Canela y miel por error

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-Detrás de la llamada de Conway-
Parte 1

Patrullaban cerca del centro, con la radio encendida y haciendo el desorden usual para ambos.
Llevaban la radio policial muteada por miedo a que volkov les llamara.

Horacio le había contado a segismundo lo sucedido, desde cómo había caído por el alfa de cabeza pequeña, el como amaba su aroma a vodka y menta, comentó el plan que gustabo le había propuesto para declararse y terminó con contarle lo que había pasado en comisaría, diciéndole que estaba huyendo de él.

En cambio segismundo comentó la razón de su detención, según ivanov el era sospechoso de un intento de robo de vehículo, solo por estar cerca de la zona del reporte, y... a ver si había sido él quien forzó el centorno rojo, pero ivanov no tenía pruebas sólidas, solo eran suposiciones y su manía a los omegas; no era secreto que el agente ivanov tenía cierto rechazo a los omegas, sobre todo a los omegas varones, así que segis estaba seguro de que era esa la razón por la cual el alfa no le dejaba dar un paso tranquilo.

Pararon en el Badulake para comprar comida, y una vez la tuvieron se acomodaron en el patrulla para comer.
-Entonces ambos estamos jodidos-.
-Parece que si segis-.
-Y lo vais a estar más-.
Segismundo pegó un grito agudo por el susto y Horacio dio un brinco a la vez que maldecía.
-Venga segismundo, te voy a empapelar-.
-Pero ¿porque? Si yo no he hecho nada-.
-Sal del auto-.
Segismundo salió y se quedó de pie mientras Ivanov tomaba la radio.
-Aquí ivanov, el alumno Horacio se encuentra en mi 10-20, fuera de badulake-.
La respuesta de volkov no se hizo esperar
-10-4 ivanov, 10-97 a su 10-20, espere ahí-.
Silencio la radio y camino hacia la puerta del copiloto para ver a Horacio.
-Mejor prepara el culo, Volkov viene a por ti-.
-¡¿Que?!-.
La cara de Horacio se contrajo entre sorpresa y pánico.
-Ufff Horacio, te van a trabajar el siempre sucio-.
Segismundo se acercó también a la puerta del copiloto metiendo medio cuerpo al auto.
-No... ¿por qué vendría?-.
-A mi me la suda, ese es tema tuyo, yo solo tengo mi atención en Segismundo-.
-¡¿Cómo?!-.
-Sabes a lo que me refiero, lo de empapelarte por robo de vehículo-.
-¡Que yo no robe nada! ¡No tiene pruebas!-.
-Estabas en la zona del robo y tienes suficientes antecedentes para saber que es cosa tuya, en verdad no entiendo que cojones les pasa a los omegas de esta ciudad-.
-Ves, ya vamos para allá otra vez, con tu asco a los omega-.
-No les tengo asco, no a todas...-.
-Eres un cerdo ivanov-.
-Bueno habló el de los Ems-.
-Ivanov, no le falte el respeto al alumno y retírese-.
-Vale, me voy para que puedas follarte a tu noviecita, camina segismundo-.
-¡Ivanov!-.
El grito de volkov y Horacio ya no llegó al agente, este ya estaba en su motocicleta con el omega que iba a empapelar.
Horacio les vio irse, ahora estaba solo con el comisario volkov...
-Horacio-.
-Si ¿comisario volkov?-.
-Vamos a ver, le dije claramente que le quería en mi oficina en cuanto terminara de hablar con Gustabo, también sabe que usted como alumno no está capacitado para ir a patrullar en solitario, debe ir con usted un comisario o un agente-.
-Pero...-.
-No solo incumplió las órdenes del superintendente, también me desobedeció a mi, soy su comisario-.
-Lo siento comisario volkov-.
-Vamos-.
-¿Que? ¿A donde?-.
-A seguir patrullando-.
-Pero la mery-.
-Luego las recogen-.
-Vale...-.
-¿Se cree que lo voy a dejar conducir? Pase al lado del copiloto-.
Salió del patrulla cambió su lugar ante la mirada atenta de volkov.
Condujeron por todo el centro, entre las calles que estaban extrañamente calmadas.
Patrullaron por una hora o más, Horacio iba en completo silencio, mirando por la ventana.
Pararon en el semáforo rojo junto a una motocicleta de carreras.
-Hola, bonito-.
Horacio mantuvo la mirada al frente, ignorando a los hombres de la moto.
-Cachorrito-.
Le silbo haciéndole sentir incómodo.
Bajo su ventana dispuesto a discutir con ellos.
-Pero si es el crestas-.
-Dejad de tocar los cojones-.
-Que miedo, el perrito de la policía nos está amenazando-.
-Iros antes de que os meta una multa-.
Volkov había salido en su "defensa"
-Comisarió bombón ¿os arruinamos la cita?-.
-Imbeciles, bajen del vehículo-.
-Esta bien comisarió-.
Volkov bajo del vehículo y camino hacia donde los dos tíos, quienes al ver el cambio a luz verde aceleraron la moto y salieron disparados.
Se subió al patrulla con un gruñido y aceleró para comenzar una persecución.
-Cinturón Horacio-.
Hablaba entre dientes y con un tono más grave que solo usaba cuando estaba molesto... Horacio amaba escucharlo así, se colocó el cinturón y trato de concentrar en la persecución, aún así de vez en cuando daba pequeñas miradas al rostro de volkov, admirando su expresión de concentración y rabia.