Capítulo 61

513 37 11
                                    

Suspiré cansada observando fijamente las cientos luces que pasábamos, bueno, no cientos si no exactamente unas 31 hasta que el auto se detuviera definitivamente y el motor dejara de estar encendido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suspiré cansada observando fijamente las cientos luces que pasábamos, bueno, no cientos si no exactamente unas 31 hasta que el auto se detuviera definitivamente y el motor dejara de estar encendido.

Fuerzo una sonrisa al ver la casa patas arriba con chicos y chicas saliendo y entrando en la casa sin control, persona ebrias tiradas en el porche con aún más alcohol en sus manos y sin ninguna pista visual de mis amigos por ahora.

Me giro al rubio que me observaba en silencio mientras miraba todo, él tenia incluso menos ganas de venir que yo, pero bueno, Olivia Rodrigo siempre consigue lo que quiere y lo que quería la condenada de mi amiga es que viniera a la estupida fiesta de Matt.

— Entonces... ¿Nos bajamos o nos vamos? — preguntó Jessie tomando de mi mano que se encontraba sobre mi regazo.

— Entremos... — murmuro quitando mi mano con suavidad y abrí la puerta bajando de un salto del cálido auto de mi novio.

Me estremezco apenas cerrar la puerta del carro, una brisa había golpeando fuertemente mi cuerpo. Hago una mueca y espero pacientemente al rubio que rodeaba el auto para llegar a mi lado donde apenas estar a mi lado tomó mi mano izquierda entre su gran mano derecha entrelazando nuestros dedos con mi mirada atenta y el desacuerdo mental que tenía por su acción. No quería que tomara mi mano, no porque me diera vergüenza o algo así, era mi novio y estaba orgullosa de que lo fuera, es decir, era guapo, inteligente, amable y considerado, pero no era Joshua y estaba segura que cuando nos encontráramos con él, su i esta mirada avellana fulminaría a Jessie. Y la incomodidad reinaría en el ambiente.

Trago saliva nerviosa al empezar a caminar en dirección de la casa, la música retumbaba fuertemente en mi oídos llegando a perturbarme severamente. Bufe y jalé con más fuerza al más alto dentro de la casa donde pasamos difícilmente por la multitud de gente que había llegando al fin donde estaban mis amigos, como en cada fiesta, sentados en un rincón bebiendo y conversando tranquilamente. Entonces lo vi, vi su cabellera alocada y su sonrisa amable conversando con Liv entretenidamente, instintivamente solté la mano de Jessie haciendo una mueca para acercarme a los chicos a paso rápido sintiendo en todo momento el gran cuerpo de mi novio siguiéndome de cerca.

— Hey, hola — saludé fuertemente sobre la música para que me escucharan.

Inmediatamente todos me observaron con sonrisas amables que se esfumaron notablemente al ver al chico a un lado, hice una sonrisa incómoda por su cambio de actitud, también estaba molesta claramente, se notaba que Jessie no le caía bien a la mayoría de los presentes.

— Emma, chica, viniste — saludó casualmente Dara abriendo sus brazos en mi dirección, sonreí agradecida por su hospitalidad y me acerqué a ella agachándome un poco para abrazarla con fuerza, ella empujó de mi cuerpo hacia delante y me recostó en el sofá.

Me separé entre risas de la chica sentándome a su lado ya con una sonrisa auténtica — Jessie, hermano — saludó Matt a su amigo haciéndose a un lado en el sofá que estaba a mi lado.

Mi mirada viajo por todo el lugar hasta recaer tentativamente sobre los hermosos ojos avellana de Joshua frente a mi, se encontraba sentado hundido en el respaldo del sofá con una cerveza colgando de sus manos y ahora sin ningún rastro de sonrisa. Me observaba fijamente como un águila que observa a su presa antes de atacar, pero ahora no era algo sexual, si no de preguntas, en sus ojos estaba el interrogante del porqué había llegado con un chico, es obvio, yo lo conocía lo suficiente para saber con solo obsérvalo a los ojos. Entonces él no sabía que estaba en una relación y quizás así fuera lo mejor por el momento.

— Llegaste con Jessie, eh ¿pasa algo entre ustedes? — pregunta cerca de mi oído Dara haciendo que por fin quitara mi mirada del castaño observándola impasible.

— Somos novios — susurro de vuelta a la chica la cual frunce su ceño y abre su boca, realmente no sabía si estaba confundida, molesta o sorprendida con su expresión tan rara.

— Pero lo conocen hace... ¿Que? ¿un mes? — preguntó con un tono duro fruncido cada vez más su ceño.

— Más de un mes, exactamente unas 6 semanas.

— Tu estás loca, chica — me casi grito en el rostro mirándome como si estuviera desquiciada, pero no, estar de novia con Jessie era una de las cosas más cuerdas que eh hecho en estos últimos meses, no podía seguir estancada con Josh, aunque sea hacia el intento diario de olvidarlo al lado del rubio, no era lo mejor o más sano, pero era lo más correcto para mi.

No podía vivir pensando si Joshua volvería a mi algún día, porque no era así y nunca sucedería porque él no me amaba y yo ya no podía seguir haciendo el papel de estupida enamorada, ya no.

— Estoy cuerda, Dara. Jessie es increíble.

— No lo estás, amas a Joshua, todo el mundo lo sabe... ¿Porque estás con él?

— Lo quiero — murmuro de vuelta para después levantarme de mi lugar y mirar a todo mi alrededor en busca de algo inexistente, sintiendo la necesidad de escapar de la discusión del porqué estaba con Jessie si no lo amaba, si aun amaba a Joshua y si estaba feliz reemplazando a alguien como si fuera una fría sociopata — Iré a bailar — le informo a la chica antes de salir casi corriendo del grupo a la pista de baile.

Estaba rodeada de gente desconocida que bailaba y bebía como si tuvieran un oyo negro en su hígado. Bufé sintiendo agobiada por los múltiples choques que recibía de las personas a mi alrededor y visualicé al fin la escalera la cual subí a paso lento para no caer por la poca iluminación del lugar llegando a un pasillo maravillosamente casi desierto aparte de un par de chicos que se besaban en el barandal de la escalera del segundo piso, pasé de ellos rápidamente para no interrumpir y camine, casi llegando al punto de correr a la habitación de mi amigo pelinegro.

Apenas llegando abriéndola con rapidez entrando como un rayo a su baño donde me moje el rostro muchas veces en busca de paz ahora con menos ruido retumbándome el cerebro.

Me sentía agobiada por la verdad que me atormentaba hace semanas, estaba utilizando a Jessie para olvidar a Joshua.

Estaba siendo una verdadera perra.

Estaba siendo una verdadera perra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sofiadaaholland

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora