Capítulo 40

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*Podéis escuchar lo que canta Hugo en este capítulo en el vídeo (la necesito en spotify ya)*

Hugo

Hoy es el día por fin. Hoy nos vamos de viaje con la Academia.

—¿Tienes todo listo? —Pregunta Rafa mientras termina de meter algo que se le había olvidado en la maleta. Yo asiento con la cabeza y muevo mi maleta de color azul oscuro hacia la entrada.

—Solo me queda coger mi guitarra y ya estaría todo.

—Perfecto —Dice y se coloca junto a mí —. Ya está el Uber abajo para llevarnos al aeropuerto.

—Ya podía la Academia contratar un bus o algo para llevarnos. Nos va a costar un ojo de la cara ir hasta el aeropuerto.

—Ya ves, pero bueno, ¿qué se le va a hacer? —Dice mientras comprobamos que no se nos olvide nada. Una vez chequeado que todo está en orden, decidimos marchar.

—¿Tienes ganas? —Le pregunto mientras bajamos en el ascensor.

—La verdad es que muchas. Me va a venir bien para despejarme la cabeza del tema Eva —Contesta mi amigo. Apenas ha pasado un fin de semana desde que Eva cortó con él, y sigue bastante dolido. Yo he intentado consolarlo lo máximo que he podido, pero la culpabilidad siempre ha estado sobre mis hombros, ya que Eva le ha dejado por estar conmigo y yo sigo sin hablar con ella.

No puedo olvidar lo que soltó el otro día cuando estábamos discutiendo. No sé si fue la rabia del momento o que lo pensaba de verdad, pero si lo dijo pienso que es por algo y por eso he evitado saber de ella desde hace dos días y ahora la voy a tener que ver de nuevo inevitablemente.

No sé que pensar.


Todo sale a pedir de boca. Llegamos con tiempo de sobra al aeropuerto y tuvimos tiempo para desayunar por ahí. Nuestro grupo llegó más o menos a la vez y se nos pasó el tiempo volando hasta que tuvimos que embarcar. Yo evité por todo momento estar cerca de Eva, aunque ella en un momento me dijese de hablar, no quise.

No se puede expresar bien el esfuerzo que me requiere estar lejos de Eva, pero mi cabreo y orgullo superan esa necesidad de estar bien con ella y no sé exactamente cuanto tiempo necesitaré hasta que quiera volver a hablar con ella.

A veces soy muy terco, pero soy así. Qué le voy a hacer.

·········

Llegamos a la capital de Dinamarca tres horas y cuarto más tarde. Tuvimos que coger un metro hasta el centro de la ciudad ya que el aeropuerto se encuentra a las afueras. Una vez allí nos dirigimos a nuestro respectivo hotel.

Vaya, no había tenido la oportunidad de viajar al extranjero nunca y la verdad es que estoy ansioso por comenzar a explorar los sitios.

Nos han dado una programación la cual tenemos que seguir estrictamente estos cuatro días en la que incluye clases, charlas y turismo. Lo bueno que tenemos las noches para hacer lo que queramos ya que todos somos adultos y no necesitamos a nadie que nos vigile.

Rafa, Flavio y yo compartimos habitación.

—¡Qué guapo illo! —Exclamo entrando a la habitación —. Mira que vistas... ¡Me pido esta cama!

Flavio y Rafa se rien.

—El chaval esta emocionado —Dice Flavio.

—Está trifásico —Añade Rafa y siento como el corazón me da un pinchazo. Recuerdo que Eva utiliza mucho esa palabra. No puedo evitar acordarme del día de la fiesta cuando me lo dijo y yo pensé en lo rara, pero graciosa que era esta chica.

EsperandoWhere stories live. Discover now