capitulo 36

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—Nunca sería padre.

Suspiré empezamos de nuevo con este tema.

—Algún día te darás cuenta lo maravilloso que es tener hijos, recuerda que nosotros podemos ser mejores y que está en mí en ti ser diferentes a como fueron nuestros padres.

—Te contratare como psicóloga pero no ahora, ahora lo que quiere es saber cuándo volveré a verte.

—Mañana en la tarde estoy libre.

—¿Quieres ir un rato al club náutico? Los chicos me están invitando.

Sonreí era buena idea.

—Claro, encantada, ¿puedo invitar a los chico? Sé que nos divertiremos todos.

—A quien tú quieras amor, no vemos te dejo trabajar.

—Adiós Bestia.

Cuando colgué no tenía a mi lado a Esmeralda esa chiquilla loca estaba dentro de la habitación con la niña, así que me acerque a ellas.

Dentro de la habitación hacía mucho frío incluso más que en el pasillo, el cuarto era de color verde manzana y tenía infinidades de dibujos claramente hechos por niños y solo contaba con 4 camas muy pocas para una sala de cuidados intensivos.

—Sé que es pequeña pero tu mamá esta trabajando para que sea más espaciosa, ella es un ángel apoya mucho esta área aunque no sea la suya, últimamente se ha visto muy interesada en la neurología cuando tiene tiempo libre se la mantiene aquí. Eres muy dichosa de tener una madre tan buena, y es muy dulce con todos aquí, a pesar de su carácter, aquí todo el mundo la adora es un ejemplo de humanismo y no hemos conocido mejor persona.

La observe mientras se refería a mi mamá de esa manera, de esa manera que yo no conocía, no sabía esa faceta suya y mucho menos que estuviese interesada en la ¿neurología? Ella solo se interesaba en una rama de la medicina cuando alguien de la familia estaba enfermo pero, ¿Quién estará enfermo?

—Angeles, ¿me estás escuchando? —preguntó ella tocando mi hombro.

—He sí, solo que me saca de onda todo esto, es impresionante. Oye, ¿quisieras salir conmigo y unos amigos mañana? —sonreí, llevaría a mi hermano y seguramente a ella le encantaría eso.

—Quisiera pero no sé si me darían permiso —dijo de forma triste.

—Hey no te preocupes —la abrace. —Hablaré con mi mamá, además irá mi hermano —al mencionarlo ella se sonrojó y me dedico una sonrisa tierna. Es muy cuchi esta chica.

—Como tú digas, ahora ven para presentarte a tu tocaya.

—Sofia, ella es Ángeles Sofia y es tu tocaya —la niña nos miraba pero no podía hablar ya que continuaba con el tubo traqueal en su boca, Esmeralda me contó que llegó aquí hace un año y que cuando le descubrieron el tumor lograron reducirlo con las quimioterapias pero no fue suficiente el tumor volvió a crecer y tuvieron que operar para extirparlo y allí quedó en coma desde entonces ella se encarga de sus beneficios sociales y la considera una hija ha velado por ella ya que sus familiares son de muy bajos recursos.

Es lamentable lo que viven muchos niños por una parte entiendo a La Bestia al no querer tenerlos pero por otro lado me alegra mucho que niños como Sofia luchen tanto y se aferran a la vida.

Luego de continuar con el trabajo y ver que llegaba la hora de mi descanso me dirigí a la oficina de mi mamá para ver si estaba allá. No toque porque se me olvido y al entrar estaba en un mueble que tenía en el lugar, y la vi acostada con un pañuelo en su cabeza y un algodón en su nariz.

Superando el DolorWhere stories live. Discover now