CAPÍTULO 16.

1K 86 0
                                    

Aarón.

Mientras lee atentamente el contrato, no puedo evitar mirar fijamente sus mejillas sonrojadas, como se muerde levemente el labio inferior y se coloca el cabello por detrás de las orejas.

¿Estará nerviosa? Porque bueno, parece que lo está.

Se ve jodidamente sexy con ese vestido azul, aunque es más formal que el vestido negro con el que la conocí el sábado por la noche, sigue viéndose preciosa y me viene a la mente lo que me dijo Annia ese día cuando durmió conmigo

Y para follártela encima de tu escritorio. — Repito sus palabras en mi mente y la idea me vuelve loco, me encantaría tenerla encima de mi escritorio con las piernas abiertas, o aún mejor, encima de mí. ¿En serio voy a poder trabajar con esta mujer durante gran parte del día y casi toda la semana? Sinceramente, no lo sé, pero correré el riesgo, no pasaría nada grave, solo que me la folle en mi despacho.

Pero cuando se aclara la garganta, me saca de mis pensamientos y me doy cuenta de que sigo observándola y que ella hace lo mismo.

— Disculpa, la verdad tengo demasiado trabajo pendiente, muchas cosas en mente, por eso me urge que me des una respuesta, ¿Aceptas trabajar conmigo? ¿Tienes alguna duda respecto al contrato? — Pregunto enarcando una ceja.

— Por supuesto que acepto trabajar con usted, es una increíble oportunidad, muchísimas gracias. — Muevo la mano restándole importancia. — Pero si, si tengo una duda respecto al contrato.

— Te escucho, algo podremos aclarar y por supuesto cambiarlo. — Le aseguro.

— Am.... bueno... es sobre el sueldo. — Me dice y se sonroja.

¿Sobre el sueldo? Joder, sabía que debía ofrecerle más, pero puedo cambiar la cifra sin ningún problema.

— ¿Te parece poco? Podemos modificar las cifras por unas más altas, eso no es problema.

— ¡No! — Exclama. — Perdón, pero no es eso, la verdad me parece una cifra bastante elevada.

— ¿Veinticinco mil dólares mensuales te parece una cifra elevada? Aisley, serás mi asistente personal. La verdad no será muy fácil, cómo pudiste leer las actividades que realizaras, no son pocas. Sin contar que algunas veces deberás trabajar horas extra e incluso fines de semana, que por supuesto te serán pagadas. Además, sabes que el Bufete Ivanova no solo tiene sede en Nueva York, en algunas ocasiones deberás viajar conmigo dentro o fuera del país. Así que es una cifra aceptable, que con el tiempo aumentara.

— ¿Viajar con usted fuera del país? — Me pregunta sorprendida y yo asiento.

— Así es, el Bufete Ivanova tiene tres sedes en Rusia, algunas más en Europa y Reino Unido, además, nos encargamos de los asuntos legales de las distintas sedes de la constructora de mi hermano en Suiza. Así que si, en algunas ocasiones debo atender asuntos personalmente.

— No tengo problema en viajar con usted de ser necesario, pero aún me faltan algunos meses para graduarme, aún no termino mi tesis profesional y no cuento con un pasaporte para salir del país y la verdad nunca lo he hecho, hace mucho tiempo que no estoy en un aeropuerto. — Se revuelve incomoda.

— No viajaremos cada semana, no te preocupes. — Suelto una leve carcajada. — Por la universidad no te preocupes tampoco, además, yo puedo ser tu asesor de tesis, lo haríamos rápidamente, si te interesa. Sobre la documentación para salir del país, yo me pondría a ello en cuanto firmaras el contrato, por supuesto que todos los gastos serian cubiertos por el bufete. Y sobre el aeropuerto, no tienes nada de qué preocuparte, no volaríamos en aerolíneas comerciales, ya que yo los odio, cuento con un jet privado. ¿Y bien, firmas el contrato o tienes alguna duda más?

— ¡Por supuesto que firmo! — Exclama emocionada con una amplia sonrisa.

— Perfecto. — Tomo mi bolígrafo del bolsillo de mi traje y se lo entrego para que firme.

Una vez que firma en donde le indico, me devuelve el bolígrafo junto con el contrato. Quisiera cerrar el trato de otra forma, pero tendré que esperar.

— Perfecto Aisley, mañana tendrás que firmar un par de documentos más en recursos humanos y te entregaran una tarjeta de identificación, entre otras cosas. ¿Alguna otra pregunta, algo que quieras decir o aclarar?

— La verdad es que sí, pero no tiene nada que ver con el tema laborar, si no le importa. — Asiento y le indico que continúe. — Quiero darle las gracias por lo que hizo por mí el sábado, en verdad y hoy por lo que está haciendo, no sé cómo agradecerle todo esto, muchas gracias.

Podrías agradecerme de mil formas, de mil posiciones o simplemente con esos labios carnosos que no han dejado de atormentarme desde el sábado por la noche. Sin embargo, no puedo decirle eso, al menos no aún.

— No tienes que agradecerme, pero si podrías hacer algo por mí. — Le sonrió.

— ¿El qué? — Inquiere.

— Arreglar mi agenda de esta semana, por favor. Soy pésimo haciendo eso. — Le doy un iPad. — Básicamente esto será tu herramienta principal de trabajo, Susan tenía todo perfectamente ordenado, hasta que yo comencé a intentar arreglar mi agenda. — Me encojo de hombros. — Si tienes alguna duda, en el iPad puedes encontrar lo que sea que necesites, pero también se encuentran mis números de contacto, emails, la dirección de mi casa, y bueno, no sé si estés al corriente, pero mi hermana Ninette es subdirectora, así que también podrás encontrar forma de contactarla a ella. Si tienes alguna duda puedes llamarme.

— Gracias, así podre familiarizarme un poco con mis actividades antes de comenzar a trabajar. — Me sonríe y joder, me encanta cuando lo hace.

— Perfecto, ¿Podrías comenzar mañana mismo? — Literalmente le suplico.

— Por supuesto que sí. — Vuelve a sonreírme.

— Perfecto, únicamente el día de mañana será necesario que llegues al edificio alrededor de las 7:45am, para que realices todos los trámites faltantes con Heather, en recursos humanos. Pero después podrás llegar a las 8:30am, por lo general yo estoy aquí más tardar a las 9:00am, si por algún motivo tengo que llegar algo más tarde yo te avisaría. Como lo es el día de mañana, hoy debo viajar a Boston, pero llegare alrededor de las 10:00am. Mientras tanto, Heather o Hayley, que es la asistente de Ninette te darán un recorrido por el edificio.

— De acuerdo, tendré que familiarizarme con todo esto.

— No te preocupes, con el tiempo lo harás. Por cierto, Ninette no está en la ciudad, regresa el jueves, así que hasta entonces la veras por aquí. Y bueno, por hoy seria todo, ¿Nos vemos mañana? — Me levanto de mi asiento y ella hace lo mismo.

— Por supuesto, muchas gracias. — Me dice mientras estrecha mi mano y ahí está de nuevo... esa especie de corriente eléctrica que me recorre de pies a cabeza cuando nuestras pieles están en contacto.

Deseo a esta mujer como jamás había deseado a otra, no sé qué me pasa con ella, quizá es porque tiene algo diferente a todas las mujeres con las que he estado. No es interesada, es segura de sí misma, es guapísima, pero también es algo tímida y por fin confirme que la pongo nerviosa, realmente la intimido.

Necesito acelerar un poco las cosas, la quiero en mi cama y para ello haré uso de la idea que me vino a la mente el sábado por la noche con su vestido, tendré que hacer algo con rosas negras.

Cuando por fin consiga tenerla en mi cama, entonces la llevare a Seducción, ahí poder hacer muchas más cosas con ella. Pero necesito tiempo y, sobre todo, paciencia.

UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora