Capítulo 25

953 79 25
                                    

Mi paso era rápido y certero con dos docenas de chicos siguiéndome, pisándome los talones pareciendo pollos siguiendo a la gallina madre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mi paso era rápido y certero con dos docenas de chicos siguiéndome, pisándome los talones pareciendo pollos siguiendo a la gallina madre.

La sonrisa confiada estaba intacta en mi rostro, cruzamos la última puerta para llegar al gimnasio que ya se encontraba repleto.

Rojo los atletas, café los filósofos, blanco educación, negro arquitectura, verde agricultura, amarillo artes y por último medicina repartida en diferentes tonos de azul. Mi grupo cumplía con el color celeste cielo.

Nos sentamos lo más alejados que pudimos de la multitud de gente y sin tomarle importancia a las palabras del director me giré al grupo que tenían expresiones nerviosas hablando entre murmuros.

— Ya practicamos de todo, no tienen que preocuparse, ganaremos — mire a cada uno de ellos y por último al maestro Terry quien se encontraba con una expresión tranquila.

— Ganaremos si o si, necesito partearla el trasero al maestro Smith — sonrió macabramente el alto moreno, sonreí triunfante chocando los puños con él.

— A partir traseros, chicos — susurre grite apretando mi puño y mi brazo haciendo una seña de fuerza.

— ¿Lista para nuestra cita, Díaz? — preguntó una voz a mis espaldas, baje mi brazo apretando ambos puños.

— ¿Listo para no dirigirme una palabra más en tu vida, Hart? — pregunte girándome a ver al alto castaño de cabellera larga y sonrisa arrogante.

— Prefiero besarte sinceramente — acercó su rostro con burla y sin pensarlo dos veces empuje su rostro con mi mano abierta aplastando su nariz.

— Ni en tus sueños, bestia.

— Wow ¿nuevo apodo? — preguntó cruzando sus brazos — soy una bestia, lo admito — se acercó un paso — pero en la cama — susurró cerca de mi cara.

Mi ceño se frunció y arrugué mi nariz, di un paso atrás tapándome la nariz — yo diría que por tu aliento.

— Mi aliento es perfecto, al igual que yo — el chico frunció su ceño para oler su aliento.

— Aja — dije sin importancia rodando mis ojos y me senté.

— Esto no se queda así, nos vemos en la cancha, Díaz — me apunto con su dedo para irse indignado.

— Ese chico es un idiota — comentó mi maestro sentado junto a mi.

— No me diga — hablé sarcástica — ya sabía.

— No me diga — hablé sarcástica — ya sabía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
EXCHANGE, Joshua BassettWhere stories live. Discover now