Ciento treinta y ocho

792 47 40
                                    

Estaba en los reconfortantes brazos de Kevin, las lágrimas habían cesado después de un rato de batalla.

Enamorate de mi resonaba en mi mente, buscaba el chiste o la mentira en esas palabras pero no encontré nada.

Mi corazón se sentía culpable, mi alma lanzaba insultos al aire con dedicatoria hacia mí, ¿qué hice para merecerlo?.

Por más que me quería engañar y solo dejar a Kevin en mi triste corazón no podía, de alguna manera este lo rechazaba y la imagen del verdadero dueño aparecía para negarle paso, para negarle amor a mis dulces ojos cafés.

Que terco y estúpido amor que a pesar de todo seguía aferrado a los recuerdos; a los momentos bonitos que quemaban a fuego lento todo mi ser. Amarlo eternamente sería mi penitencia, desear odiarlo mi peor castigo.

—No puedo. —Negué repetidas veces en el pecho de Kevin, negando esa posibilidad de enamorarme de él, de que estuviera enamorado de mí porque eso no podía ser, jamás pasaría, jamás lo amaría como lo hacía con él.

— ¿El qué princesa? —preguntó aturdido por romper la calma del lugar.

—Nada.

Nos quedamos en silencio solo con el sonido de nuestras respiraciones a la par. Acariciaba mi cabello pasando su mano de arriba a abajo mientras deshacía nudos de mi cabello. Besó mi frente cuando estaba cayendo en las fauces de un profundo sueño.

—Te quiero. —Dijo al despegar sus labios de mi piel. Lo miré a los ojos y aparté la mirada unos cuantos segundos al percatarme que las palabras no salían de mi boca, solo se mantenían en mi mente. En parte sabía que mi "te quiero" no significaba lo mismo que el suyo y era por eso que no podía decir nada, no quería ilusionarlo más de lo debido.

Suspiró desilusionado por no tener ninguna respuesta de mi parte. Me sentí culpable por no poder corresponder como el lo merecía; a manos llenas, con el corazón entero, con el alma pura y solo con ojos para esos brillantes ojitos claros coquetos que tanto me gustaban.

—También te quiero, pero... —posó su dedo índice en mis labios callándome de golpe.

—Solo somos amigos, lo sé, lo entiendo, solo quiero que lo sepas, que te quiero más de lo que debería. —Culpa y más culpa corría por mis venas, en algún momento, en algún punto de nuestra relación llegamos al mismo dilema de la amistad, jodida amistad, jodidos sentimientos que no dan una en cuestiones amorosas. Ahí estaba yo diciéndole amigo a quien me podía brindar amor sincero, ahí estaba yo esperando por un amigo para darle amor sincero. Ironías de la vida, ironías de la amistad.

—Lo siento. —No tenía más palabras para expresar lo que sentía.

—Esperaré. —Sus ojos se pasaron sobre los míos. Había tanta calma en ellos, tanta serenidad que por un instante me sentí en paz.

—Te cansarás —musité siendo realista ante la situación.

—No lo haré —masculló.

— ¡A qué sí!

— ¡A qué no!

—Lo harás y cuando lo hagas serás feliz porque ya no estaré jodiendote la vida.

—Jodeme todo lo que quieras. —Comenzó a reír a carcajadas.

—No me gustó como sonó eso. —Dije al encontrar el doble sentido de su frase.

—Sabes quizá un día te levantes con el pie derecho y te des cuenta de todo lo que está frente a ti, quizá también te des cuenta de lo que ya no está. —Comentó pensativo.

—Quizá...

—Quiero que sepas que no importa que tu no me quieras de la misma manera que yo, quizá tampoco espere toda la vida, quizá el día de mañana haya un cambio brusco, pero no olvides que siempre estaré ahí, queriendote de la manera más sincera. —Esbozó un sonrisa tímida. Sentí miedo con lo que me dijo, miedo a quedarme sola en un abismo sin fin, miedo que Kevin ya ni siquiera deseara estar conmigo. Si un día su amor por mi se esfumaba, si un día los te quieros ya no resonaban en mis oídos lo tendría bien merecido. Si un día mis ojos ya no veían sus ojos brillar, si ya no viera su sonrisa una vez más no le guardaría rencor, le agradecería por todo lo que me había dado, por todo lo que me había enseñado, lo querría por siempre pero no como el me quería.

—No mereces alguien como yo. —Mi corazón palpitaba con fuerza, sentía pánico con solo pensar que el me me rechazaría, que me vería diferente, que me llegara a decir mis verdades.

—Sé que no soy suficiente para ti princesa... —musitó a medias, esa vez lo interrumpí yo.

—No me refiero a eso, tu eres miles de veces mejor que yo.

—No entiendo —dijo extrañado.

—Es solo que, yo nos soy digna por así decirlo —mascullé, tenía un nudo en la garganta —. Yo me acosté con él, más de una vez.

Su mandíbula se puso tensa, se veía acongojado aunque tranquilo.
Tocó mis labios con su dedo pulgar, mordió su labo inferior, después de un rato dio un largo suspiro e hizo una mueca que no llegó a ser una sonrisa.

—No me agrada saber eso. —Puso sus labios en mi nariz por un instante un pequeño beso, un pequeño roce. —No te puedo pedir pureza cuando yo no soy casto princesa —dijo cerca de mis labios.

Con más razón no lo merecía, el no llegó a hacer nada de lo que imaginaba, él era tan tierno, tam especial y yo tan simple, tan monótona y con el corazón perteneciendole a otro.

—Ya es tarde muñeca. —musitó. Bostezó contagiandome a mi también.

—No te vayas.

—No es correcto. No está bien. —espetó mientras rompía el abrazo.

—Eso no importa quiero que te quedes, por favor —pedí con voz melosa mientras tomba su brazo para que no pusiera um pie fuera de la cama. Sonrió, era una buena señal.

— ¿Estás segura?

—Sí. Solo dormiremos, lo juro. —Levanté las sábanas para que se acomodara más cerca de mi.

—Dormir, que aburrida eres primor.

—Tonto.

—Buenas noches mi cielo —dijo acunandome en sus brazos.

—Buenas noches. —Besé la comisura de sus labios, cerró los ojos y con una sonrisa se quedó dormido.

¿Podría algún día enamorarme de nuevo? Solo una vez más quizá de Kevin, quizá de alguien que en realidad merezca ser amado, quizá alguien que me ame solo a mí.

¿Podría algún día dejar de amarlo? Anhelaba que sí, poder recordarlo sin suspirar por no tenerlo.

¿Podría odiarlo? Jamás, porque a quien se llega a amar no se le odia.

Guardaré este inmenso amor para alguien que lo merezca.

----
No, no es el final :/ pero ya casi está cerca. Creo que ya no subiré cap hasta que tenga la palabra FIN en el último capítulo y solo me falte el Epílogo.
Muchas gracias a los que me leen, me recomiendan, a los que votan a los que comentan joder quiero llorar por que ya pronto no los veré en esta historia, aunque estoy creando nuevas cosas pa no dejarlos :'( espero que me sigan leyendo mis amores. Se les quiere un chingo y se les ama un putazo.

Deseo OdiarteWhere stories live. Discover now