Sesenta y ocho

820 45 11
                                    

Pasaban los días uno peor que otro.

Más trabajo, menos tiempo con él.

Ya no lo veía, pero, por las diferentes redes sociales manteníamos contacto.

Desde que amanecía, hasta que anochecía, charlaba con él.

Sabía todo lo que hacía, me daba explicaciones sin pedirlas.

Decía que me deseaba.

Decía que me quería.

Decía muchas cosas; nunca dijo que me amaba.

Deseo OdiarteWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu