capitulo 24

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Luego de la escena con Serpiente le permití llevarme a mi casa, la verdad es que su comportamiento no me gusta, y estoy intrigada por saber quién es la chica que conoció, yo no suelo tener celos de amiga y ni mucho menos armar show o escándalos pero siempre lo cuidaré lo quiero mucho y no me comportaré como él, aunque si veo que algo no me gusta de esa chica o hace cosas que pueden perjudicar a Serpiente se lo haré saber de la mejor manera. Al contrario de él yo si le daré el beneficio de la duda a la fulana que supuestamente ahora.

Cuando entre en mi hogar noté que al parecer no había nadie. Me dirigí a mi habitación pero antes de llegar vi la puerta del cuarto de mis padres abierta, entre pensando que estaba allí pero me encontré con una sorpresa...

Mi mamá estaba de rodillas en el sanitario vomitando, de inmediato me alerté y fui a socorrerla.

—Mami, ¿Estas bien? — revisaba todo su cuerpo cerciorándome que estuviera bien.

—Quítate Angeles Sofia, estoy bien— se levantó limpiando su rosto pero de su nariz salía sangre.

—No, no estás bien, estas sangrando, buscaré algodón para limpiarte.

—No seas exagerada, y siéntate que tenemos que hablar— ordenó.

Hice lo que me pidió y me senté en la cama, ella imito mi acto mientras se terminada de asear el rostro.

—Esto es por mucho trabajo que tengo, y el estrés acumulado, no es nada del otro mundo. No quiero que se lo comentes a tu hermano y mucho menos a tu padre. Esto quedará entre las dos— habló en un tono autoritario.

—Comprendo mamá, ¿Qué quieres hablar conmigo?

Ella boto el algodón en el cesto de basura que tenía al lado de la mesita de noche y se acomodó más cerca de mí, algo muy raro ya que desde chiquita no me sentaba con ella en su cama.

—Tú eres una niña que no sabe quién es realmente, eres muy ingenua y no te das cuenta que debes aprender de tus errores y no tropezarte con la misma piedra varias veces.

No la estoy entendiendo, ¿A qué viene todo esto?

—No te entiendo mamá.

Ella acarició mi mejilla muy lentamente y tomo mi mandíbula con delicadeza.

—Eres mi hija, deberías comprender todo, pero en fin, yo estoy segura que te crie bien para que seas inteligente.

Me volvía loca con su misterio y no me sentía bien a su lado, tenía mucha presión y el ambiente se sentía tenso.

—Mi hijo es mi adoración, es mi bebe, y mi orgullo, me costaba hacerlo entrar en razón para que estudiará— declaró.

Ya sé por dónde venía esto y no estaba lista para esta conversación.

—Mamá yo...

—Tu nada Sofia— interrumpió— Yo soy más lista que tú, no me subestimes nena. Yo te crie bien vuelvo a repetirte, te he dado todo y a tu hermano también, no creas que no sé lo que piensas y te digo que estás errada, aunque no entraré en discusiones por eso ahora.

—Entonces, ¿Qué quieres decirme? — hablé en un tono neutral.

Ella beso mi cabeza —Cuando madures entenderás muchas cosas que ahora me reprochas, y cuando tengas hijos más, no creas que no te conozco porque te hice a mi semejanza pero estas fallando y es algo que nunca me llenará de orgullo, pero bueno esas cosas pasan.

—¿Debería disculparme?— pregunté en un tono acido.

Mi madre tomó mis muñecas y las apretó muy fuerte.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora