EXCHANGE, Joshua Bassett

Capítulo 19

Una bolsa de hielo se posaba sobre mi rostro provocándome escalofríos por mi abdomen desnudo y mis brazos descubiertos, Joshua a mi lado se encargaba de sostener la bolsa que él compro rápidamente apenas salir del estadio.

Distraída miraba fijamente a Josh quien me miraba directamente a la cara, sin escuchar a Olivia quien molesta estaba regañándome mientras conducía con Madison a su lado que tenía una sonrisa macabra desde que salimos del estadio.

— Emma, escúchame por dios — gruño molesta, Liv.

— Si si, te estoy escuchando — giré mi mirada a las chicas sentadas al frente.

— Emma ¿como mierda se te ocurre hacer eso? — nunca había visto ese enojo en los ojos de la dulce chica — esa chica era enorme, pudiste salir lastimada — de molesta paso a angustiada — ¿viste tu cara? tienes un moretón enorme en la mejilla y el labio partido, tu pobre carita Emma — de angustiada pasó a triste.

La mire confundida por sus cambios de humor raros — no pasó mucho Liv, no te alteres.

— Fue cool — Madison relajada sentada en el asiento del copiloto.

— No lo fue — susurró Josh a mi lado sacando de la bolsa el mismo gel que me había recomendado para los golpes.

— Tu eres un aburrido Joshy — Madison se giró con una sonrisa.

— Tu si sabes — sonreí con dificultad a la chica.

— No, claro que no saben, la violencia no es la respuesta — Liv aún molesta me miro por el espejo retrovisor.

Ignore la charla que se forjó entre Olivia y su mejor amiga al frente del auto, para ver a Joshua a mi lado concentrado aplicando el gel sobre mi mejilla con mucho cuidado. Mi corazón empezó a latir con fuerza mientras mirada por el rabillo del ojo al castaño, sonreí cuando terminó de aplicar el gel sin sentirlo encima, el chico con suavidad posó su mano en mi mentón corriéndolo para quedar cara a cara, su mirada me transmitía una tranquilidad que nunca había sentido. Sacó una botella pequeña y un pedazo de algodón de otra bolsa.

— Si te duele me avisas — mojo el algodón con la sustancia para aplicarlo en mi herida del labio.

Hice una mueca — duele Josh.

— ¿Y que? ¿los golpes no te dolieron? Emma no hagas esto más — colocó otra vez el algodón en mi cara con una apariencia seria — me dolió demasiado ver cómo te golpeaban.

— Pudiste apoyarme, ya sabes, darme porra — reí suavemente y pude notar una sonrisa casi invisible en su seria cara.

— Solo calla y déjame cuidarte — sus ojos se suavizaron y acaricio mi mejilla herida.

— Estoy en tus manos Bassett — sonreí dejándome cuidar por el lindo chico castaño que me trataba con tanto cariño y cuidado.

Unos minutos después de un cómodo silencio en el auto, Liv estacionó el auto fuera del lugar que según ellos era el mejor de la ciudad para comer pizza.