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La mañana llego con el peso de la realidad, ambos estaban hasta el cuello de problemas; fue como un golpe al estómago de Segismundo, no solo el estaba en aprietos, había arrastrando a Ivanov al desastre.
Mientras hacía el intento de ponerse en pie, entre quejas y jadeos ahogados la puerta de la habitación se abrió.

-Ya era hora de que despertaras-.
Soltó el alfa mientras se acercaba a la cama.
-Buenos días a ti también-.
Soltó entrecortado por el esfuerzo.

Se miraron fijamente, en completo silencio; por un lado Segismundo esperaba el momento en el que Ivanov le esposara y le llevara ante la justicia, mientras que Ivanov solo pensaba en el plan que había trazado durante la noche.
-Tengo que entrar en servicio dentro de nada ¿necesitas algo?-.

Los ojos de Segismundo se abrieron con sorpresa y después la decepción llenó su mirada; el alfa no iba a arriesgar todo por alguien como el.
-Quiero ver a mi niña antes que nada-.
Pidió al borde del llanto.

-Por tu cabra no te preocupes, la traeré cuando estemos listos para irnos, me refería a algo mientras esperas aquí, no puedo faltar a comisaría porque sería sospechoso, es más creo que Conway ya sabe que te estoy ocultando, pero que le den al viejo-.
Ivanov miró al omega que se mantenían congelado en la cama, sus ojos estaban llenos de lágrimas y podía notar como sus hombros temblaban ligeramente.

-¿No vas a entregarme?-.
Pregunto entre el hipidos por el llanto contenido.

-Si quisiera entregarte, no me habría molestado en todo esto, Joder-.
Ivanov comenzó a caminará hacia la puerta, alejándose del castaño, muy nervioso y algo tenso por la idea de que Segismundo pensaba que era tan hijo de puta como para entregarlo.

-Por ultima vez, que necesitas para quedarte aquí en lo que termino mi turno, claramente no puedes salir de aquí y mucho menos contactar con nadie-.

-Solo algo para comer-.
Respondió aún en shock por lo dicho.

-Bien, ya vengo, no hagas esfuerzos muy grandes-.
Ivanov salió de la habitación y tras tomar su cartera y dudar en si dejar solo o no al menor, salió.
No podía permitirse el no ir, su cocina estaba vacía como si nadie viviera ahí, más que nada porque siempre comía fuera con Volkov o con Conway.

Estando a punto de subir a su auto para hacer las compras, fue tomado por el brazo y arrastrado hasta el capo donde con una mano en la espalda y la otra en su cuello fue obligado a detenerse.

-¡¿Que cojones?! Suéltame hijo de perra-.
Grito enfurecido.

-Cállate anormal-.
Soltó con su característico tono el superintendente.

-¡¿Conway?! ¿Que le pasa?-.
Se removió Ivanov bajo el agarre de su superior.

-¿Que me pasa a mi? ¿Que sucede contigo, capullo? Y no te atrevas a hacerte el puto loco, se que tú sabes dónde está el folla cabras-.
Acusó Conway mientras acercaba más su cara a la de Ivanov; captando en el camino una muy ligera esencia conocida.

-Es más, estoy seguro de que tú lo tienes ¿Porque escondes a un criminal? ¿Acaso te come la polla a cambio de su libertad?-.

Las quijadas de Ivanov se apretaron hasta doler, mientras su alfa se removía de forma errática en un impulso se proteger al omega.
De un movimiento se quitó de encima al pelinegro y de una patada bien dada en el torso lo dejó en el suelo.

-No hable así de Segismundo; además no es como si usted no lo hubiera hecho, olvida que Gustabo era igual y mire donde estáis ahora, ya todos esperamos la invitación a la boda-.
Soltó con burla ante el recuerdo de las épocas de delincuencia del rubio favorito de su jefe.

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⏰ Last updated: Mar 23, 2022 ⏰

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