falta personal.

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Camila

Austin intentó enterrarme el cuchillo en el pecho pero lo esquivé haciéndome a un lado y el filo terminó clavado en la pared. Sentí un líquido caliente correr por mi espalda pero no me dolía así que lo ignoré. Aproveché para arrastrarme detrás de él. Ok, lo reconozco, ahora sí estaba aterrada. Lauren se puso de pie apoyándose en una silla detrás de ella y aprovechando que nuestro atacante estaba de espaldas, lo pateó con tanta fuerza como pudo. Su cabeza pegó contra la pared y de inmediato perdió el conocimiento.

Me pareció demasiado fácil.

- Ven, ayúdame a cortar la cinta con el cuchillo- pidió Lauren acercándose al cuerpo

. - ¡Espera! No creo que debas...- intenté decir pero fue demasiado tarde.

Apenas ella puso un pie cerca de él, éste la hizo caer y se sentó encima para ahorcarla. Como tenía las manos atadas en la espalda no podía defenderse y sólo se movía tratando de respirar. Por un momento no supe que hacer, estaba demasiado asustada para moverme pero, pronto recobré la consciencia. Me puse de pie tal y como ella lo hizo y lo pateé en la cara. Le rompí la nariz y lo dejé aturdido el tiempo suficiente para tomar cortar la cinta que ataba mis manos. Quiso atacarme pero Lauren lo detuvo empujándolo contra la pared, a lo que respondió tomándola por el cabello para atraerla hacia él y darle un rodillazo en el abdomen que la dejó sin aire. Antes de que pudiera hacer algo más lo apuñalé en la espalda unas cinco veces.

El cuerpo cayó sin vida a mis pies haciendo un charco rojo en menos de nada. Tuve que hacer un gran esfuerzo para controlar el disparo de adrenalina.

Saqué el cuchillo de su espalda y fui a cortar la cinta de Lauren que todavía tosía para recuperar el aliento.

- ¿Estás bien?- pregunté mientras la llevaba hasta la silla.

- Lo mismo iba a preguntarte- respondió sosteniendo su abdomen - me duele mucho...- confesó apenas se sentó y soltó un grito de dolor.

- Déjame ver- con cuidado le levanté la blusa y vi un enorme morado que parecía crecer a cada segundo.

Varias costillas rotas, seguramente.

Suspiré profundo para calmarme y pensar qué hacer.

- Tiene que haber un celular por aquí- fui con el cadáver de Austin para registrarlo.

- ¿Está muerto?- curioseó ella con esfuerzo.

- Podría matarlo un poco más, si quieres- contesté con odio.

- ¿Qué vamos a hacer? Lo matamos...- insistió.

- Corrección, yo lo maté, no tú- aclaré buscando en los bolsillos del pantalón.

- No te voy a dejar sola en esto- replicó y el esfuerzo le dolió.

- No me vas a dejar sola en nada, lo maté en defensa personal, es lo último que me preocupa en este momento- corté – no tiene nada, ¿Dónde está la chaqueta que traía puesta?- me limpié la sangre en el pantalón.

- No lo sé, tal vez en la cocina- dedujo - estoy mareada...- agregó buscando algo en que apoyar el brazo.

Seguro una de las costillas rotas había perforado algo.

- Que ni se te ocurra desmayarte- amenacé corriendo a la cocina a buscar la maldita chaqueta.

- ¿Y qué pasa si me desmayo?- retó.

- ¡Te dejo sin sexo por un mes!- grité desde la cocina.

La escuché reír pero se calló al segundo. Por fin encontré la chaqueta y en ella el celular.

friends with benefits / camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora