Esperando

Capítulo 10

Hugo

—Solo me quedan unos días aquí. Tenemos que aprovecharlos —Comenta Aurora mientras rebaña lo que le queda del postre.

—Hacemos lo que tu quieras, amor.

—Se me ocurren varias cosas... —Dice mientras me acaricia el brazo de forma seductora.

Me río y la aparto con cariño.

—Lo digo enserio. Todavía no conocemos bien Madrid, podemos ir a donde me dijiste que querías ir.

—Eres un aburrido —Frunce los labios y hace un puchero.

—¿Qué quieres? ¿Estar todo el día en la cama?

—A saber cuando nos volvemos a ver, déjame aprovechar.

Me inclino un poco y la planto un beso en la frente.

—Más tarde.

Aurora rueda los ojos y procedo a pagar la cuenta.

Salimos del restaurante donde habíamos comido, y decidimos dar un paseo para bajar la comida. Me sorprende que sea Sábado a medio día en Madrid y esté relativamente tranquilo.

—Me gusta mucho Madrid. Nunca pensé que lo diría. Estaba tan bien en Córdoba. No sé, veo un futuro aquí —Reflexiono, más para mí mismo.

—Sí... esta bien. Pero una pregunta, ¿piensas quedarte a vivir aquí? Ya sabes, cuando hayas terminado los estudios y todo...

Pienso mi respuesta e instintivamente me muerdo el labio. ¿Me gustaría mudarme definitivamente a Madrid una vez que haya acabado todo?

—No sé, a ver. Yo me quiero dedicar al mundo de la música, y para ser sinceros, Córdoba no es el mejor sitio para ello. Quizá sí. Por ahora me gusta mucho estar aquí. Quien sabe si me acabaré enamorando de esta ciudad. Aunque tengo veinte años, la vida da muchas vueltas.

—¿Y qué pasa con nosotros? —Vuelve a preguntar Aurora, esta vez con el semblante un poco más serio.

Me encojo de hombros.

—Podrías mudarte aquí aunque sé que no te mola nada la idea.

—No sé... sabes que odio los cambios.

Suspiro y le agarro la mano.

—Dejemos de pensar en el futuro y disfrutemos estos momentos, se avecinan muchos cambios te guste o no. ¿Preparada?

·······

Piso dos, puerta A.

Vale.

No ha sido tan difícil.

Unas horas más tarde me encontraba en frente del apartamento de Anne y Eva. La primera me había pedido si podríamos empezar a pensar cosas del proyecto ya que esta semana iba a estar un poco atareada y prefería quitárselo cuanto antes de encima.

Esperé apoyado en el marco de la puerta hasta que la puerta se abrió dejando ver a la chica castaña de pelo largo y ojos brillantes.

—Hugo —Dijo Eva y me dirige una mirada extrañada.

—Eva —Respondo y la dirijo una sonrisa ladeada. Nos quedamos un momento en silencio y cuando Eva va a abrir la boca, supongo que para preguntar qué hago aquí, la cabellera rizada de Anne se abre paso entre los dos.

—¡Hugo pasa! —Me coge del brazo y con un tirón me mete en el pequeño, pero acogedor, apartamento. Las paredes son blancas y hace juego con el sillón de color beige. Los muebles son de madera clara y al lado de la puerta de entrada se encuentra la diminuta cocina. Asiento con la cabeza mientras echo un último vistazo.