CAPÍTULO 1 (PARTE 1)

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Son las 16:15h y sigo en el metro. El maldito ha decidido pararse en medio del trayecto y, llevamos ya más de diez minutos esperando a que se vuelva a poner en marcha. Definitivamente nunca podré llegar antes a ningún sitio. Parece que el mundo está empeñado en decirme que no me esfuerce tanto porque, cada vez que salgo con tiempo suficiente de llegar unos minutos antes algo pasa. Y es que, además quería llegar un poco antes para al menos quedar un poco mejor delante del nuevo estudiante después de la escena que tuvo que presenciar esta mañana pero por lo visto, el destino no quiere que así sea. Vaya mierda... Con lo que me gusta pasar desapercibida y, encima, el señor Skinner tendrá material suficiente como para urdirme en la miseria solo por la escenita de esta mañana... Ya estoy viendo mi anonimato volando lejos y más teniendo en cuenta que la gente aquí es una mete mierda, no tienen suficiente con sus vidas y sus estudios que además tienen que estar atormentando a los demás con todos los trapos sucios que puedan conseguir de ellos. Que ingenua mi yo de 18 años que pensaba que por vivir en una ciudad más grande y por estudiar en una universidad como estas podría ser "invisible". No sé si ponerme a llorar por el miedo y la vergüenza que sentiría al saber que todos sabrían lo mal que he quedado frente al director o reír por lo estúpida que estoy sonando. Tampoco es como si hubiese cometido un delito y, tampoco creo que a nadie pudiese interesarle mi vida. Conclusión? Soy demasiado melodramática.

Son las 16:25h y ni siquiera nos hemos movido ni un milímetro. Estoy que salto por las paredes. Porqué siempre me tienen que pasar estas cosas? Cómo le explico al señor Assis que me he atrasado debido a una problema técnico en metro si según lo que he podido comprobar este chico es importante para él? Debería escribir un libro titulado " Cómo cagarla, nivel Dios" seguro que sería un bestseller. Finalmente y tras unos minutos más logramos volver a arrancar y, en unos minutos más llegamos a la estación de metro en la cual debo bajarme. Así que, nuevamente corriendo subo las escaleras mecánicas hasta llegar al jardín en el cual desemboca la estación de metro y me dirijo hacia la fuente en cuyo centro yace una réplica en oro de la fundadora de la universidad. Al llegar no puedo evitar desbloquear el móvil i ver que efectivamente he llegado tarde, ya han pasado casi quince minutos de la hora prevista para la visita. Seguro que el chico se ha ido.

Miro hacia todos lados en busca de un chico alto y moreno con un pantalón tejano y un polo azul y veo a alguien dirigiéndose hasta la carretera principal con unas gafas de sol puestas y tecleando en el móvil. Me pongo a correr y me apresuro para alcanzarlo. No quiero fastidiarla más. No cuando ya ha visto lo de esta mañana. Al menos quiero que vea que no soy como demostré esta mañana.

- Eh! Espera! - logro gritar a pesar de a penas poder respirar adequadamente. Es en estos momentos en los que desearía hacer deporte. Al menos para no parecer un perro en busca de su pelota por correr con la lengua fuera y respirando entrecortadamente. - Chico del polo azul! Espera! - vuelvo a gritar y el chico se detiene y se voltea. - Espera! - Vuelvo a repetir y llego hasta él. - Em... - Trato de mantener la compostura pero se me hace prácticamente imposible.

- Nos conocemos? - pregunta él.

- Soy tu guía. - hago una pausa - Lamento mucho haber llegado tarde... He tenido un problema con el metro, ya sabes, dilemas del transporte público - trato de sonreír pero, estoy segura que solo he logrado esbozar una mueca. - Em... Me llamo Zanaya Dupuy - le tiendo la mano y el chico me devuelve el saludo estrechándola.

- Encantado - dice seco. - Y no se preocupe por el retraso.

- Podrías tutearme, por favor? Debemos tener más o menos la misma edad... No me hagas sentir más vieja - le guiño un ojo y el chico se queda quieto en su sitio - Mmmm, podrías quitarte las gafas, por favor? Es que, así no sé si me estás prestando atención o si estás mirando a los chicos de al lado besuqueándose como si no hubiera un mañana.

Skins: El usurpador de vidasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum