No vamos a discutir sobre eso.

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Yuan Zong había sido puesto en libertad por el momento, a espera de la resolución del jurado, había vuelto a trabajar y a su vida normal.

Después de resolver un gran caso, todo el ministerio de seguridad pública estaba muy ocupado. Xia Yao estaba caminando dando vueltas y preguntándose si debía o no ir a comprobar como estaba Yuan Zong. Aunque los motivos detrás de los actos de Yuan Zong le resultaban odiosos, y que según él decía aquellas heridas le eran triviales. Pero al fin y al cabo, esas heridas estaban destinadas para él, al menos debería visitarlo y asegurarse de que estaba bien

Últimamente había estado ocupado hasta tarde en el trabajo, pero ese día Xia Yao había ido al centro comercial para comprar algunos regalos y se los llevó a casa a Yuan Zong.

Yuan Ru abrió la puerta, y al ver las flores en la mano de Xia Yao, su pequeño corazón empezó a latir rápidamente.

- ¿No te lo he dicho claramente? ¿por qué lo has hecho? tú... es muy difícil para mí...

Yuan Ru se adelantó con intención de coger las flores de las manos de Xia Yao. Como resultado, Xia Yao la rodeó y se dirigió dentro de la casa.

-¿Dónde está tu hermano?

-¿Qué quieres de él?

Xia Yao Le explico el motivo de su visita, la mente de Yuan Ru se cerró instantáneamente. ¡J*der ! De verdad que le encantan esas cosas, siempre voluntario. Sin embargo, ella no era consciente de la implicación de su hermano en el caso puesto que debido a la naturaleza del trabajo de Yuan, las lesiones eran algo normal, así que no le había dado más importancia.

Escuchando a Xia Yao decir esas cosas, Yuan Ru puso una sonrisa seria, y se acercó a la habitación para llamar a Yuan Zong.

- Hermano, el oficial de policía Xia te está buscando.

La suave voz de Yuan sonó en la habitación. -¡Entra!

-Ey, ¿porqué está siendo tan cabezota? a venido por ti. Al menos deberías salir y darle la bienvenida al invitado. Pero haces que sea él el que entre y te busque, eres realmente....

Yuan Ru aún no había terminado de hablar, cuando Xia Yao entró en la habitación.

Entonces descubrió que la razón por la que Yuan Zong le había dejado entrar en su cuarto en lugar de ser él el que saliera recibirlo, era porque solo llevaba puesto un par de calzoncillos, sus bronceados músculos eran sexis y salvajes, y una gigante y mítica cosa se apretaba entre sus piernas, dejando una atmósfera bestial.

Si fuera otro hombre el que hubiera usado esa imagen enfrente de Xia Yao, este no se habrías acudido por ella. Pero cuando esta imagen venía de alguien impuro, con sentimientos o por lo menos insinuaciones, no podía dejarle indiferente.

Xia Yao era un manojo de nervios, y le susurro a Yuan zong:

- Vístete y sal fuera para hablar.

Entonces se giró para instalarlo sin mostrar ninguna expresión en su cara.

En el momento en el que la puerta fue cerrada, Yuan Zong vio como las orejas de Xia Yao se habían vuelto de color rojo.

Yuan se vistió de forma casual y salió de la habitación. Xia Yao estaba enfriando su té.

-¿Por qué vienes tan tarde?

A lo que Xia Yao contestó: -La oficina ha estado ocupada con cosas y no he tenido tanto tiempo libre. He venido aquí simplemente para hablar sobre tu caso. Aunque no eres parte del refuerzo policial, la situación era muy crítica en ese momento. Los criminales habían abierto fuego a las masas, causando un gran daño social... en ese caso, aunque mataste a los criminales, debería ser considerado como una especie de autodefensa, después de ser investigado profundamente, no debería me mantenerse ninguna responsabilidad criminal sobre ti.

Yuan Zong no habló, se limitó a mirar fijamente a Xia Yao.

Xia Yao estaba de pie mirándolo fijamente de forma incómoda, la expresión del otro hombre eran demasiado frías.

-¿Has oído lo que te he dicho?

Yuan Zong asintió.

Después de eso, Xia Yao no sabía qué más decir. Ambos se quedaron en silencio, y Yuan Zong continuó mirando fijamente a Xia Yao y atravesándolo con su mirada, que parecía no tener fin. Miraba a Xia Yao como si fuera un saco lleno de dinero.

No sabía si era por la heroica actuación de Yuan Zong pero ahora Xia Yao llo apreciaba un poco más. Yuan Zong seguía mirándolo fijamente, pero Xia Yao no estaba tan molesto por ello como lo había estado en el pasado.

Yuan Zong parpadeó, y Xia Yao sonrío de repente. Esa sonrisa confundió a Yuan.

-¿Qué pasa?

Xia Yao contestó: - Creo que lo llevas bien. ¡Eres puro hombre! Es mejor que me haga amigo tuyo. ¿tú qué crees?

-No.

-¿Tiene que ser... así? ¿Qué tiene de bueno?

-Sí.

El temperamento de Xia Yao subió rápidamente, y le dijo a Yuan Zong:

-Realmente, creo, que quizás estés teniendo sentimientos homosexuales por mí, y me hayas malinterpretado. ¡Yo soy este tipo de hombre! desde siempre recuerdas, 3 días no me van a hacer cambiar...

-¿Quién?

Xia Yao apretó sus dientes en secreto, por la tumba de su tío, se lo he dicho muchas veces y aún así no lo pilla.

-Déjame decirlo de esta forma. ¿Estás seguro de que estas teniendo un sentimiento romántico hacia mi? ¿No lo estarás malinterpretando? ¿Qué prueba tienes para demostrármelo?

-Quiero acostarme contigo -Contestó Yuan Zong con cara seria.

-...

En es momento, Xia Yao entendió que no debería haber ido allí desde el primer momento. Si él no hubiera ido, no tendría recuerdos de lo que acababa de pasar, y no se habría tenido que volver con la cara tremendamente roja.

Mientras tanto, Yuan Ru había pasado el rato en el baño arreglándose y cuando volvió, Xia Yao ya había desaparecido.

-¿Se ha ido?- Le preguntó a Yuan Zong.

Yuan Zong asintió.

Yuan Ru se lanzó entre los brazos de su hermano, las lágrimas derramándose de sus ojos. -Hermano, me has movido. Ya había decidido rendirme con él, porque eres tan bueno con él....

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Gracias y nos vemos pronto.

Advance Bravely En EspañolWhere stories live. Discover now