10. Camelie

449 60 75
                                    

"No"

"¿Por qué no?" -Feng Xin rió bajo mientras besaba su cuello, y dejaba una larga hilera de besos por este-. "Piénsalo por favor"

"No, ni siquiera lo imagines idiota" -El mayor no lo dejó seguir hablando, lo sujetó por la cintura para subirlo a horcajadas sobre él, y comenzó a dejar finas mordidas sobre su cuello hasta sus clavículas. Mu Qing se sonrojó, pero en lugar de responder verbalmente, subió sus manos al cuello del contrario y elevó su rostro para iniciar un tibio beso-. "Ni siquiera así, ¿de donde mierda sacaste esa idea?"

"Estaba en clase"

"¿Tuviste una erección en clase, sole?" -Feng Xin se sonrojó frunciendo el ceño, mientras Mu Qing reía cambiando de posición para quedar sobre él de nuevo-. "Está bien, no me molesta que pienses en mi de esa forma, ya son tus fetiches raros y tu decides donde pensarlos, pero ni siquiera por eso voy a aceptar"

"Sólo piensalo, por favore, sería emocionante, una forma de estar más unidos" -Mu Qing se sentó de mejor forma sobre él, y le miró serio, aún considerando en si siquiera debía de considerar aquello-. "No podría lastimarte nunca, lo sabes, solo quiero que probemos algo diferente"

"Voy a pensarlo, pero no te prometo nada" -El platinado rodó los ojos, antes de agachar su cuerpo y dejar un largo beso sobre su mejilla. Feng Xin sonrió acercándolo e iniciando un ansiado beso húmedo por ambos, el mayor succionó sin pena alguna el labio inferior del platinado-.

"Primo, mi tía te está buscando dice que es u-" -El invasor se calló de golpe, mientras Feng Xin le cubría los ojos a Mu Qing y le hacía una señal a su shoqueado primo para esperar a fuera-.

"Espera aquí, no te muevas, sino voy a atarte a la cama" -Mu Qing no respondió, simplemente obedeció desviando ligeramente el rostro, prefirió no decir nada, ni siquiera se atrevió a pensar que Cane Bernardi lo había reconocido, así que completamente nervioso, solo se recostó, perdiendo la calentura que ya había comenzado a elevar orgullosamente su miembro-.

"¿Qué demonios haces aquí?" -Feng Xin preguntó cuando ya había sacado a su pálido primo al pasillo-.

Era sábado por la tarde, el calor del verano había disminuído un poco, y aunque habían recorrido un rato la playa, el mayor convenció a su novio de ir al departamento en la zona de los Tavani, donde tenían sexo desde su primera vez juntos. Después, irían a comer algo u ordenarían comida, y pasarían juntos todo el día hasta la madrugada.

Solo que Feng Xin no esperaba que su primo si supiera donde buscarlo, e interrumpiera su lindo día con su platinado.

"Fr-francesco, ¿s-sabes quién es él?" -El menor no quería responder, pero si decía que no lo sabía, su primo sería capaz de matarlo-.

"Mi novio" -Cane parecía hacer un esfuerzo enorme por no desmayarse-. "No puedes decirle a nadie, prometelo"

"¿En qué estabas pensando? No, no puedes seguir con esto, tus padres van a matarte si se enteran"

"No lo harán, tu no vas a decirles y yo tampoco"

"Jodida mierda, no, no voy a callarme, de seguro esa basura La Porta te sedujo, dejame matarlo" -Feng Xin lo empujó sin demasiada fuerza cuando este intentó abrir, y su primo, bastante frustrado suspiró-.

"Ni siquiera sabe que soy un Bernardi, no tiene que saberlo aún" -Cane Bernardi rara vez se sorprendía, y esta era una de esas ocasiones-. "Estoy enamorado de él, tanto que podría dejar a la familia y huír a donde quiera ir, lo amo, simplemente no puedo decírle aún, me gusta lo que tenemos, y me gusta él, primo, por favor, solo quiero más tiempo juntos"

SAVAGES (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora