CAPÍTULO 47.

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Aisley.

Cuando llegamos al penthouse caigo en cuenta de algo y me giro para mirar a Aarón directamente a los ojos con el ceño fruncido.

— Si hiciste que Tom me investigara, ¿Por qué dijiste que no sabías cuál era mi dirección? — Suelta una leve carcajada.

— Te tardaste un poco. — Me da un toquecito en la nariz con el dedo índice. — Cuando en el informe descubrí de quién eres hija era lógico que vivieras en este edificio; pero cuando me explicaste el por qué ocultabas ser hija de William Káiser, creí que la dirección estaba mal o no actualizada. — Se encoge de hombros. — Pero la verdad también tenía planeado follarte en el ascensor.

— ¿Por qué no me sorprende? — Suelto una carcajada, pero me toma por sorpresa levantándome del piso.

— ¿En dónde está tu habitación? — Comienza a subir mi vestido por los muslos.

— Primera puerta a la derecha subiendo las escaleras. — Deshago el nudo de su corbata. — ¿Por qué en mi habitación? — Le quito la corbata por la cabeza y la dejo a mitad de la escalera.

— Bueno, últimamente solamente hemos follado en lugares públicos o no del todo apropiados. — Mete una mano entre mis piernas. — Ahora quiero desnudarte completa y jugar un poco. — Rompe mis bragas de un solo tirón, dejándolas al pie de la escalera.

Mi puerta estaba entre abierta y la abre de una leve patada comenzando a besarme; mientras yo desabrocho los botones de su camisa. Cuando me deja de pie termino de desabrocharla y se la quitó por los hombros junto con la chaqueta, dejándolos caer al piso con un golpe seco.

— Date la vuelta. — Al hacerlo comienza a besarme lentamente el cuello obligándome a mover la cabeza hacia un lado para que tenga mayor espacio.

Puedo sentir su dura erección en mi trasero; comienza a bajarme la cremallera del vestido lentamente recorriendo mi piel desnuda con la punta de su lengua enviando un escalofrió por todo mi cuerpo. Sin darme cuenta hace que me gire de nuevo. Desabrocho su cinturón, mientras hace lo mismo con mi sostén sin quitarme el vestido; sigo con el botón y la cremallera de su pantalón.

Entonces me quita el vestido recorriendo mis hombros y brazos lentamente, entonces cae justo a mis pies. Salgo de él dando un paso hacia adelante y siento su erección contra mi vientre. Dejo caer sus pantalones y su cuerpo queda completamente pegado al mío cuando da un paso hacia adelante para salir de ellos.

Sus labios están demasiado cerca pero no me besa, puedo sentir su cálido aliento, pero solo roza sus labios contra los míos y pasa su lengua por ellos. Me quita el sostén dejándolo caer junto al resto de nuestra ropa. Sin pensarlo dos veces me arrodillo delante de él mientras bajo su bóxer hasta los tobillos, aunque me cuesta un poco por su enorme y dura erección. Al darse cuenta de mis intenciones cierra los ojos y sonríe ampliamente.

Gime bajito cuando paso mi lengua desde la base hasta la punta y quizá fueron las copas de champagne que bebí en la cena, pero en un par de segundos tengo su erección en mi boca, cubriendo mis dientes con los labios, hasta que casi llega al fondo de mi garganta. ¡Joder! Esto es mejor de lo que pensaba.

No sé cómo, ni por qué, pero comienzo a succionar fuertemente y Aarón gime bastante alto, llevando su mano a mi nuca guiando mis movimientos lentamente, recorro su gran longitud con los dientes suavemente.

— ¡Joder! — Gruñe.

¿Eso fue de dolor o le gusto? Frunzo el ceño y vuelvo a repetirlo, entonces gime más alto y tira de mi cabello suavemente. Eso es suficiente para saber que si le gusto.

Acelero mis movimientos y sus gemidos son cada vez más fuertes, comienzo a succionar la punta fuertemente y su miembro se sacude al interior de mi boca.

— Aisley. — Jadea y gime cuando vuelvo a usar mis dientes. — Sino quieres que me corra en tu boca, detente. — Jadea nuevamente.

Pero no me detengo, todo lo contrario, acelero mis movimientos todo lo que puedo ya que a este punto las mejillas me duelen.

— ¡Joder! — Gime y entonces siento un líquido recorriendo mi garganta. — ¡Aisley, joder! — Gime mientras yo no dejo de mover mi lengua a su alrededor.

Saco su miembro de mi boca, me limpio las comisuras con el pulgar y paso mi lengua por el labio inferior sensualmente, provocando un gemido de excitación de su garganta.

Me toma por los brazos y me ayuda a ponerme de pie, entonces me besa comenzando a caminar, una vez que siento el borde de la cama contra la parte trasera de mis rodillas, me empuja suavemente, su cuerpo perfecto, musculoso y desnudo queda encima de mí.

Besa y muerde lentamente el cuello. Mi entrepierna comienza a palpitar rápidamente, una de sus manos acaricia mi cuerpo, comenzando por mi pecho hasta mi entrepierna, pero vuelve a subir hasta que su mano queda nuevamente en mi pecho y comienza a presionarlo con los dedos de una manera casi dolorosa.

Sus labios bajan de mi cuello hasta mi pecho derecho y comienza a lamerlo hasta que mi pezón se pone completamente duro. Arqueo la espalda dándole un completo acceso a mis pechos y siento su sonrisa, mientras comienza a mordisquearlo.

— Aarón. — Gimo su nombre.

Vuelve a sonreír liberando mi pecho izquierdo de su mano y moviéndola hasta mi entrepierna presionando mi clítoris provocando un fuerte gemido y su boca pasa a mi pecho izquierdo repitiendo los mismos movimientos, introduciendo dos dedos en mi interior sin moverlos.

— ¡Dios mío! — Vuelvo a gemir.

Sus dedos entran y salen de mi interior lentamente, mientras su boca abandona mi pecho.

— Por favor. — Le suplico y acelera un poco sus movimientos.

El gusto solo me dura unos segundos, porque luego vuelven a ser más lentos. ¡Esto es una tortura! ¿Por qué me hace esto?

Sus movimientos en mi interior siguen siendo demasiado lentos, pero entonces presiona mi clítoris con el pulgar y mis caderas se elevan del colchón en busca de más presión. Se inclina para besarme sonriendo contra mis labios y acelera los movimientos de sus dedos, mientras gimo ruidosamente contra sus labios moviendo las caderas al ritmo de sus dedos. Una ola de placer comienza a crecer en mi vientre bajando a mi entrepierna; pero sus dedos salen de mi interior dejándome al borde del orgasmo jadeando.

— ¿Por qué te detienes? — Jadeo.

Pone su mano en mi nuca para que levante un poco la cabeza en su dirección y me besa de una manera demasiado suave, llevo las manos a su cabello y lo beso suavemente relajando todos mis músculos bajo sus caricias.

Una de mis manos acaricia su espalda lentamente y sus manos recorren mis piernas. Nuestras lenguas comienzan a acariciarse lentamente como todo desde hace unos minutos y olvido que me dejo al borde del orgasmo. Siento su erección comenzando a entrar en mi sin separar nuestros labios. Puedo sentir como mi interior se amolda a su erección y rodeo su cintura con mis piernas gimiendo en sus labios.

Sus embestidas son lentas, pero me provocan el mismo placer, sus besos y sus caricias son igualmente lentas, pero me encantan. Me está haciendo el amor como jamás había pensado, es lento, cuidadoso y cariñoso.

Muerde mi labio inferior después de varias y lentas embestidas un orgasmo está por llegar.

— Juntos. — Jadea contra mis labios. Un par de embestidas más, ambos nos corremos gimiendo.

— ¡Aarón! — Gimo contra sus labios casi sin poder respirar.

— ¡Aisley! — Hace lo mismo.

Nos quedamos así un par de minutos, hasta que sale de mi interior y se recuesta a mi lado, mientras seguimos con la respiración entre cortada. Me abraza por la cintura y apoyo la mejilla en su pecho colocando la mano en el centro, unos minutos después nuestras respiraciones son completamente regulares. Me besa la frente y siento su sonrisa, mientras me abraza más fuerte suspiro sonriendo contra su pecho.

UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)Where stories live. Discover now