Deten la moto

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El sol se estaba poniendo por el oeste y traía con él una gran sombra.

La ropa de Xia Yao aún estaba mojada y pegada a su cuerpo. Y a pesar de llevar una chaqueta por encima, la velocidad era muy rápida y el viento calaba a través de la ropa. Xia Yao encogió el cuello y los hombros, aspirando ocasionalmente el frío aire.

-¿Frío? -Preguntó Yuan, - Si tienes frío, puedo bajar la velocidad un poco.

Xia Yao objetó inmediatamente: -¡No puedes ir más despacio! Si lo haces tendremos que parar por el camino a pasar la noche.

Yuan no dijo nada y continuó manteniendo la misma velocidad.

Xia Yao al final se atrevió a sacar la mano de la manga, intentando tocar la ropa de Yuan Zong solo para darse cuenta de que aún seguían mojadas. Sintió una presión en el corazón y no pudo evitar preguntar: -¿Tú no tienes frío?

-No.

Contigo sentado detrás de mí, tengo un pequeño horno en mi corazón.

Llevaban menos de una hora en la moto, cuando el cielo se oscureció rápidamente. Xia Yao levantó la cabeza para mirar hacia el cielo. Se dio cuenta que el cielo que antes era de un azul oscuro acababa de clarearse. Mientras que un grupo de nubes que había en el sur se acercaban con explosiva velocidad hacia el norte.

¡Estamos acabados! El corazón de Xia Yao se oprimió. ¿Cómo se dice cuando parece que la mala suerte te persigue?

Quiero llegar a casa rápido!

Yuan Zong pensó... que estaban en una carretera provincial: -Las carreteras eran malas sobretodo si se intentaba conducir deprisa. A esas horas habían muchos coches. Por lo que no solo era por los baches, pero era una buena aumentar la velocidad. ¿Quieres ir a casa o quieres terminar en el hospital?

-¡Quiero llegar a casa!

Yuan Zong escondió una sutil sonrisa, antes de preguntar: -¿Oficial puedes matar pero no puedes permitir ser deshonrado?

-¿Qué has dicho? -Gritó Xia Yao. -No lo he oído.

-Nada.

Afortunadamente no le había oído. Xia Yao parecía preferir morir en la carretera que tener que entrar en un hotel.

Pararon en una gasolinera que encontraron en mitad del camino para repostar gasolina. Habían varios coches en frente esperando en línea. Xia Yao estaba ansioso. Las oscuras nubes parecían aún más ansiosas que él, cubriendo por completo el cielo pareciendo que caían a gran velocidad.

El corazón de Xia Yao estaba lleno de resentimiento, pero no tenía forma de liberarlo. Se giró directo hacia Yuan y le preguntó alzando el tono de voz: -¿No miraste la predicción del tiempo atmosférico antes de planear el viaje?

-¿Cómo puedes decir eso?... ¿Puedo acaso hablar con Dios de antemano sobre el tiempo?

Xia Yao lo miró de reojo antes de sacar el chubasquero del maletero, al ver que Yuan Zong seguía sin moverse. Le preguntó: -¿Por qué no te lo pones mientras conduces?

-La lluvia es demasiado intensa, y la carretera se desliza, es fácil quedarse atrapado en la tormenta. Escúchame, esperemos a que la tormenta se aligere y conduciremos de nuevo.

Xia Yao no estaba dispuesto a escucharlo, cubrió su cabeza con la capucha del chubasquero y se metió en la lluvia, Yuan Zong lo cogió suavemente y le preguntó: -¿Puedes caminar?

Advance Bravely En EspañolWhere stories live. Discover now