capitulo 42

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Miraba todo con asombro estábamos en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad donde la vida nocturna siempre se vive con adrenalina, hay mucha gente tomando alcohol, fumando, escuchando música autos y motos cubriendo toda la calle.

¡Esto es una locura! Varias veces había pasado por este sitio de día pero es totalmente distinto a como está ahora. En mi barrio solo hay ancianos y silencio incluso reina el silencio, para muchos significa tranquilidad hasta para mí pero a los vecinos más jóvenes les harta tanto silencio y falta de acción en nuestro sector.

La Bestia se estaciono frente a un local alejado de todo el bullicio que había en la calle. La cabeza me iba a explotar por el dolor y esperaba que no fuésemos a todo ese alboroto porque la iba a pasar realmente mal.

—Tranquila, el lugar a donde vamos es algo exclusivo y no tan ruidoso como lo que vimos hace rato —me reconforto mientras besaba mi mano.

—Más te vale —lo amenacé falsamente.

—¿Por qué no te sorprendes o te sientes incomoda en un lugar así? —interrogó de repente.

Me acomode en mi asiento y tome con fuerza su mano, es pregunta me incomoda pero es mejor que conozca lo que pienso.

—El mundo no gira a mí alrededor, yo giro alrededor del mundo. No soy una mujer que vive en una burbuja yo sé que la realidad de cada individuo es distinta, que las clases sociales existen, la pobreza no se puede ignorar y yo tuve la fortuna de crecer en un lugar con una economía estable sin embargo no soy millonaria, jamás he pasado carencias pero mis papás si y ellos me enseñaron sobre los privilegios y carencias que existen, también considero que no soy más que nadie por tener unos cuantos dólares tampoco alguien es más que yo porque vive luchando por un pan. Los valores me enseñaron a no juzgar ni por condiciones ni apariencias.

—Angeles... —mencionó —, tú eres una mujer verdaderamente increíble — se lanzó sobre mí y me besó.

Reí por sus ataques impulsivos.

—Quite que me aplastas —le pedí en medio de risas —.Soy alguien normal con los pies sobre la tierra odio el clasismo y la gente que se cree mucho. Soy experta en bajar a la gente de su pedestal imaginario —sentencié.

—Bueno señorita experta bájesele del auto que le voy a mostrar parte de mi mundo un mundo del cual ya ere parte —índico apagando la camioneta.

Así lo hice y me fue conduciendo hacia un callejón totalmente horrible y oscuro.

—¿Piensas matarme? —bromeé —. Esto está tenebroso pero por alguna extraña razón no huele mal.

—El golpe te afecto la razón y a mí me gusta que la gente sufra no te mataría así de siempre — se carcajeó a ver mi cara seria —. Es broma este lugar es sagrado así que esta aparte de toda vista.

Nos paramos frente de una puerta de lada y enseguida un tipo gordo vestido de negro y con prendas exageradamente grandes para mis gustos, nos dio paso para entrar al lugar.

Dentro de allí el ambiente era distinto hacia mucho frio, la luz del sitio era tenue y no había tanta gente, en su mayoría eran hombres pero podía notar algunas chicas con aura y presencia fuerte que no pasaban desapercibida.

Enseguida me di cuenta que todos eran raperos y se encontraban compartiendo liricas, bebiendo inclusive fumando cigarros y marihuana el olor era muy fuerte y me provocaba nauseas, nunca he visto a La Bestia fumar aunque tampoco le he preguntado y ahora me picó la curiosidad.

Un tipo se acercó a La Bestia y lo saludó efusivamente, de la misma forma llamó a otro tipo que al verlo se veía intimidante. Este último también lo saludó y me miró a mí de manera despectiva.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora