Capítulo 69

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— Gracias por traerme, Liv — le sonrío a la chica que me observaba pacíficamente analizando mi rostro sonriente

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— Gracias por traerme, Liv — le sonrío a la chica que me observaba pacíficamente analizando mi rostro sonriente.

— ¿Porque estás tan sonriente de un momento a otro? No creo que sea por Jessie — directamente atacó Liv tomándome desprevenida cuando estaba abriendo la puerta del auto.

Me giré hacia ella entre abriendo mi boca y abanicando mis pestañas más veces de lo que hago comúnmente desconcertada sin saber que palabras decir.

— En este momento, no puedo hablar. Tengo que ver a mi novio, así que... — intenté huir sutilmente sacando mi pierna buena primero seguida de la herida, tomé mi bolso del piso del auto y salí sin decir nada más pegando el portazo más suave que pude dar.

Ya en la acera sonreí un tanto tensa a la chica dándole una leve despedida con mi mano para algún girarme al edificio y entrar sin vacilar. Fui al elevador esperando pacientemente por su llegada respirando profundamente intentando calmar los latidos de mi corazón. Había escapado de las explicaciones, porque la explicación del porqué estaba sonriente era por una persona que no se merecía que yo estuviera haciendo de entusiasmada por estar toda una tarde con él. Joshua y yo había pasado una tarde como en los viejos tiempos, solo él y yo, sentados comiendo mientras nos burlábamos de películas malas mientras que él me cuidaba por mi "discapacidad" como él decía.

Tragué saliva al darme cuenta que ya había llegado a la puerta del departamento de mi novio, él cual había llegado hace un par de horas. Ingrese el código en la puerta y entre como si nada observando todo oscuro como si no hubiese nadie allí, pero él reflejo de un vaso de vino a medio tomar sobre la mesa de estar llamo mi atención.

Busque a manotazos el interruptor de la luz hasta por fin encontrarlo dejándome ver con claridad a esa cabellera rubia y lisa entre los sillones, Jessie estaba sentado en el sofá dándome la espalda y un sentimiento de amargura me atacó, cómo un golpe en el rostro el recuerdo de mi rompimiento con Joshua me dejo sin aire, di un paso al frente frunciendo mi ceño observando la espalda de Jessie tensarse cada vez más con cada uno de mis pasos.

— ¿Jessie? — pregunté confundida afirmando con fuerza mi bolso contra mi pecho.

— ¿Me llegaste a querer al menos? — preguntó con voz ronca sin voltearse a verme.

— ¿Que? ¿De que estás hablando? Claro que te quiero.

El gran cuerpo del chico se levanto de un salto del sofá girándose con lentitud hacia mi sosteniendo en su mano su móvil que aun tenía la pantalla prendida y podía visualizar muy poco que era un video.

— ¿Cuando me ibas a decir que fuiste novia de Joshua?

Su pregunta me pegó con fuerza tomando por sorpresa y dejándome en un porte culpable apretando mis labios. La pregunta quedó en el aire al no ser contestada por mi.

— Te lo iba a decir — intenté convencerle dando un par de pasos en su dirección los cuales fueron detuvimos por su mano que sostenía el móvil mostrándome el video que se reproducía sin parar subiendo el volumen hasta el límite.

Allí estaba Joshua sentado en una batería cantando Jessie's girl de Rick Springfield.

Suspiro cerrando mis ojos llevándome un par de dedos al puente de mi nariz analizando que hacer minuciosamente para no herir a Jessie.

— Lo de Joshua y yo fue pasado.

— No, claro que no ¿Crees que soy tan tonto como para no darme cuenta de las miradas que se daban siempre? — preguntó para después mirar el techo un tanto molesto, soltó una carcajada sarcástica — Bueno quizás si lo soy, nunca me di cuenta hasta ver este video.

— Jessie, yo... Te quiero — le dije con calma avanzando hacia él y llevar mi mano hacia la mano que aún seguía alzada con el teléfono para después tomar su otra mano y darle un apretón de consuelo.

— ¿Pero no me amas, no? — preguntó en un hilo de voz observando ahora nuestras manos unidas.

Tragué saliva con culpa empezando a acariciar su mano con mi pulgar — Jessie...

— No me amas — sacó la conclusión con facilidad el chico soltando mi mano con suavidad la cual quedó estirada en el aire al no sentir el tacto acogedor del rubio.

— Lo puedo arreglar, lo podemos arreglar — intente convencerlo, pero creo que estaba intentando más convencer a mi misma.

Estaba intentando convencerme que podría arreglar mis sentimientos y ordenarlos para darle lo que merecía a Jessie, un amor que nunca se rompería.

— El amor no se arregla, Emma, el amor es amor y no se puede cambiar por nada.

Mis ojos empezaron a picar al escuchar sus palabras le miro a sus orbes azules y allí encontré algún tipo de dolor que yo no quería provocar, estaba allí, presente, mirándome inexpresivo.

— Lo siento, Jessie.

— Lo intentaste, lo sé — me interrumpió sonriendo con pena llevó su mano a mi mejilla plantando un largo beso en mi frente que duro eternidades.

Suspiré al verlo girarse dándome la espalda nuevamente y empezar a caminar nuevamente al sofá donde se dejó caer pesadamente provocando un golpe sordo por toda la silenciosa habitación.

Había hecho lo menos que quería hacer, romperle el corazón a Jessie.

Y sin más opciones me giré hacia la puerta dejando la habitación sin más palabras las cuales decir, Jessie lo había dicho todo...

El amor no se puede arreglar.

Las primeras lagrimas rodaron por mis mejillas con amargura, pena y culpabilidad, mucha culpabilidad, me sentía horrible por hacerle sufrir a una persona realmente genial que no se lo merecía.

El sonido de mi móvil con una llamada entrante me alarmó mientras esperaba el ascensor, lo tomé con las manos temblorosas secándome las lagrimas con la manga de mi blusa y aclaré la garganta antes de contestar. Respire hondo y le di aceptar al ver las puertas metálicas del elevador abrirse con este complemente vacío lo cual me dio una gran satisfacción.

— ¡Emma, no vas a poder creer lo que me enteré! — gritó una voz femenina que identifique al segundo a través de la línea telefónica apenas llevé mi móvil a mi oreja.

— Hey ¿Que sucede? — pregunté con mi voz ronca.

— ¡Es que ahora todo tiene sentido!

— ¿Que tiene sentido?

— ¡Lo que pasó entre tú y Joshua! ¡Su rompimiento tan inesperado! Dios, es tan... ¡AHHHHH!

— ¿Que?

Sofiadaaholland

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Sofiadaaholland

EXCHANGE, Joshua BassettWhere stories live. Discover now