CAPÍTULO 11 (PARTE 2) FINAL

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- Pero - Steve impactado por el nuevo descubrimiento suelta la silla provocando un estruendoso ruido debido al contacto del metal contra el suelo de la habitación. Sus ojos observan a la mujer frente a mí con decepción, dolor y tristeza. - Porqué? - Le pregunta atónito, trata de acercarse a ella pero esta desenfunda una pistola de debajo de su camiseta obligándolo a retroceder.

- No me toques, Steve. Esa fase ya ha pasado, sorry. - Le guiña un ojo y le sonríe maliciosamente. - Os quiero a los tres pegados a la pared. Ahora mismo! - Ordena gritando a todo pulmón.

Retrocedo de espaldas hasta chocar contra la pared y deslizarme hacia abajo hasta sentarme en el frío suelo del lugar. Siento que ya nada podría sorprenderme tras estos dos acontecimientos: primero el director Assis y ahora la mujer que había considerado mejor amiga durante casi toda mi vida. 

Steve y Caleb proceden a hacer lo que nos ordenan y cuando los tres estamos sentados en el suelo Iria le da el visto bueno a Caio para que entre proceda a atarnos nuevamente de pies y manos pero esta vez sin ninguna silla de por medio y con el doble de fuerza ejercida para cerrar la bridas alrededor de nuestras muñecas y tobillos. Incluso puedo sentir mis huesos crujir por la presión que siento alrededor de mis articulaciones. Moverme un solo milímetro consigue hacerme gruñir de dolor y es que a penas puedo sentir mis manos atadas detrás de mi espalda, los hombros me duelen horrores y además, siento que si no consigo deshacerme de todas esas ligaduras pronto, eso podría suponer un problema grave para mis extremidades.

- Cómo has podido? Se suponía que eran tus amigos... - Pregunta Caleb tratando de encontrar respuestas.

- Cómo ha podido? De verdad quieres saberlo? - Inquiere Assis. - Se lo contamos? - Le pregunta esta vez a Iria y esta asiente sonriente mientras sigue apuntándonos con su arma. - Veamos, quién conoce al llamado "Usurpador de vidas"?

Siento como dejo de respirar nada más oír ese apodo como si me hubiesen propinado una patada en pleno estómago. La tensión, la ansiedad y el miedo se arremolinan en mi sistema y es que si él sabía de su existencia, querría eso decir que ese era el nexo común entre todos nosotros? Cuantas más vueltas le doy al asunto, más ganas tengo de vomitar, un dolor de cabeza punzante se asienta en mi sien y no puedo evitar abajar la cabeza y observar el sucio suelo de la estancia pues mi instinto me decía a gritos que nada de lo que vendría después de ese nombre podría mejorar las cosas.

- Sí? Por vuestras caras veo que sí. - Él se acuclilla frente a nosotros como queriendo observar de cerca todas nuestras reacciones. - Esa es la única información que llegasteis a saber sobre el asesino cuando todo sucedió, cierto? "Para proteger a las víctimas del caso" decían. - Caio ríe con desgana y golpea con sus manos el suelo rabioso. - Hijos de puta!! - Grita logrando asustarme. - Mató a mi mujer y esos imbéciles lo protegían. - Añade entre dientes en un susurro que lo hace lucir más paranoico de lo que ya parecía. - Pero sabéis qué? Voy a vengarme. - Una media sonrisa se dibuja en su maquiavélico rostro para después observarme directamente.

- Dime, hija de puta, quién era el usurpador de vidas? - Me mantengo impasible en mi sitio, contestarle no entra en mis planes, ni siquiera sé si sería capaz de contestarle. - Contesta, perra maldita!! - Grita esta vez acercándose peligrosamente a mi y apuntando con su arma a mi cabeza. - Ha-bla, habla de una puta vez!! - Recibo una bofetada que logra girar mi rostro pero no grito, ni siquiera me quejo, solo me limito a llorar silenciosamente.

Escucho de fondo las quejas de Steve y Caleb ante la bofetada que me propina el director Assis, escucho sus insultos hacia él e incluso como tratan de zafarse de sus amarres para ayudarme pero nada de eso hace que el dolor que siento disminuya. Y es que no me duele la bofetada, no me duele el hecho de tener el labio roto por la golpiza, ni siquiera me asquea el hecho de sentir el sabor de mi sangre en mi garganta, me duele el saber que aquello que me había estado atormentado durante años y que había estado evitando ahora salía a la luz de la peor manera posible.

Skins: El usurpador de vidasWhere stories live. Discover now