mi cabello que estaba suelto.

Entre el licor, la rabia, y mis delirios de grandeza, no pude evitar quedarme frente al espejo y posar para mí misma. No tardé en fijarme que mi maquillaje no estaba tan glamoroso como al principio de la noche, así que lo arreglé, saqué el celular y aproveché para tomarme algunas fotos. Sabía, perfectamente, que estaba en fase de niña influencer, arreglándome para tomarme fotos que después subiría a Facebook. Pero estaba tan hermosa con mi traje que era una oportunidad que no podía dejar pasar.

En esas estaba cuando el timbre de mi casa sonó. Eran las cuatro de la madrugada.

-Arg... ¿Cómo le hago entender a Austin que no quiero sexo?- me quejé mientras soltaba un suspiro de paciencia.

Timbraron de nuevo.

- ¡Un momento!- grité. Encima de todo venía con prisas el idiota.

Bajé tan rápido como el traje me lo permitió y abrí la puerta. Casi me caigo de la sorpresa cuando vi a Lauren del otro lado. Tanto licor me estaba haciendo alucinar. Pero, la alucinación seguía ahí.

- Hola- dijo son sorna.

- ¿Qué haces aquí?- exigí saber.

Soltó la risa y entró a la casa sin que yo le diera permiso.

- ¿Cómo estás?- preguntó cerrando la puerta casi arrebatándomela de las manos.

Estaba tan sorprendida que no podía hablar. Tan sorprendida que yo misma me sorprendía de lo sorprendida que estaba.

- Repito, ¿Qué haces aquí?- insistí con cuidado de que no se me enredara la lengua. Era como si todo el licor que había mantenido más o menos controlado, ahora se apoderara de todo mi cuerpo.

- ¿Me estás diciendo que no puedo venir?- inquirió saliéndose por la tangente.

¿Quién diablos era esa persona frente a mi? Era como si Lauren se hubiera convertido en el verdadero Casanova, con la actitud arrogante, el tono manipulador, y el porte de un caballero de Venecia acostumbrado a tener a todas las mujeres a sus pies.

-No me saques de quicio, no estoy para juegos tontos- advertí llevándome las manos a la cintura.

- Ya dejé a Keana en su casa y quise venir a hacerte visita, te he ignorado toda la noche- reveló con tranquilidad.

friends with benefits / camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora