KENNETH © (EN AMAZON CON CONTENIDO EXCLUSIVO)

16. Gracias... Por todo, Kayla

―Creo que mi hermano tiene novia ―comentó Aura mientras caminábamos en dirección al centro comercial para comprarnos ropa. La miré rápidamente intentando no sonrojarme―. Mi madre me ha dicho que traerá a una chica el domingo, que es su cumpleaños, a casa.

―¿Ha tenido muchas novias Kenneth?

―Qué va. Se acuesta con quién quiere pero jamás nos ha presentado a alguien. Si lo hace con esta, es que le gusta de verdad.

Debía parecer un extintor.

―Oh ―murmuré.

―¿Piensas decirme que esa chica eres tú o qué?

La volví a mirar y me la encontré mirándome con una sonrisa divertida. Me puse las manos en las mejillas, sintiéndolas cada vez más rojas y ella carcajeó.

―Lo siento, es tu hermano y no sabía cómo... ―Suspiré― ¿Desde cuándo lo sabes?

―Desde ayer. Tu hermano me lo dijo.

―¿Mi hermano lo sabe? ―pregunté sorprendida. No me había dicho nada.

―A ver, Kay. ―Rio―. Tu hermano ya se lo suponía cuando Kenneth fue a hablar con él para que le contara toda tu defensa del juicio para dejarse ganar. Jamás en la vida mi hermano se había dejado ganar un juicio. Y, además, ayer Kenneth le dijo a Logan que tú también irás a la comida del domingo.

―Me cachis... ―susurré haciéndola reír―. Hablaré con Logan antes de que me haga una encerrona como esta. Pero no estamos en una relación, eh...

Cuando llegamos al centro comercial, dimos una vuelta por las tiendas y compramos lo que nos hacía falta, especialmente ropa de invierno. También me compré dos pares de zapatos pues me hacían falta también. Antes de pasar por la cafetería para irnos ya del centro comercial, pasamos por la tienda oficial de los New York Mets.

―¿Regalo para mi hermano? Le encantan los Mets.

―Sí, lo sé. ―Sonreí―. El otro día mencionó que se moría por volver a ver uno de los partidos de los Mets en el estadio y poco a poco le fui sacando información. Le encanta Pete Alonso y yo lo conozco, así que le he pedido que me firme una camiseta y una pelota que me dará él mismo.

―¿Estás de broma? ―preguntó mirándome con los ojos muy abiertos.

―No. ―Reí―. Espero que le guste.

―Te va a pedir matrimonio, te lo aseguro.

Yo sonreí divertida mientras me ponía de puntillas y agarraba la camiseta de los Mets con el número 20 y el apellido de Pete. Miré que fuera de la talla de Kenny y, una vez verificado, agarré también una gorra.

―Esa gorra es muy pequeña para la cabezota de Kenneth ―dijo Aura. Yo me reí.

―Es para mí. La mía es de cuando tenía diez y la necesitaré.

―¿Para qué?

―Pete me ha conseguido un par de entradas para ver el partido del martes.

―Pero Kenneth trabaja a la hora que se suelen celebrar los partidos...

―He hablado con su socio y ha trasladado la reunión que tenían el martes a esa hora, a miércoles ―canturreé.

―Va en serio lo de que te va a pedir matrimonio, Kay ―murmuró con una sonrisa divertida.

No tardamos mucho en pagar ambos artículos y salimos de la tienda. Fuimos directamente al Starbucks del centro comercial para comprar un café para cada una. Salimos de allí parloteando de todo un poco. Ella me habló de su familia para que estuviera preparada cuando el domingo fuera.