ira y frustración

952 73 9
                                    

Keana

Cuatro días sin saber nada de Lauren. ¡CUATRO DIAS! Se iba a ganar la bofetada del siglo apenas la viera. ¿En serio cree que no sospecho nada de lo que hay entre ella y Camila? ¡¿De verdad me cree tan estúpida?!

Si no había destrozado mi cuarto era porque apretaba una almohada entre mis brazos con tanta fuerza que me dolían los músculos.

¡¡Ni siquiera una llamada!!

Podía sentirme, y escucharme, echar chispas de la rabia. ¿Cómo pudo ocurrírseme que Lauren estaría conmigo? Por Dios, conoció primero a Camila, esa relación estaba sellada desde el principio.

- ¡Keana! ¡Iremos a una reunión de tu padre, llegaremos tarde, no nos esperes despierta!- gritó mi madre.

¡Vale!- respondí controlando la ira un segundo para hablar.

- ¡Te amamos!- exclamaron ambos juntos seguidos del sonido de la puerta al cerrarse.

¿Por qué diablos no me llamaba? ¿Tan poco lo importaba? ¿Por qué carajos siempre me enamoraba de mujeres a quienes yo no les importaba? Sí, la pobre Keana, siempre encaprichada con chicas que no quieren chicas o con chicas que ya tienen otras chicas. En serio, necesitaba un terapista para eso, no era normal.

Tomé el teléfono y marqué el número de alguien que nunca olvidaría.

- ¿Aló?- respondió una voz.

Vacilé.

- ¿Aló?- repitió un poco más fuerte.

- ¿Ka...Karla?- claro que era ella. A pesar de que ya habían pasado unos meses yo seguía poniéndome nerviosa cuando le hablaba. Era obvio, "unos meses" no eran suficientes para enmendar lo que hice. Tal vez unas cuantas décadas servirían.

Suspiró con fuerza. ¿O bufó? Era tan difícil descifrarla por teléfono, ella era tan buena mentirosa como Camila, sólo que estaba del lado correcto de "La Fuerza".

- Hola Keana- dijo finalmente. La imaginé dejándose caer en la cama como siempre hacía cuando hablábamos por horas.

- Hola, ¿cómo estás?- pregunté acostándome igual.

- Super, Michael me recogerá en un rato, vamos a una fiesta -anunció para torearme.

- Genial- solté, y lo decía en serio - ¿Fiesta de qué?- curioseé. Poco a poco se iba bajando la tensión. Ya no me hablaba tan seca como hacía una semana

- De unos amigos de él, ¿quieres ir?

Estoy segura de que me invitó por cortesía o fue simple descuido.

- No, mejor en otro momento- Y tampoco quería ir, estaba demasiado enojada como para ponerme a celebrar.

- Vale, como quieras- sonaba sincera - ¿Por qué me llamaste?- ahora sonaba interesada. ¿Todo eso en una semana?

Karla era...era la mujer más extraña que yo conocía. No se parecía a nada ni a nadie, creía en sus propias cosas, no se dejaba manipular ni era manipuladora, a menos que fuera una urgencia. Y, también, era alguien que siempre salía bien de una mala situación. De una forma u otra se recuperaba.

- Es...Lauren- confesé. Los ojos me empezaron a escocer.

- ¿Tu novia? ¿Qué pasa con ella?

- Tiene una amante...

Tomó aire con fuerza, como sorprendida.

- ¿Qué? ¿Por qué?- era bueno escucharla hablar como cuando éramos amigas, antes de que se me ocurriera enamorarme de ella.

friends with benefits / camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora