CAPÍTULO 3 (PARTE 1)

216 1 0
                                    

Los días habían transcurrido a pasos agigantados y ya era viernes. No tuve que hacer ninguna visita guiada durante todo lo que quedaba de semana sin embargo, hoy tenía una reunión informativa de inicio de curso y no podía permitirme no ir. Ya no había paparazzis en la entrada de casa esperando respuestas a sus preguntas, de seguro habían sido los días más aburridos de su carrera y, en las noticias, ya solo se especulaba sobre el nombre que recibiría la editorial fundada por la promesa del momento así como de la fecha de publicación de última entrega de su aclamada saga. Steve había decidido venir a buscarme tras lo sucedido y, aunque le había dicho mil y una veces que podía tomar el metro sin ningún tipo de problema, el había insistido con su "pienso ir a buscarte a la puerta de casa porque me sale de los cojones, nada de quejas o te quedas sin chocolate" a lo que no repliqué porque con el chocolate no se juega. Pasé la mañana viendo Arrow y casi llorando porque ese era el último episodio de la franquicia. Comí sobre las dos de la tarde ya que mi madre ese día no vendría para hacerme compañía y a las tres de la tarde, ya me había preparado para la reunión que se llevaría a cabo en una hora.

Así que, allí estaba sentada en el sofá, revisando mi reloj cada dos segundos y maldiciendo por el hecho de llegar tarde y tener que sentarme en las últimas filas del anfiteatro si no quería ser el centro de atención de todos los estudiantes.

El tiempo iba pasando y mi mejor amigo aún no llegaba con lo cual no había ni la más remota posibilidad de llegar a tiempo. Mataría a Steve, eso lo tenía claro.

Para cuando estaba a punto de salir de casa para coger el metro y dirigirme a la universidad, la moto de mi mejor amigo aparcó frente al portal de casa. Bajé las escaleras que nos separaban casi corriendo y puedo jurar que tuve que contener mis ganas de golpearlo.

- Llegas muy tarde! - le grito cuándo estoy frente a él. - Llegaré tarde a la reunión por tu culpa, Steve! - el me ignora y me tiende el casco el cual tomo sin más demora y procedo a abrochármelo para luego salir escopeteados hacia la universidad.

Durante el trayecto apenas cruzamos dos palabras entre nosotros ya que además de llegar tarde, de lo rápido que íbamos solo tenía concentración para aferrarme a él como si mi vida dependiera de ello.

- Ya hemos llegado, princesita!

- Gracias! Te quiero! Nos vemos luego, Stevie! - me bajo de la moto como alma que lleva al diablo y prácticamente le tiro el casco para entrar corriendo en el edificio de matemáticas en donde se daría la reunión. Escucho de fondo un "te odio" de mi mejor amigo pero igualmente me dirijo a mi destino.

Subo las escaleras de dos en dos asta que llego a la puerta que da al anfiteatro. La reunión había empezado hacia cinco minutos así que, si quería pasar desapercibida tenía que entrar por lo puerta trasera que daba a los últimos asientos del recinto. Acto seguido abro la puerta evitando hacer el más mínimo ruido, ingreso en el enorme anfiteatro con capacidad de 500 alumnos y cierro detrás de mi de la manera más sigilosa posible. Sabia que algunos estarían mirando en mi dirección así que, una vez me volteo, trato de encontrar un asiento vacío para después dirigirme con la vista clavada en el suelo hacia allí.

- Mmm, está ocupado? - le pregunto a una chica sentada con unos auriculares puestos y cuyas manos trazaban en un folio la figura de un chico seguramente extraído de una serie anime. Tras no recibir ninguna respuesta, me siento a su lado tras no soportar las miradas seguramente inexistentes) del resto de alumnos sentados en las filas de atrás. Sabia que era una paranoica, que no era el centro del universo y, que seguramente nadie me estaría mirando pero, el siempre hecho de estar allí parada me daba ansiedad. Detestaba ser así, la vergüenza me estaba matando día a día y, sabía que era algo con lo que tenía que trabajar pero simplemente era superior a mí.

Skins: El usurpador de vidasWhere stories live. Discover now