13. Cisto

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Vomitó de nuevo mientras intentaba concentrarse en dejar de temblar.

Aunque sentía que todo le dolía, y por si fuera poco, se sentía asqueado, no podía pasar más tiempo ahí, necesitaba irse.

Como pudo, salió de su baño para terminar de empacar, y ahogó sus ganas de llorar después de colocarse un suéter.






"Nos vemos papá" -Mu Qing abrazó a su padre, mientras Alessandro fingía llanto algo exagerado, bajo las mirada de las dos mujeres más importantes de su vida-.

"Mamá no lo dejes ir, lo voy a extrañar" -El mayor le lloró falsamente a su madre, y tanto Mu Qing como Stella rodaron los ojos-.

"Llámame cuando llegues" -La rubia lo abrazó mirándole con cariño, y el platinado asintió antes de abrazarla fuerte-.

"Mamá"

"Basta, Alessandro" -Al rubio no le quedó más que callarse cuando su padre habló, y solo se despidió de Mu Qing en la puerta, deseándole algo obligado un buen viaje, Stella y él lo extrañarían, sería un inicio de año diferente para todos, pero aunque Alessandro lo había estado molestando, realmente esperaba que se divirtiera, rara vez aceptaba hacer algo diferente, y a sus dos hermanos, les alegraba que fuera con Lorenzo, el pelirrojo amaba a su amigo, por supuesto que si se quedaba con él estaría bien-.




Por otro lado.

Feng Xin bajaba del avión escuchando a Carlo, el mayor le contaba el como Laeticia Pavan, fue a su casa a investigar acerca de su relación, y de si engañaba a Feng Xin o si Lorenzo engañaba a Feng Xin, ya que lo último que la castaña había escuchado es que el segundo hijo de los Bernardi, Feng Xin, salía con Lorenzo Montorfani, pero, Carlo le había dicho meses atrás que salía con él, y el día de la fiesta de los Montorfani, había encontrado a Carlo y a Lorenzo en una posición, bueno, algo explícita.

Carlo casi fingió su muerte para que la menor lo dejara en paz, aunque, mientras fingía que se ahogaba con un vaso de agua, se le ocurrió decir que salían los tres, en una especie de relación abierta, mientras no acercaran a Francesco con Massimo, todo iba bien, y aunque la castaña no le creyó del todo, no le quedó más que "creerle".

Feng Xin sabía que no se quedaría con la duda, así que tenía que ser más precavido y cuidadoso, con todo y que no sabía como es que lo sería.

Para ser honestos, ninguno de los cuatro supo como, pero para las vacaciones de diciembre, que afortunadamente duraban hasta febrero, seguían con su relación secreta.

Cane, el primo de Feng Xin escuchaba intentando no escuchar demasiado, aún sentía un nudo en el estómago cada que recordaba que Feng Xin salía con un La Porta, pero no podía juzgarlo, menos, cuando tuvo la confianza de invitarlo, y llevarlo a Francia con ellos, intentaría pasar el menor tiempo cerca de Francesco cuando ese La Porta estuviera cerca.

Como su vuelo salió temprano, no pasaba de la una de la tarde cuando los tres se instalaban en sus respectivas habitaciones, Carlo terminó primero, y fue a buscar a Cane, tenía que prepararlo antes de que Francesco soltara la noticia de golpe.

"¿Puedo pasar?"

"Vieni a passare" -Después del permiso, este entró, conocía a Bartholomeo "Cane" Bernardi desde que eran niños, no eran cercanos, pero los dos valoraban muchísimo a Feng Xin, y eran conscientes de lo cercano que era el otro para este-.

SAVAGES (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora