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El alfa miraba como Segismundo hablaba animado por el móvil; sonreía de esa manera algo tonta y reía sin control con cosas que le decían al otro lado de la línea.
Se quedó embobado en el sonido y los gestos del omega, sonriendo de lado cada que soltaba alguna frase o que hacía drama.

Desvío su mirada de vuelta a la carretera cuando vio al menor colgar.
-Tio que tengo que irme-.
-No tengo las putas llaves-.
-Joder, entonces vendrás conmigo-.
-¿Donde?-.
-Plaza central-.
-Ya y una mierda-.
-No tienes opción, tú nos esposaste ahora te jodes-.
-No voy a ir allá-.
-Pero mi primo-.
-Me suda la polla lo que tengas que hacer con tu primo; no voy a ir a ese lugar-.
El omega frunció el ceño y el labio inferior.
Trato de cruzarse de brazos, jalando a Ivanov más con el y haciendo que casi terminara pegado al pecho del alfa.

-Segismundo-.
El omega volteo la cara ignorando a Ivanov a quien en parte le parecía graciosa la actitud infantil.
-Segismundo-.
-No, yo no hablo con polis corruptos-.
-¡¿Corrupto?!-.
-Estoy seguro de que eres un corrupto de mierda-.
-Yo no soy así joder, para ti ya soy el puto diablo-.
-Pues creo que eres incluso peor-.
-¿Por qué?-.
-¡Te hago una lista!-.
-No voy a pelear otra vez con un omega de campo-.

El alfa tiro de su mano haciendo que Segismundo le siguiera hasta la motocicleta.

-Vamos a la puta comisaría, ahí están las llaves y luego te podrás pirar a hacer tus mierdas a plaza central-.
-Y ¿Como piensas conducir?-.
-Pues tienes los brazos muy cortos como para que pueda conducir-.

Mientras Segismundo se quejaba el alfa pensaba en que hacer.
Tomó al omega de la cintura y lo alzó.
-¡Ey!-.
Se sentó el la motocicleta y en cima se sentó a Segismundo.
-¿Pero que mierda...?-.
-Solo así alcanzamos el manubrio de la mery-.
Se estiró hacia adelante mostrándole de lo que hablaba.
-Supongo que la niñita podrá estarse quieta ahí mientras conduzco a comisaría-.
-Pues no lo sé-.
Ivanov se estiró para dar vuelta a la llave, logrando encender el vehículo y suspirando con alivio.
Por su lado Segismundo arqueó su espalda con nerviosismo, podía sentir el pecho del alfa cálido contra su espalda además de que le había suspirado prácticamente en el cuello.
"Contrólate coño"

Sentía su cara caliente chocando con el aire frío de la noche, en una de las paradas por el semáforo; trato de abrazarse a sí mismo para sacarse el frió, olvidando la esposa que compartía con el alfa, quien al ver que el menor temblaba por el frío lo pegó más a su cuerpo y lo envolvió con sus brazos para hacer que dejase de temblar.
"Esta demasiado delgado"
Su lado alfa se preocupó un poco por lo delgado del menor y por el frío que debía estar sintiendo su omega.
Aceleró al ver la luz cambiar.
No tardaron demasiado en llegar a la comisaría donde buscó la llaves y soltó las esposas.
Segismundo se estiró de manera exagerada mientras que el alfa sólo daba vuelta a su muñeca tratando de des-tensarla.
-Bueno, me voy con primo que me está esperando-.

El menor salió de comisaría estremeciéndose por el cambio de temperatura, dentro de comisaría estaba calentito, pero por lo tarde que era hacía bastante y frío, además de que aún estaba muriendo de hambre; con un suspiro se abrazó a sí mismo y bajo las escaleras.

Paso a rápidos a sus espaldas lo hicieron girarse, haciendo que el abrigo le cayese en la cara; lo apartó solo para ver cómo Ivanov ya caminaba de vuelta a comisaría.
-¡Gracias guapo!-.
Rió divertido y algo enternecido mientras se ponía la prenda y caminaba hacia la plaza.

Metió las manos en las bolsas para resguardarlas del frío, frunció al ceño al sentir algo en una de estas.
-¿Que lleva en la bolsa a el ivadog?-.
Saco el objeto, una barrita energética de chocolate amargo, le vendría bien para matar el hambre.

Canela y miel por error Where stories live. Discover now