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Cuando entró a esa habitación, se arrepintió de todo lo que había hecho en la vida. 

No era una habitación. Era una suite por lo menos. 

Se preguntó alrededor de un millón de veces que, si le habían dado esa a él, ¿Cómo debía ser la habitación de los cargos importantes? 

Contaba con un baño, un pequeño balcón media luna y una cama de por lo menos tres personas de su fisonomía. Todo estaba decorado con toques dorados, preciosos contra un oscuro decorando los muebles de madera. Le pareció mil veces mejor a la de su hogar, aunque eso no restó que quisiera morirse por volver. 

—Listo— Aseguró Harry desde la puerta— Ten cuidado si decides bañarte. El agua caliente está al lado izquierdo, no al derecho… Si necesitas alg-

—Harry— Le frenó rápidamente, con su vista paseando por toda la sublime sala— ¿S-Si te pregunto cuál es tu trabajo…? 

Harry se quedó en silencio, pensándolo demasiado cuando apretó sus labios entre sí y tragó con fuerza la saliva aglomerada en sus fauces. 

Hubo un gran silencio entre el barullo que ellos mismos formaron y, cuando Erick ya creyó que se había excedido y que además de no obtener una respuesta tendría que ofrecer una disculpa, se llevó la sorpresa de la correspondencia. 

—Soy líder de uno de los pilares de Landrem. Al ser alma natural tengo más paciencia con las almas puras que llegan, así que soy el jefe de ese sector. No suelo encargarme de… De las otras partes del negocio, ya sabes… Hay más como yo. 

—¿Más almas naturales? 

—Sí. 

—Pero no todos los guardias de aquí sois almas naturales… 

—No se necesitan almas naturales para la otra parte del negocio, Erick. Landrem es muy extenso… 

Y Erick no comentó más, porque la simple idea le ocasionó un escalofrío. 

Fue cuando Harry se volvió a girar para dejarlo solo al fin, cuando Erick lo volvió a frenar de lleno. 

—¿Podrías decirle a Louis que ha sido de una gran ayuda? Se quedó limpiando mi chaqueta y yo… No pude darle las gracias… 

Harry le regaló una sutil sonrisa con hoyuelos. Inclinó su cabeza con respeto al salir de la habitación, y fue el segundo exacto en el que Erick creyó que su mundo se había caído rotundamente a sus pies de la manera más dolorosa. 

Examinó la habitación de arriba a abajo, buscando quién sabe qué hasta que las lágrimas ya rondaban por sus mejillas sin explicación. 

Se metió en el baño, en ese santuario que contaba con una bañera donde perfectamente podrían caber cuatro personas, pero que era solamente para él. La examinó completamente y después abrió el agua caliente siguiendo el aviso que le hizo Harry. 

El espejo frente a él le presentó a una persona que estaba muy alejada a ser él; pues Erick juraba que esas ojeras no le correspondían, ni tampoco el hundimiento en sus pómulos ni las brechas que con sutileza cubrían su piel con costra. 

Se tocó el rostro suavemente y cuando cayó en la realidad de que difícilmente podría volver a casa, el agua de la bañera se mezcló con sus lágrimas al limpiar su piel. 

Media hora más tarde, cuando ya estaba nuevamente vestido con la misma ropa sucia y el pelo húmedo, salió a la habitación ahogando el grito de su vida, pues lo que se iba encontrando parecía ser más surrealista a cada segundo. 

Eran dos chicos, sin aroma y que ahora lo miraban deteniendo sus acciones en poner sábanas nuevas a la cama; con dos sonrisas brillantes y algo nerviosas. 

Landrem || Joerick  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora